Cuando Indurain llamó al orden a Virenque

Virenque e Indurain © pinterest

En el Tour del 94, Virenque puso límite a la infinita paciencia de Indurain

La verdad que es hablar de Virenque y fluye la magia, un tipo que dejó mil poses, buenas victorias y una curiosa relación con Miguel Indurain en el Tour 94.

El otro día, cuando Roglic no repartió un triunfo de etapa con Mader en París-Niza, el día antes de la catástrofe, muchos mentaron la proverbial generosidad de Miguel Indurainmuchos mentaron la proverbial generosidad de Miguel Indurain en estos casos como manual para proceder en estos caso, omitiendo que esos «regalos» se olvidaron rápido cuando el navarro no estuvo a su mejor nivel.

Y es que si la generosidad de Miguel es un mito con el que no acabamos de comulgar, por que no siempre dejó cosas para el resto, pensar que su paciencia era infinita tampoco es del todo cierto.

No son muchas las veces por eso que Indurain ha dado un golpe en la mesa sin necesidad de hacerlo para marcar diferencias definitivas.

Algún comportamiento apreciado en carrera quizá podría haber sido detonante de algún gesto, en ese caso recordamos cuando le disputó a Chiapucci la Cima Coppi del Giro 93, pero poco más.

Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor

 


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