Cuando las lágrimas por el sol perdido no nos dejan ver las estrellas del ciclismo máster

@MasterProTour porque cada máster llevamos dentro un profesional– es una de esas cuentas de Twitter que merece la pena seguir por la ironía que desprende para describir lo que es el ciclismo máster en todos sus aspectos, desde la preparación hasta la elección de material, en esa combinación de exceso y exageración típico y tópico de los veteranos.

Sin embargo, el ciclismo máster es en estos momentos uno de los motores más importantes –si no el que más- de nuestro deporte. A muchos les parecerá triste que haya más practicantes en estas categorías que en la base –y más cuando hay ciertos episodios bastante más oscuros, y presuntamente habituales, en estas categorías que las meras chanzas que encontramos en la cuenta de Twitter-, pero como escribió Rabidranath Tagore, «si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas».
Y es que el ciclismo máster es una verdadera oportunidad para todos los sectores de nuestro deporte, desde los comerciales –las ventas de material son cuantitativa y cualitativamente las más importantes-, hasta los turísticos –por el poder adquisitivo de los corredores de estas categorías, que en numerosas ocasiones viajan acompañados de varios familiares- pasando por los organizativos –no les importa pagar por competir- hacen que sean un verdadero «chollo», que hay que aprovechar para que sean ese verdadero tirón del ciclismo que tanto necesitamos, lo mismo que el ciclismo de ocio –el verdadero cicloturismo- o el uso de la bicicleta como medio de transporte, que también pueden ser «canteras» para este deporte.

No hay que llorar, pues, hay que ver esas estrellas, pero no sólo en ellas mismas, sino sobre todo en forma de elementos correctores a la hora de que lo mucho que se mueve en esas categorías revierta en la promoción, que falta nos hace. Y es que la redistribución es la base de una sociedad, aunque ahora esté de moda el sálvese quien pueda de los neocon.

Y mientras tanto, no estaría de más que algunos de los que sólo saben llorar por ese sol perdido, se hubieran dado una vuelta por Campeonatos como el de este fin de semana en Murcia (*) para ver esas posibilidades de futuro que nos ofrece el pasado, e incluso para vivir carreras como las protagonizadas por José David Gómez o Antonio Martín «Pispajo» que no desmerecieron en nada como estrellas a los juniors en este mismo evento, aunque esta combinación de categorías puede producir «peligrosas» anécdotas como cuando la presencia de un Indurain bastante más fino que en los últimos años se entendió como rival y no como padre.

(*) Un ejemplo de esfuerzo y cariño a la hora de organizarlo por parte de la FCRM y que quiero reseñar y agradecer una vez más.

Fuente: Uluru, el blog de Luis Román Mendoza

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