¿Debe preocuparse ya Van Aert?

Van Aert

Van Aert podría tener problemas en el futuro a medio plazo

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El Caníba de Baal, el mejor crossista de la historia del ciclismo, volvió a conseguir un triunfo ayer en el Gran Premio de Hasselt. Lo hizo a lo grande. Dominando la carrera de principio a fin. Imponiendo su ritmo. No dejando nada al azar. Haciendo ver, en fin, que nadie iba a estropearle el día y que 375 días después de aquel Jaarmarktcross de Niel de 2014 iba a volver a subirse a lo más alto del podio.

Fue una fiesta. Un acontecimiento. Todos, porque en el mundo del ciclocross no hay auténticos haters de Sven Nys, ni tan siquiera los más acérrimos fans de cualquiera de los muchos rivales que a lo largo de los años han intentado plantarle cara, se alegraron por ese nuevo triunfo.

Es cierto, y lo decíamos ayer en nuestra crónica, que la de Hasselt, enmarcada en el Soudal Classics, una unión de carreras sin clasificación de la regularidad como pueden tener el BPost Bank, Superprestigio o Copa del Mundo, no contaba con la presencia de Wout Van Aert, el hombre que está dominando el invierno de 2015-16. Por ello, cabe preguntarse si ha llegado el momento de que el jovencísimo corredor belga comience a preocuparse.

La respuesta, claro está, debe contextualizarse antes siquiera de comenzar a ser contestada. Si lo que a partir de hoy va a cambiar sólo fuese que Sven Nys haya sumado una nueva victoria, la respuesta negativa sería la más lógica. Pero eso no es así, hoy regresa Van der Poel y, además, desde ayer el invierno ha entrado de verdad en Centroeuropa, convirtiéndose en un actor más a tener muy en cuenta en las carreras que vienen.

Atendiendo a lo que hemos visto durante los dos últimos meses, sería muy precipitado decir que Van Aert debería pensar ya en defender las rentas ganadas, pero la impresión que tenemos es que, efectivamente, haría bien el subcampeón del mundo en mirar a su alrededor y preocuparse por lo que se le viene encima.

En primer lugar y sobre todo, porque han sido muy pocos los corredores a lo largo de la historia que han podido mantener el nivel que ahora mismo demuestra Van Aert a lo largo de todo el invierno. El de Herentals comenzó la campaña al máximo nivel y ahí se ha mantenido hasta ahora, pero un breve repaso a la historia –y a la lógica– del ciclocross nos demuestra que estas demostraciones tempranas llevan, inevitablemente, a un bajón de forma que suele coincidir con el periodo navideño, una época de concentración de carreras y la puerta de entrada a la parte más importante del año, aquella en la que se disputan los nacionales y el Mundial.

Por supuesto, a medio plazo, lo que más debe preocupar a Van Aert es el regreso de su némesis, Mathieu van der Poel. El portador del maillot arcoíris saltará hoy al circuito de Koksijde, sí, pero no es de esperar que hoy le veamos con los mejores. Eso debería de llevarle todavía algunas semanas y, en relación al argumento anterior, su llegada a su mejor pico de forma debería coincidir con ese momento en el que, siempre en teoría, Van Aert comience a pasarlo mal.

La sombra de Sven Nys, claro está, es muy alargada. El Caníbal de Baal ha vuelto a ganar y eso siempre inquietará a más de uno. A sus 39 años, sería estúpido por parte del que esto escribe plantear un milagro por el que ese hombre que lo ha sido todo en y para el ciclocross, vuelva a ser el que era hasta hace tres años. Eso no va a ocurrir, pero hay dos factores que deberíamos tener siempre muy presentes a la hora de analizar el posible rendimiento futuro de Nys. En primer lugar, el hecho innegable que las victorias aportan tranquilidad y confianza. En ocasiones, quitarse de encima el peso que supone la necesidad de conseguir la primera es, literalmente, un lastre menos que arrastrar a la hora de dar pedales. En segundo lugar, debemos analizar el lado emocional. La prensa belga ha dado amplia cobertura esta semana al hecho de que Sven Nys ha encontrado un nuevo amor. Nys tiene novia y asegura estar pasando un momento muy feliz a nivel personal. Lejos queda aquella temporada en la que la separación de su mujer, tal y como él mismo reconoció, le afectó mucho a nivel mental a la hora de correr. También parece olvidado el capítulo del pasado año cuando la prensa se llenó de rumores sobre su homosexualidad. No se trata de convertir ahora a Ciclo 21 en un portal de prensa rosa, pero es absolutamente innegable que la estabilidad emocional del corredor puede influir de una forma enormemente positiva en su rendimiento.

Y, por último, tenemos la llegada del invierno. Con el frío y la lluvia ocurren tres cosas fundamentales en esto del ciclocross: la tierra se torna en barro, el agua, en deslizante hielo y el frío en un agarrotador de músculos. Todo ello hace que donde antes hacía falta potencia y velocidad, ahora se hagan más importantes la experiencia y la técnica.

Lo vimos ayer en Hasselt y así lo reconoció el vencedor. Fue una carrera mucho más técnica que todas las que hayamos visto hasta ahora. A Nys, igual que a otros muchos corredores de la especialidad invernal, no le va bien el ‘calor’, por lo que agradecen el descenso del mercurio y las malas condiciones climáticas –ayer, nevó por la mañana y el termómetro apenas pasó de los 3º–.

La conjunción de todo esto hace que, efectivamente, haya llegado el momento para que Van Aert se preocupe. Por el momento, es difícil pensar que su rendimiento vaya a dar un bajón espectacular de un día para otro, pero un par de malas actuaciones por su parte o, sobre todo, verse superado en un par de ocasiones por sus rivales, podrían hacer aparecer las dudas en su cabeza y entonces seguro que veríamos una nueva temporada.

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