Diego Rubio: “Al final, llevo una detrás de otra”

Schachmann batió a Rubio (derecha) en la Volta © Burgos-BH

Román Mendoza / Ciclo 21

Llevaba algunas semanas intentando charlar con Diego Rubio, protagonista en algunos momentos de la presente campaña, aunque no precisamente por esas victorias, por esas actuaciones de las que siempre nos gusta hablar. De hecho, quedamos en conversar después de la Vuelta a Aragón, esperando que allí le sonriera la fortuna que le había sido esquiva en los meses anteriores.

Pero no. Debí de transmitirle el gafe ya que el abulense del Burgos-BH sufría una caída en la parte final de la segunda etapa. “Íbamos muy rápidos, por el arcén, cuando literalmente se acabó. No sé si alguien avisaría, pero me encontré de golpe con la montonera y como otros me fui al suelo, no sé cuántos caímos. El médico de carrera me dijo que no tenía nada, pero estaba seguro de que sí, y así se lo dije a Cabedo -el director del equipo-, procurando apoyar la mano lo menos posible en esos kilómetros que faltaban para llegar”. Poco después, en el hospital se lo confirmaron, que tenía rotura no desplazada del extremo distal del radio del brazo izquierdo.

En segunda instancia decidieron no operar “porque no hay desplazamiento y era innecesario. Era correr riesgos para nada y no iba a influir en adelantar la recuperación”. Eso sí, la pelea de Rubio en estos momentos “es que me cambien la escayola por una férula. La escayola es muy pesada y no puedo hacer ni siquiera rodillo. Y para mí es muy importante poder estar entrenando lo antes posible, ya que en toda la semana no he podido hacer nada”.

La lesión le ha impedido correr una clásica belga y la Vuelta a Bélgica la próxima semana, “pero después pensaba parar un tiempo con el fin de descansar y afrontar los objetivos de la segunda mitad de la temporada. Pero eso no quiere decir que no esté preocupado, porque voy a tener que estar parado más tiempo de lo normal. Entre unas cosas y otras van a pasar cuatro semanas desde la caída hasta que pueda volver a salir a carretera. Ahora, sin poder hacer nada, los días se te hacen muy largos y hasta que no pueda volver a entrenar, por lo menos a hacer rodillo, y vea que vas progresando, no lo pasas nada bien precisamente”. De ahí la importancia de la férula que demanda.

El brazo de Rubio © twitter

Un cambio para coger confianza

“Al final, llevo una detrás de otra”, resume el abulense, que decidió esta temporada dejar un proyecto más consolidado como Caja Rural por este nuevo profesional Burgos-BH, con la intención de “recuperar la confianza. Necesitaba el cambio por ese motivo y en Burgos estoy muy a gusto, relajado y con muchas ganas, porque me han dado esa confianza que necesitaba. Ahora hace falta que lleguen los resultados”.

Un triunfo que estuvo a punto de llegar en la penúltima etapa de la Volta a Catalunya, en la que fue batido por su compañero de escapada, el alemán Max Schachmann. Cuando le preguntamos sí aún recuerda aquel día, su contestación es clara. “Más que acordarme, me lo recuerdan mucho. Lo único que tengo claro es que en ese momento pequé de generoso y me pudieron las ganas. Pero no le doy importancia. Viendo ahora al alemán como está andando en el Giro es una prueba más de que se vea lo que estuve a punto de hacer”.

La Itzulia podía haber sido su confirmación, ya que era su segundo gran objetivo de esa primera parte del año, pero se quedó sin poder correr en tierras vascas a causa de un atropello. Rubio rodaba junto con otro corredor cuando un vehículo invadió su carril, sin que pudiera evitar la colisión contra el coche, mientras su compañero resultó ileso. Evacuado al hospital, afortunadamente no tenía ninguna lesión de gravedad, por lo que fue rápidamente dado de alta. “Estamos pendientes del juicio, que será a finales de junio. Y a pesar de lo que dijo la conductora, en el atestado queda claro que fue su culpa”.

En la Vuelta Madrid © Burgos-BH

Eso sí, el abulense se despachó en las redes sociales. “¿Seguimos sin endurecer las leyes?” “No sé cuántas personas tienen que morir para que nos tengan en cuenta”, declaraba. Rubio sabe que es un problema de educación “porque muchos conductores siguen sin saber que tienen que dejar el metro y medio para adelantar o que los ciclistas podemos ir en paralelo. Pero mientras que no se endurezcan las sanciones, me temo que la gente no se va a preocupar por tenernos ese respeto. En el caso de mi atropello, no hay ninguna razón para que el coche que venía de frente invadiese mi carril”.

A la espera de poder estar corriendo ya en los Campeonatos de España, Rubio buscará llegar en el mejor momento de forma “a la Vuelta a Burgos y a la Vuelta a España. La primera es la carrera de casa, en la que el equipo tiene muchas ilusiones puestas y en la que todos vamos a dar el máximo. Y de la Vuelta a España, ¿qué voy a decir? Es el gran escaparate para todos, sobre todo para los equipos invitados”.

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