El Giro 2022 es pequeñito

Bernal, vigente campeón de la Corsa Rosa

El Giro 2022 se queda a medio camino en muchas cosas.

No sé a vosotros pero a mí el hilo de estas declaraciones de Vegni, organizador del Giro, sobre la edición de 2022 me han dejado loco

La admisión del patrón de la carrera de que los corredores han opinado sobre el trazado -cosa que siempre pasa, pero no de forma tan explícita- y que sobre ese criterio se ha decidido arrinconar las cronos es algo que hasta la fecha nunca había leído.

Sí que sé que en ocasiones algún ciclista ha propuesto e influido para trazar una etapa en su zona de residencia -Purito en la Vuelta 2015 y la jornada andorrana, por ejemplo-, pero a este nivel de influencia es complicado de entender, más cuando venimos de episodios en los que el Giro de Italia ha tenido que recular en un par de etapas en los últimos dos años por «recomendación» de los ciclistas y su entorno.

Como aficionado, la sensación de que se decide todo a espaldas del interés que les demostramos es total, y la decepción no es menor.

Ahí está un Giro 2022 que camina en medio de todo, que tiene dureza, pero no mucha, que tiene kilómetros, pero no muchos, que presenta un balance contrarreloj paupérrimo, muy alejado de lo que entendemos por justicia deportiva.

«Es injusto que el último día alguien decida a su favor la carrera cuando ha tenido veinte días para hacerlo» viene a justificarse Vegni sobre la crono final en Verona.

Artículo completo en El cuaderno de Joan Seguidor

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