El Rat Penat, uno de esos muros que cuestionan tu fe ciclista

Rat Penat © Joan Seguidor

Me habían hablado mucho de él, incluso lo intuía cuando ibas por las Costas del Garraf, lo vi cuando la Vuelta lo abordó, recuerdo el triunfo de Imanol Erviti… hablo del Rat Penat.

Es una subida despiadada, que no empieza con sutilezas, en un momento dejas el mar ahí abajo, lejos, con la línea costera que va de Castelldefels a casi el Prat de Llobregat, dirección la gran ciudad. Luego, cuando salvas las primeras culebras, crees que lo peor ha pasado, pues la carretera ofrece varios descansos, te vendrá la puntilla, con otros rampotes que el Rat Penat despliega para tortura del ciclista.

Bien podemos decir que hasta que no llegas a Plana Novella, hasta las inmediaciones del Monasterio Budista no estás a salvo de su veneno… Lo hemos subido haciendo eses, pero lo hemos logrado y hemos recordado, punto por punto, la historia que en su día nos trajo Jordi Escrihuela…

Artículo completo en el cuaderno de Joan Seguidor 

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*