El significado de un récord de 2012 trasladado a 2023

Sebastián Mora, David Muntaner, Eloy Teruel y Albert Torres © RFEC

Trackpiste / Ciclo 21

El 3 de agosto de 2012, la cuarteta española formada por Sebastián Mora, David Muntaner, Eloy Teruel y Albert Torres conseguía batir el récord de España y bajar por primera vez en la historia de los cuatro minutos (3:59.520).

Fue en el transcurso de la segunda ronda de la persecución por equipos de los Juegos Olímpicos de Londres y aunque en la final por el quinto y sexto puesto no se logró volver a batir la marca, ni superar a Dinamarca en el enfrentamiento, esos 3:59.520 no sólo significaban el cumplimiento de un objetivo del entonces seleccionador Juan Martínez Oliver que sabía que la cuarteta valía ese tiempo, sino estar entre las seis mejores selecciones del mundo, a ocho segundos de Gran Bretaña, que en la final establecía una nueva plusmarca mundial, con 3:51.659.

No era la mejor ‘posición’ relativa de España respecto a las cuartetas más destacadas del mundo, ya que en esa época dorada de 2004, nuestro histórico equipo con Carlos Castaño, Sergi Escobar, Asier Maeztu, Carles Torrent y el muchas veces injustamente olvidado Guillermo Ferrer fueron capaces de estar en el podio de un Mundial y de unos Juegos Olímpicos, a muy poca distancia de las intocables cuartetas británica y australiana. Pero ponemos el punto de partida de nuestra historia en 2012 por lo que significó como inicio de una era.

Una situación económica federativa más que alarmante obligó a cortar por lo sano. Y fueron las disciplinas más ‘costosas’ -aunque sea impropio hablar de coste sino de inversión- las que más se vieron afectadas. La persecución por equipos pasó a ser marginal, aunque la inercia de resultados dignos continuó algunos años más, pero la actividad con las cuartetas no se recuperó con un sentido prioritario hasta 2022, pensando en que retomar ese registro como punto de partida sería extraordinariamente sencillo.

Desgraciadamente la historia no ha sido así y las cuartetas españolas ni se han acercado a ese punto de inflexión de los 4:00:

Unas marcas que muestran que no hay evolución, que se han estabilizado en la horquilla del 4:02-4:05. Y aunque la persecución es uno de los objetivos prioritarios de los actuales técnicos federativos, dichas marcas muestran a las claras que el trabajo que se está realizando no aporta los frutos deseados.

Lo fácil sería -y de hecho alguno ya ha osado- echar la culpa a los corredores. Y aunque los ciclistas de nuestra cuarteta no sean, como decía ayer, Ganna o Milan, sí que son especialistas que serían capaces de marcas mucho mejores con unas concentraciones donde los técnicos no se obsesionasen con el cronómetro y con desarrollos fuertes que no pueden mover, y si trabajasen aspectos técnicos, de relevos, colocación, ritmo de carrera, cadencias, aerodinámica… Por no hablar del trabajo postural y de fuerza que deberían hacer en casa en coordinación con sus entrenadores personales, bajo un plan federativo que ahora mismo es inexistente.

Y quedarse a 16 segundos del tiempo de la mejor selección en la clasificatoria en los dos últimos Mundiales o a estar a 20 del vigente récord del mundo -recordemos los ocho con los que comenzábamos esta historia- es algo incomprensible e injustificable teniendo en cuenta los avances que hay no sólo en preparación, sino en material y en otros muchos aspectos a los que parece ser ajena España.

Para terminar, otra comparativa que pone a las claras lo improductivo del trabajo que se está realizando en nuestra selección. En lo que va de década, diez  países han bajado de 3:50 y, además, buena parte de ellos lo hacen habitualmente: Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Italia, Nueva Zelanda, Rusia y Suiza. Es la marca con la que tienes que soñar no sólo para estar en unos Juegos, sino simplemente para pasar el ‘corte’ en un Mundial.

Pero, además, otras diez naciones tienen sus plusmarcas por debajo de esa barrera psicológica de los 4 minutos, Bélgica, Bielorrusia, China, Colombia, Corea, Estados Unidos, Japón, Polonia, Países Bajos (3:58.230, lograda en 2015) y Chile (3.59.154, 2016), dos países que no tienen actividad habitual en esta disciplina, aunque algunas de las selecciones de este grupo no tardarán en meterse en el primer pelotón.

Dicho de otra forma, España ocuparía ahora mismo la vigésimo primera posición -quizá alguna más arriba si borramos a las selecciones que no realizan un trabajo habitual- en el escalafón mundial y meterla entre las diez naciones que acuden a unos Juegos Olímpicos es poco menos que imposible mientras que se siga en la dinámica actual.

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