Eukene Larrarte oficializa su despedida del ciclismo de alto nivel

TrackPiste / Ciclo21

Con un largo mensaje en su cuenta de Instagram, Eukene Larrarte se ha despedido del ciclismo de alto nivel. Como bien dice, “no es algo de ahora, han pasado meses desde que he tomado esta decisión”, aunque también explica las razones de esta demora: “Si antes no me he pronunciado es porque no me sentía preparada para expresar lo que sentía, tampoco tenía claro el por qué. Es una decisión difícil para mí y tampoco hay una sola razón para dejarlo. Ha sido un cúmulo de cosas para que ocurra este año. Tampoco creo que este texto resuma todo lo que me ha pasado”.

Con la medalla en el Europeo de Grenchen

La ciclista guipuzcoana, de 27 años, comenta que “ya no podía más, lo estaba pasando realmente mal”, reconociendo que no se consideraba “lo suficientemente buena en pista para competir con las mejores, ni tampoco en carretera para estar en un equipo profesional”, algo con lo que sinceramente no estamos de acuerdo. “También hay otra cosa, que me duele admitir, porque todavía no sé hasta qué punto fue el punto de inflexión… y fueron los Juegos Olímpicos de Paris”.

“Inicialmente, mi objetivo era ver cómo era el proceso de clasificación. Después del primer año, por suerte o por desgracia, hice buenos resultados y me coloqué bien en el ranking, parecía que podía ir a unos Juegos… Ese mismo año, en el Europeo gané una medalla de plata en una prueba no olímpica. Pero nunca lo saboreé, no lo disfruté. Me dejé llevar por la vorágine de los Juegos y a por la siguiente prueba puntuable. El siguiente año la cagué en todas las pruebas puntuables, en todas. Fui la única responsable de quedarme fuera. ¿Y qué cambió? La presión. La que me puse yo, y también la que me pusieron. Ahora todo el mundo quería que yo fuese. ¿Y yo? ¿Estaba preparada? La cuestión es que perdí completamente el foco y el objetivo real. Y me quedé fuera. Y de repente, estás sola. Una deportista cuando se queda fuera de unos Juegos, se siente sola, siente un vacío, que es difícil explicar”.

Pese al varapalo -sobre el que tampoco se extiende sobre las razones ajenas a ella y de las que habría mucho que contar-, cree que “vivir aquello cambió algo en mi. Aprendí a ponerme limites, a decir que no. Otra cosa que me ayudó fue mi psicóloga. Gracias a ella aprendí a cuidar de mi ‘yo’ no ciclista. Me ocurría que no sabía diferenciar mi yo ciclista y mi esencia, mi yo. parecía que había des personas. Y me perdía, y Usu era la que me ayudaba a cuidarme”.

Con los colores de su equipo

A continuación, Larrarte tiene un especial recuerdo para muchas personas y lugares porque “el ciclismo me ha dado tantas cosas buenas. Sobre todo, me llevo a muchas personas, personas de todas las partes del mundo con las que comparto anécdotas para toda la vida”, comenzando por su equipo de pista –“creo que era cuando mejor compaginaba el disfrute con la competición. Me sentía plenamente yo”- o velódromos como el Anoeta, Barcelona o Portugal, “lugares que siempre van a ser especiales para mi. Me duele no haber podido despedirme, saber que iba a ser una última vez y decir agur”, así como a Ematiz Izaguirre, su entrenador, del que dice que “siempre hemos peleado juntos contra todo. Cuántas veces me han dicho que no eres buen entrenador, que te dejase… Nunca les hice caso, porque teníamos las cosas claras y sólo hemos tenido una manera: trabajando. Ha habido muchos momentos en los que dejaba de creer en mí, pero a veces basta que una persona lo haga por ti para seguir adelante. Y esa persona eras tú”. Y por supuesto a su familia –“siempre ahí, apoyándome en mis decisiones, y dándome amor cuando más lo necesitaba”- y a sus amigos: “No es fácil tener una amiga deportista. Pero en cada vuelta a casa, ahí habéis estado, levantándome recordándome quien soy”.

También se pregunta si se “siente orgullosa de lo que he conseguido Ahora mismo diría que no, porque tengo mil objetivos y ambiciones que no he cumplido, y si aquí está hablando la Eukene que es super exigente y para la que nunca es suficiente”. 

Posiblemente en cuanto pase algún tiempo y tengas aún más perspectiva de todo lo sucedido, te darás cuenta de lo mucho que has hecho, de lo que has aportado al ciclismo y de lo que te sentirás plenamente orgullosa. Personalmente, tengo muy claro que has sido una gran ciclista, pero más claro tengo que siempre serás una gran persona.

Eskerrik asko.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*