Froome, tras los pasos de Merckx e Hinault

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Tras ganar La Vuelta, Froome podría volver al Giro tras 8 años de ausencia / © Team Sky

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Desde que amarrara el triunfo aquella fría tarde de septiembre en la cima del Angliru para convertirse en el primer ciclista en sumar el doblete Tour-Vuelta desde el cambio de fechas de la ronda española, los rumores y predicciones sobre cuál sería el siguiente paso en la carrera de Chris Froome (Sky) hacia los libros de historia del ciclismo han centrado no pocas conversaciones en el mundillo de las dos ruedas.

El británico, exultante, aseguraba ese día 9 de septiembre que ya forma parte de la historia del ciclismo, pero a nadie se le escapa que, tras apostarlo todo al Tour de Francia, nunca considerará su obra completa hasta, como mínimo, entrar a formar parte del club de los pentacampeones de la Grande Boucle.

En cualquier caso, mientras sigue centrado en sumar ese quinto Tour que le pondría junto a ciclistas del peso específico de Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault o Miguel Induráin; Chris Froome, hombre inconformista cuya forma de correr –aunque este 2017 hemos visto una versión bastante más ofensiva– no termina de reflejar la verdadera voracidad de sus ambiciones, bien podría haberse marcado un nuevo reto: entrar a formar parte del grupo de los seis hombres que, hasta el momento, saben lo que es ganar las tres grandes vueltas por etapas. Un club del que Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) es el único representante en activo tras la retirada de Alberto Contador, único miembro español del mismo.

Así, el ruido sobre un posible doblete Giro-Tour en 2018 ha ido aumentando con el paso de las semanas que han transcurrido desde septiembre y ahora, cuando únicamente restan horas para que RCS desvele mañana en Milán el recorrido del 101º Giro de Italia, algunos medios han llegado ya a confirmar que la decisión de Froome de estar en la Corsa Rosa está ya tomada.

Para que el Giro de Italia arranque el Jerusalén queda todavía mucho tiempo. Si Froome anunciará su decisión en los próximos días o si esperará a conocer en detalle el recorrido de la Vuelta a España es algo sólo el tiempo nos dirá. Pero, si optase por el calendario que ha visto fracasar a Nairo Quintana este mismo año, ¿qué podría conseguir Froome en términos históricos?

En primero lugar, tras haber sido el primer corredor en conseguir el doblete Tour-Vuelta desde que la ronda española se disputa en septiembre, Froome podría ser el primer hombre en ganar las tres grandes vueltas de manera consecutiva en su calendario actual. Que nadie lo haya conseguido desde que Unipublic salvara la Vuelta a España colocándola como la tercera del año explica por sí mismo la dificultad de la empresa.

Pero, quizás más importante que lo dicho anteriormente, es fijarse en que en toda la historia de este deporte, que ha visto ya celebradas 104 Tours, 100 Giros y 72 Vueltas sólo Bernard Hinault y, por supuesto, Eddy Merckx han conseguido sumar tres triunfos consecutivos en España, Italia y Francia, por usar el orden cronológico por el que se disputaban entonces las carreras. Es cierto, en cualquier caso, que nadie ha conseguido el triplete en la misma temporada. Así, El Caníbal inició su racha victoriosa con el Giro de 1972, al que le siguieron el Tour de ese año y la Vuelta y el Giro de 1973 año en el que no corrió el Tour. mientras que El Tejón se llevó Giro y Tour en 1982 y la Vuelta a España de 1983. Por lo tanto, incluso en este reducidísimo grupo de dos socios Merckx destaca al ser el único corredor que ha encadenado 4 grandes vueltas triunfales consecutivas.

El ciclismo, claro, ha cambiado enormemente. Tanto, que resulta siempre difícil e inútil comparar épocas tan diferentes y lejanas como la de Merckx, al que le bastaron 13 años en activo (una carrera muy corta si lo vemos con los parámetros actuales) para completar su inalcanzable palmarés, y la de Froome, máximo exponente de una hiperespecialización que comenzó a explorar un tal Miguel Induráin sin que el español, pese a que los sectores más tradicionalistas se escandalizaran en aquellos años, llegara jamás a los límites del británico que, a su vez, ha relajado esa tendencia si comparamos su calendario con el de la generación borrada de Lance Armstrong.

Por ello, decir que Froome puede, si decide correr el Giro en 2018, igualar la proeza de Merckx e Hinault es decir sólo una parte de la verdad. Y lo es porque el británico, en su 2017 triunfal con el doblete Tour-Vuelta sólo consiguió, además del amarillo de París y el rojo de Madrid, dos triunfos de etapa en la Vuelta: la llegada en alto de Cumbres del Sol y, por supuesto, la contrarreloj larga de Logroño.

A la espera de ver lo que Froome puede sumar durante 2018 diremos que Hinault consiguió, el año en que completó el doblete Giro-Tour (1982), el GP La Marsellesa, seis etapas en el Giro, cuatro etapas en el Tour, el GP de las Naciones, la Vuelta a Luxemburgo (con una etapa) y fue distinguido al finalizar el año con el Superprestige Pernod, precursor del actual número uno del UCI World Tour que ha ido a parar a manos de Greg Van Avermaet (BMC).

Pero si los registros de Hinault ensombrecen la temporada de Froome, lo que hizo Merckx entre 1972 y 1973, cuando sumó los dobletes Giro-Tour y Vuelta-Giro, es algo sencillamente indescriptible. En esos dos años, El Caníbal se las apañó para ganar: un Circuito Het Volk (actual Het Nieuwsblad), una Milán-San Remo, una Gante-Wevelgem, un GP Escalda, una París-Roubaix, una Flecha Brabanzona, una Amstel Gold Race, una Flecha Valona, dos Lieja-Bastoña-Lieja, un Giro de Lombardía (actual Il Lombardía), ocho etapas en el Giro (más la clasificación por puntos y de la combinada), cuatro etapas en el Tour (más la clasificación por puntos y de la combinada), seis etapas en la Vuelta a España (más las clasificaciones por puntos, metas volantes y la combinada), dos Superprestige Pernod, una Escalada a Monjuic, dos A Través de Lausana, el récord de la hora, un Giro de Piamonte, un Giro de l’Emilia, un Trofeo Baracchi, un GP de las Naciones, una París-Bruselas, un GP Fourmies, un Giro de Cerdeña y un Trofeo Laigueglia.

Como ya hemos dicho, las comparaciones son tan odiosas como absurdas, así que lo mejor será, si finalmente Froome decide asaltar el triunfo en el Giro, que lo veamos evolucionar con los ojos del ciclismo actual en el que el mero intento ya merece, independientemente de que se pueda considerar un acierto o un error, un enorme reconocimiento.

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