García Cortina: “Siempre salgo a disputar. En todas las carreras”

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García Cortina espera poder dar un nuevo paso adelante en su progresión / © Facebook

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Cuando al otro lado de la línea suena esa especie de click que indica que alguien ha descolgado, se escucha de fondo la impersonal voz de la megafonía de un aeropuerto anunciando vuelos y destinos. Iván García Cortina (20 de noviembre de 1995, Gijón) está, literalmente, embarcando en el avión que le llevará a Bélgica para la disputa de las dos primeras clásicas de la temporada. El asturiano afronta su segundo año en el World Tour y, con unos todavía muy tiernos 22 años, es el corredor llamado a ocupar el hueco que en el ciclismo español dejaron Óscar Freire y Juan Antonio Flecha. Su primera campaña, la de aprendizaje y adaptación, la cerró con buena nota. Ahora, más rodado él y en un equipo que ha tenido un año entero para pulir sus engranajes internos, llega el momento de dar el siguiente paso. No habrá una exigencia extrema sobre él. Nadie espera que esté a la altura de los Van Avermaet, Sagan o Naesen… al menos, no todavía. Pero sí se espera de él un nuevo paso adelante. Un nuevo avance en su progresión. Un mayor aprendizaje. Una, en definitiva, nueva etapa en el largo camino hacia el dominio de las clásicas, esas carreras que le apasionan y en las que espera ser protagonista algún día.

Este año hará más o menos el mismo calendario que el año pasado. “Haré todas las clásicas, pero un poco más ordenado. Creo que tendré una mejor preparación porque haré París-Niza [carrera que sustituye en su programa de 2018 a la Vuelta a Andalucía que corrió en 2017, N.d.A.]. Es una carrera en la que estás entre abanicos todo el día y son siete días de competición. Todo eso te da un punto más”.

– El año pasado corrió la práctica totalidad de clásicas. Cuando hablamos con usted en octubre ya nos adelantó que su intención era coger experiencia. Pasado un año de todo aquello, ¿que balance hace de su campaña de 2017?

– Creo que fue bastante bien. A mí, me gustó. Tampoco terminé súper cansado porque tuve muchos descansos de por medio. Hice todas las clásicas y estuve casi un mes de descanso para hacer Japón, Limburgo y Suiza y después de otro mes de descanso terminé con la Vuelta. Creo que fue un calendario genial.

– Si nos ceñimos a los dos meses de clásicas, en la concentración de Croacia nos dijo que uno de los principales objetivos era terminar todas las carreras en las que tomara la salida. Además de conseguir un undécimo puesto en el Premio Escalda, terminó todo menos Roubaix y Amstel Gold Race. ¿Le duelen esos abandonos?

– No, en absoluto. En Roubaix no terminé porque pinché justo cuando cayó Terpstra y era imposible pasar los coches en aquel tramo de pavé. Me quedé tirado unos diez minutos y ya no pude entrar. Pero antes de eso había estado en la pelea por coger las fugas. Me metí en un par de ellas, pero al final no se hizo ninguna. Pese a haberme desgastado bastante ahí, al entrar en el pavé me encontré muy bien. No terminé, pero acabé con un gran sabor de boca. Amstel tampoco me dolió porque era una carrera que no tenía prevista en mi calendario. No contaba con ella y me la tomé como una carrera para disfrutar. Intenté ayudar a Ion a estar delante. Incluso arranqué en el Cauberg. Me gustó y disfruté. Lo di todo hasta que estuve vacío y cuando ya me quedé no busqué grupeto y me fui directamente al bus.

Pasas de ser cabeza de ratón a cola de león”

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García Cortina quiere brillar en las clásicas / © Facebook

– Venía de un 2016 en el que hizo 8º en Flandes y 10º en Roubaix [en las pruebas Sub23, N.d.A.]. Además, en Roubaix se permitió el lujo de atacar en el Carrefour de l’Arbre para tratar de enlazar con el grupo que andaba escapado. ¿Ha notado mucha diferencia entre las pruebas sub23 y las elite?

– Sí, sobre todo en el ritmo al que se disputan. Pasas de ser cabeza de ratón a cola de león. También se nota en la cabeza. Es tu primer año y ves que van muy rápido y no piensas tanto en lo que puedes hacer y eso puede que haga que te quedes un poco antes.

– Acumulada ya la experiencia de 2017, ¿qué objetivos se marca para esta temporada?

– Primero quiero ver de qué soy capaz en estas dos primeras clásicas. Aunque sean la primera toma de contacto, creo que me encuentro bastante bien y me gustaría dar un paso más y verme como en la Gante-Wevelgem del año pasado. Llegué al Muro con unos 30 corredores, pero luego me caí. Me gustaría estar disputando en todas el top 20 o top 25 y que el día bueno de esta temporada sirva ya para entrar entre los diez mejores. Sería un paso más.

– Los nombres que todo el mundo destaca por encima de los demás son los de Van Avermaet, Sagan y Naesen. ¿Cree que puede haber alguien más que llegue a su nivel?

– Cada año hay alguno que destaca. Creo que Moscon puede estar muy bien este año. Ha acumulado un año más de experiencia y yendo como va, seguro que puede estar delante. Nosotros vamos con Colbrelli, que también ganó en Dubai bastante bien. El equipo ya no es un grupo de primer año. Ya hay más tranquilidad y estamos más organizados y eso se va a notar. Colbrelli hizo el año pasado top 10 en Flandes y eso nos hace tener confianza en él.

– Precisamente sobre esa experiencia grupal quería hablarles. Junto a usted hay nombres muy destacados en su equipo como Visconti, Pelizotti, Gasparotto, Haussler, Colbrelli, Bozic, Bole… Grandes individualidades que, además, este año habrán sumado una campaña de experiencia en unas carreras en las que la táctica es fundamental. ¿Cree que eso va a marcar una gran diferencia para ustedes?

– Eso es. En las concentraciones el feeling y todo el ambiente con los compañeros es mucho mejor que el año pasado. No nos conocíamos y todo era diferente. Este invierno, sin embargo, el grupo ya nos conocíamos y todo ha ido mucho mejor.

Muy satisfecho con su Vuelta a España

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García Cortina, 3º en Gijón / © ASO

– Dejemos un momento de lado las clásicas. El año pasado acabó usted muy bien la Vuelta. Todos recordamos aquella etapa de Gijón, con su escapada y su tercer puesto; pero quizás pasó desapercibido el quinto puesto de Madrid. ¿Cómo valora su primera participación en una prueba de tres semanas?

– Acabé súper contento. Sobre todo, con la tercera semana. La verdad es que en la primera semana pensé que no iba a terminar porque iba muy mal. La segunda semana fue mucho mejor y sólo tuve un día malo, pero la última iba muy bien. El día antes de Gijón, que fue la etapa de Santo Toribio de Liébana, terminé en el primer grupo. Me vi muy bien en las subidas. Estaba como que no me lo creía. Me decía ¿qué hago yo aquí en las subidas con estos?.

– Recuerdo que en la concentración de Croacia nos dijo que no subía mal, pero ocho kilómetros como mucho. No me dirá que la Vuelta estuvo falta de montaña.

– ¡No, no! Pero la etapa que te comento tenía ese tipo de subida que me gustan. Puertos de tercera de seis o siete kilómetros con pendientes que no son muy duras.

– Además de su actuación individual, corrió su primera grande al lado de un Vincenzo Nibali que peleó el triunfo hasta el final y terminó segundo. ¿Cómo lo vivió?

– Fue algo brutal. Estar tu primer año al lado de un corredor como Vincenzo hace que aprendas muchísimo. Además, en el equipo de la Vuelta estábamos súper a gusto todos. Había un ambiente buenísimo y creo que los resultados también llegaron un poco por esa parte. Cuando hay un ambiente y tienes un líder como él, que es muy tranquilo y no mete nada de presión, se trabaja muy bien.

– No puedo dejar de preguntarle por el hecho de que si Froome fuese sancionado Nibali sería el vencedor de esa Vuelta a España. ¿Cree que Froome debería estar corriendo?

– No es algo en lo que me quiera meter porque es algo que no va conmigo. Mi opinión tampoco haría cambiar nada.

– Al Mundial fue en la categoría Sub23. ¿No quiso ir como elite?

– No me dieron la oportunidad de ir con los elite, pero la verdad es que me gustaba la idea de hacerlo en Sub23. Me daba igual unos u otros. Era mi última carrera como sub23 y quería disfrutarla y, a la vez, tener alguna oportunidad. No tengo queja alguna al respecto.

Gaviria-García Cortina, el gran duelo soñado

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Iván García Cortina en su primera Vuelta a Flandes / © Merida Bikes

– En su paso por Quick Step compartió habitación con Fernando Gaviria, que ha dicho recientemente que quiere ser la próxima gran figura de las clásicas. Como en esto siempre están los grandes duelos como los Boonen-Cancellara o el actual Van Avermaet-Sagan, ¿cree que el próximo gran duelo hablará español y será el Gaviria-García Cortina?

– ¡Ojalá! Él ya está arriba. Está consagrado. A mí todavía me queda mucho.

– Siempre se ha dicho que la madurez del clasicómano llega más tarde que la del vueltómano. ¿Cuánto cree que le queda a usted para llegar a su mejor momento?

– No lo sé. Como te he dicho antes, tengo ganas de que lleguen estas dos primeras clásicas para ver cómo estoy. Pero es lo que tú dices: hace falta tiempo y el cuerpo tiene que ir haciéndose. Creo que son cosas que llegan. Cuando estés delante lo vas a ver. Yo trabajo al cien por cien para conseguirlo, pero el cuerpo se adapta cuando él quiere. Algunos lo hacen antes y otros más tarde.

– Antes de comenzar la campaña de 2017 dijo que en 2016 había notado que mejoró mucho en su sprint. ¿Qué cualidad cree que ha desarrollado más en su primera campaña World Tour?

– No lo sé. Creo que he mejorado de forma global. Quizás destacaría la resistencia y que he aprendido a trabajar mejor en equipo ya que me tocó trabajar hasta septiembre, pero aprovechando las oportunidades que tuve, como se pudo ver en la Vuelta.

-Está claro que el Mundial de este año no es para un hombre de sus características, pero ¿le gustaría ir para trabajar o cree que el trazado no le permitiría hacer ni eso?

– La verdad es que ni miré el recorrido, pero si me dijesen de ir sería algo muy bueno porque supondría que Mínguez piensa que lo puedo hacer bien y será porque he demostrado que puedo hacerlo. Ellos saben bien a quien llevan.

– ¿En qué clásica le gustaría destacar más y con qué puesto sueña en ella?

– Me gustan todas. Por ejemplo, estas dos primeras me gustan porque el nivel suele ser un pelín más bajo que en las otras y lo veo como una oportunidad más cercana. Pero como sueño, me quedó con la Roubaix. Estar en el top15 de la Roubaix sería algo genial como corredor de segundo año.

– He querido entender de sus palabras que no descarta poder disputar alguna de las dos carreras de este fin de semana.

– Sí, claro. Al final, todas las carreras a las que voy es para disputar. Tenemos a Sony de líder y qué mejor sería que llegar los dos juntos y poder lanzarle el sprint. Eso, dado que siempre llegan grupos pequeños, me permitiría hacer top10 o top5 y sería más que bueno.

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