Igor Antón: «Tengo piernas, pero me falta salud»

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Igor Antón llega a la meta del Zoncolan el pasado sábado / © Dimension Data

Igor Antón (Dimension Data) dejó su Giro de Italia más sufrido el domingo. Un día antes, se agarró a las rampas del Zoncolan para exhibirse en cabeza y dejar su sello, aquel que le llevó a ganar en la cima más empinada en 2011. “Fue un espejismo”, reconoce en un Giro “nefasto” para él. Ahora, su carrera es otra, encontrar el origen de sus problemas intestinales que le vienen amargando desde hace unos años.



Al ataque en el Zoncolan y retirado al día siguiente, ¿cuál es su relato de su Giro?
Es muy largo de contar, no es algo puntual, sino que es un problema que viene de hace tiempo. Ya llevo unos años en los que me sucede algo parecido, aunque hasta ahora no le había dado importancia. Ahora sí me he empezado a preocupar. Es un problema intestinal. El cuerpo no me hace bien la digestión, por lo tanto no te recuperas bien, y estás sin energía, aparte de un dolor regular. Eso te mina la cabeza y no estás bien. Me pasó ya en el Giro 2015 con Movistar Team o en las dos últimas Vueltas a España. Ahora lo analizo y pienso que es la misma historia que me afecta ahora.

¿Cómo vivió entonces esa subida al Zoncolan, incluso siendo cabeza de carrera?
Fue una sorpresa porque el día anterior al Zoncolan me veía en casa. No me lo creía por cómo había estado en todo el Giro, realmente mal. No sé ni cómo pude estar ahí. Aguanté por orgullo, salí por rabia porque la situación es frustrante; saqué de la chistera ese momento. Pienso que todavía tengo piernas para ello pero no la salud. Era una etapa que me motivaba, pero no me esperaba estar ahí en cabeza. Incluso me llegué a emocionar e ilusionar por remontar la situación, pero fue un espejismo, al día siguiente volví a la realidad. Desde la salida me fui quedando hasta que dije ‘así no se puede seguir’ y decidí retirarme para mirarme el cuerpo bien. Sí por lo menos que me deja una pequeña sonrisa el día del Zoncolan. También me quedo con la ayuda y la experiencia que he podido a aportar a Ben O’Connor.

¿Qué recuerda de aquella victoria en el Giro 2011?
Cada día me veía mejor en aquel Giro, el día anterior había sido quinto. Y las etapas que terminan en alto con rampas duras desde siempre se me dieron bien. Mi musculatura va mejor. Aquel día no me lo pensé, arranqué desde abajo y el rendimiento fue espectacular. Y qué decir de los rivales, Contador, Nibali, Scarponi, Menchov… Fue mi día más grande, sin olvidar la etapa de Bilbao que fue algo muy sentimental. Sí, sin duda fue mi mejor victoria de siempre. La gente me lo recuerda y eso me hace sentirme aún más orgulloso.

¿Sintió el aliento de los aficionados en el Zoncolan?
Sí, sí, es curioso, desde la salida. Quizá llevo unos años que no estoy siendo el mejor Igor, salvo momentos fugaces. Y, sin embargo, la gente recuerda aquella etapa del Zoncolan, La gente me nombraba, más que en el resto del Giro. Incluso estuvo algún familiar y un excompañero de equipo. Son recuerdos que me quedan de un Giro nefasto. Eso me ha dado una pequeña alegría y para decir que no todo ha sido malo. Yo no quería abandonar, pero a veces no puede ser. Incluso te sientes un poco culpable porque no he podido rematar lo que se me pedía y lo que yo quería. El equipo me ha apoyado y quiero destacar en concreto la ayuda de Patxi Erdoiza, mi masajista y osteópata del equipo.

¿Cuáles van a ser sus próximos pasos para tratar su dolencia?
Está claro que hay un problema. De inmediato me quiero hacer una exploración completa, incluso una colonospia si es necesario. Vamos a mirar hacia delante, y tomaremos entonces las decisiones. Primero a ver si puedo buscar un por qué. Yo sé que si estoy normal, sé que tengo un nivel muy bueno, aun sabiendo que no será mi mejor versión, y lo pude demostrar este mismo año en el País Vasco. Tengo 20 grandes vueltas y sé que los pasos previos a una grande son muy importantes. Y esto tampoco lo pude hacer antes del Giro, se me rompió todo después de País Vasco, y no pude hacer las cosas como quería.

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