Javier Guillén: A vueltas con la Vuelta (I)

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Javier Guillén (dcha) reconoce en Víctor Corder (izq) a su mentor en la tarea de dirigir la Vuelta a España

Javier Guillén: A vueltas con la Vuelta (II) – Una Vuelta para todos los públicos

Javier Guillén: A vueltas con la Vuelta (y III) – La Vuelta de los líos

‘Una Vuelta apta para todos los públicos’

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Javier Guillén llegó a la dirección general de la Vuelta a España, la cita más importante del ciclismo español, hace algo menos de una década. Cuando tomó el relevo de Víctor Cordero, un histórico dentro de aquella Unipublic original de los Ramón Mendiburu, Felipe Sáez de Trápaga y, sobre todo y sobre todos, Enrique Franco; ya llevaba mucho tiempo vinculado a la empresa, por lo que el ciclismo no era algo nuevo para él. Ocupaba, entonces, la secretaría general de la empresa española, pero sentarse y asomar la cabeza por el techo solar del coche de la dirección de carrera de la Vuelta a España es un salto que a muchos les daría vértigo. A él no le tembló el pulso. Siguió, según dice, el trabajo que otros habían empezado. No se considera el gran revolucionario de la carrera española. No cree que sea el artífice de lo que ha venido a llamarse el ‘lavado de cara’ de la Vuelta a España en los últimos años.

Es evidente que la Vuelta a España es una de las joyas de la corona del deporte español. Pocas citas anuales pueden presumir de arrastrar tal cantidad de masas tanto presencialmente como a través de la televisión. Es uno de los grandes escaparates internacionales de lo que se conoce como ‘Marca España’. Por ello, podría decirse que Guillén, aunque se muestre pudoroso en cuanto al protagonismo personal, es un destacado miembro del ‘cuerpo diplomático deportivo’ español. Ciclo 21 ha querido hablar con él de la Vuelta a España en general y de la edición de 2015 en particular. Una conversación que, por su interés y duración, hemos dividido en 3 capítulos. Empezamos hoy, repasando el camino que ha traído a Javier Guillén hasta el puesto de Director General de la Vuelta a España.

Acaba de terminar la 70ª edición de la Vuelta a España. La 20ª desde el cambio de fechas. La 7ª desde que usted asumiera el mando. ¿Qué es la Vuelta a España? ¿Una anciana que, para lo bueno y lo malo, como decimos de las abuelas, es como es y hay que aceptarla así? ¿Una joven que está cerca de encontrar su verdadera identidad? ¿O una niña que todavía tiene que entrar en la adolescencia?

La Vuelta a España es un evento altísimamente consolidado que pertenece al patrimonio del deporte español y del ciclismo mundial. En los últimos años ha encontrado un modelo claro y una seña de identidad absolutamente definida y lo que hay que hacer es seguir trabajando en ese modelo para que la Vuelta siga creciendo. Más que nada, diría que es un evento clásico. De los más antiguos de España. Desde el punto de vista del espíritu, absolutamente joven no sólo por lo que le queda por hacer, sino, sobre todo, por las ganas que tiene de hacerlo.

Tras siete años al frente de la Vuelta a España, ¿este trabajo es tal y como lo esperaba la primera vez que se subió al coche de director de carrera?

Sí. Conocía el puesto de Director General porque antes de asumir ese cargo llevaba mucho tiempo trabajando en la compañía [Unipublic, N.d.A.] como Secretario General y tengo que decir que a ese nivel tuve la inmensa suerte de haber sido llevado, guiado y conducido por el que para mí ha sido el mejor Director General que ha tenido la Vuelta a España: Víctor Cordero. Es un puesto de mucha responsabilidad y que conlleva muchísimo trabajo, pero también es un puesto que dada la actividad de la empresa, aquí tengo que recordar que sólo hay tres carreras de tres semanas en el mundo, y dada la inmensa cantidad de facetas en las que hay que desarrollarse como lo comercial, lo televisivo, lo público… hacen que sea un trabajo diferente, muy intenso y muy satisfactorio cuando las cosas salen bien. Pero, en mi caso, no me he llevado ninguna sorpresa más allá de cosas que puedan suceder en el día a día.

Se le ha calificado alguna vez como el gran responsable del lavado de cara de la carrera a través de una nueva propuesta de recorridos. ¿Está de acuerdo con esa afirmación?

Yo soy el máximo responsable de la carrera, pero no creo que sea el máximo responsable de los cambios que se han producido en la carrera. Algunos ya venían dirigidos por la anterior dirección general y los actuales, que he podido poner en marcha bajo mi dirección general, lo único que puedo decir es que se han implementado bajo mi dirección general. Son trabajos de equipo. Tenemos bastante gente trabajando con bastante experiencia. Yo, lo único que hago es conjugar el trabajo de todos ellos. ASO también es accionista de la empresa y también tiene su cuota de responsabilidad en esto que llamáis ‘lavado de cara’. Yo he notado un cambio, pero ni soy el único responsable ni soy el responsable. Soy el que dirige los equipos que han llevado a cabo esos cambios. Nada más.

Partiendo de la base de que es imposible agradar a todos, ¿piensa que el tipo de recorrido que ofrece la Vuelta a España es del agrado de la mayoría de los aficionados?

Pienso que este recorrido gusta más ahora que antes. Eso es lo que indican las tendencias, lo que no significa que estemos satisfechos con agradar sólo a la gente que les gusta. Queremos e intentamos llegar a más gente. Pero entendemos que este tipo de recorrido es más seguido que lo que era el concepto clásico y tradicional de recorridos de grandes vueltas.

En este sentido, cuando se diseña una gran Vuelta, es evidente que, en parte, se debe de hacer pensando en atraer la atención del gran público. Dejando de lado otras variables y centrándonos únicamente en la parte de la afición, ¿se piensa más en conseguir grandes audiencias de televisión o en el aficionado experto en ciclismo?

La respuesta es clara: la Vuelta a España se planea y se diseña para llegar al mayor número de público posible. No se hace en base a llegar a un determinado espectador que sea más o menos purista porque, incluso dentro de esos aficionados expertos hay algunos a los que les gusta el recorrido de la Vuelta y otros a los que no. Nuestra labor no es esa. Nuestra labor es que el producto llegue, respetando por supuesto todos los conceptos deportivos, al mayor número de público posible. Esa es nuestra vocación y lo que pretendemos. En este sentido, ni nos escondemos ni creo que debamos de cambiar esa dinámica.

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