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Javier Mínguez, en la rueda de prensa © RFEC
Javier Mínguez, el seleccionador español, fue muy claro en su análisis del Mundial: «Tengo cara amarga. He convencido a los corredores para hacer lo que queríamos, y les doy un 10 a todos porque lo hemos hecho. Cada uno en su momento, pero lo hicimos. Creo que estuvimos ante una posibilidad de lujo de conseguir el maillot arcoíris. En este momento, la situación con la carrera que ha hecho Purito, era nuestra. Pero Valverde comete el despiste y el error de no estar ahí en el momento clave para aprovecharnos y jugarnos la carrera. Se ha equivocado. Está claro que dos medallas es demasiado premio para una nación. Tengo la satisfacción del trabajo que han realizado todo, pero también tengo el amargor porque el oro era nuestro. No hemos dejado de lado al portugués. Cuando ataca Purito, y tiene la posibilidad, todos están con él; y es Valverde quien no tiene que dejar a nadie que se escape. Para ganar hay que saber correr y no dejar a nadie. Ese es el error».
En esa labor de diez de todo el equipo la RFEC con dos corredores como Alberto Contador que nos comentaba sus impresiones y Jonathan Castroviejo, posiblemente el ciclista que más se le vio en cabeza, y que añadía estas palabras, sin desmerecer a Egoi Martínez, Dani Moreno y Luis León Sánchez y sin olvidarnos de los dos hombres que terminaron la prueba precipitadamente por sendas caídas, Samuel Sánchez, con un golpe en la rodilla que al final no fue nada tras la revisión en el hospital, y José Herrada, con contusiones y erosiones en la mano que tan solo requirieron un vendaje.
Por su parte, el seleccionador italiano y excampeón mundial y olímpico Paolo Bettini manfiestó que «prefiero la medalla de madera que ha logrado Nibali que haber perdido el oro como ha hecho España».
Si Valverde dice que no podia más, no hay que reprocharle nada al murciano, sino lamentarnos de que el bravo Purito fuera alcanzado por Costa perdiendo la carrera de su vida. Ahora bien, si Valverde se quedó vacilando con Nibali y dejó marchar a Costa, como deja entrever Mínguez, el fiasco del corredor del Movistar es monumental y el perjucio para Purito astronómico. Se trabajó maravillosamente bien a nivel selección pero faltó algo…