Jonathan Milan, el nuevo gigante de la pista italiana

El italiano Jonathan Milan destaca por su envergadura © FCI

Track Piste / Ciclo 21

La primera vez que comenté algo de Jonathan Milan fue en la Track Cycling Challenge, el pasado mes de diciembre en Grenchen (Suiza), donde demostró sus excelentes prestaciones como persecucionista después de no haber sobresalido en el Europeo sub-23 de Gante. La segunda, en el pasado Mundial de Berlín donde entró con fuerza en la cuarteta italiana que se llevaba el bronce, después de haber marcado el -entonces, segundo mejor tiempo de la historia, con 3:46.513, aparte de haber sido cuarto en la persecución individual.

Ayer conocíamos algo más de este joven del Friuli, que hasta octubre no cumplirá los 20 años, gracias a una interesante entrevista en Tuttobici Web, donde destacan su carácter amable y medido… y su extraordinaria estatura de 196 centímetros.

Tras reconocer que su primer contacto en el ciclismo fue con la BTT, “empecé muy joven, con cuatro años”, descubrió antes la carretera que la pista. “En el primer año de secundaria comencé a correr en la pista de Pordenone. Me gustó de inmediato, me pareció divertido y una excelente válvula de escape. Me convertí en un campeón regional en la persecución individual; luego durante un año ya no lo hice y ahora, que el equipo me ha dado la oportunidad de regresar, hace aproximadamente un año que lo practico con cierta regularidad”. Y a tenor de lo visto en el Mundial, parece que va a ser un elemento clave en una selección que tiene muchos mimbres para Tokio. Y reconoce que lo combina bien: “El trabajo que hago en la pista también es muy importante para la carretera, porque puedes hacer cargas de entrenamiento importantes que en cambio te resulta difícil hacer en la carretera y puedes concentrarte mejor”.

Lógicamente con su edad, considera que el aplazamiento olímpico le puede venir bien “porque tal vez el año que viene esté aún más fuerte”, a la vez que reconoce que “espero tener margen de mejora, el futuro nos lo dirá. Obviamente, hay algunos aspectos en los que tengo que crecer, tanto física como mentalmente. En la pista tengo que aprender sobre el manejo del esfuerzo, sobre todo: todavía no puedo controlarme bien, y fue en la final por el tercer y cuarto lugar, donde comencé demasiado fuerte y a mitad de la carrera estallé”. Se refiere a esa final de la persecución individual en la que no pudo superar a Corentin Ermenault y en la que se fue a 4:13, cuando en la clasificatoria había hecho 4:08.094, un tiempo muy cercano al que hizo Ganna para imponerse un año antes.

Lógicamente el nombre del de Verbania sale en la entrevista –“¿Seguir los pasos de Ganna? Quizás esté haciendo algo realmente extraordinario»-, pero también el de un Marco Pantani que le fascina, o el de un Fabian Cancellara que puede ser su referente, y más cuando dice que «la carrera de mis sueños es la Paris-Roubaix”.

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