Juanjo Lobato: «Estoy como un niño con un juguete nuevo»

Lobato y su acuerdo © Nippo

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Prácticamente dos meses después de aquella desagradable historia que protagonizó junto a sus entonces compañeros en el LottoNL-Jumbo Antwan Tolhoek y Pascal Eenkhoorn, Juanjo Lobato vuelve a ser lo que nunca dejó de sentirse: ciclista. El de Trebujena, que ha firmado por una temporada con el Nipo Vini Fantini italiano ha hablado en exclusiva con Ciclo 21 para repasar lo que ha sentido, vivido y sufrido durante estos dos meses largos y la ilusión, casi de juvenil, con la que afronta la campaña en la que, como él dice, “soy consciente de que tengo una segunda oportunidad. Una oportunidad que no todo el mundo tiene”. Una oportunidad que, como explicará, ha llegado después de que se le cerraran muchas puertas y por la que “tengo que estar muy agradecido a Giavanni Visconti [corredor italiano ahora en el Bahrain-Merida con el que coincidió en Movistar, N.d.A.], que me ha ayudado muchísimo a conseguir este contrato con el Nippo-Vini Fantini”.



Al otro lado del teléfono Juanjo Lobato (Trebujena, 30 de diciembre de 1988) suena animado. Su voz es la de un hombre alegre y tiene motivos para ello. Hace ya tiempo que el gaditano dejó clara no sólo su versión de los hechos sino, sobre todo, los acontecimientos que le llevaron a necesitar una medicación para conciliar el sueño. Una medicación, y ahí estuvo su gran error, que no comunicó a los servicios médicos de su equipo que, finalmente, optó por rescindir el contrato con él de mutuo acuerdo. Todo eso quedó, como decíamos, atrás y ahora se abre ante él un nuevo horizonte, aunque reconoce que “el fallecimiento de mi tío es algo que siempre tengo presente. Es la persona que siempre estuvo a mi lado. El que siempre me llevaba a las carreras”.

«He entrenado como si fuese a correr al día siguiente»

Lobato_2018_sin equipo

No ha dejado de entrenar / © Instagram

Al echar la vista atrás, Lobato explica que “he estado entrenando todo este tiempo como si fuese a correr al día siguiente. Yo he seguido viviendo en Andorra como si hubiese seguido siendo ciclista en activo, porque ciclista he seguido siendo todo el tiempo. He mantenido la preparación tal y como la tenía planificada, aunque es cierto que tuve que bajar un poco la intensidad porque iba a debutar en Down Under y tras lo que pasó todo se ha retrasado”.

Además, el de Trebujena desvela que “también he tenido un ligero contratiempo a causa de una caída que tuve entrenando un día con José Joaquín Rojas. Me fisuré la cabeza del radio y eso me obligó a entrenar en rodillo durante una semana”. Pese a todo, preguntado sobre cómo se encuentra en comparación con otros años, reconoce que “no estoy al cien por cien”, pero asegura que “estoy preparado para competir y hacer un buen papel. Estaré a un 85%”.

Una vez cerrado el acuerdo con el equipo italiano, que se cerró hace ya algunos días, Lobato dejó Andorra y “bajé a casa, a Trebujena, para hacer un poco de tras moto para coger un poco más de fondo y estar a punto de cara al inicio de mi temporada”.

Una temporada que, como él mismo explica, comenzará muy pronto. “Debutaré este mismo sábado en la Classic de l’Ardèche Rhône Crussol francesa y el domingo en la Royal Bernard Drome” y que seguirá con un calendario ya muy claramente marcado que incluirá “Strade Bianche, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo, Coppi-Bartali, Limburg Classic, Flecha Brabante, Amstel Gold Race y el Tour de Croacia”.

«Seremos dos líderes, pero el principal será Canola»

Canola será el jefe de filas / © Nippo

En cualquier caso, Lobato explica que “en el equipo me han dejado claro que el jefe de filas es Marco Canola, que es un corredor con unas características muy similares a las mías. Vamos a hacer más o menos el mismo calendario, pero él será el líder de salida, aunque si no tiene buenas sensaciones o yo estoy mejor, tendré mis oportunidades”. Un liderato compartido que deberá servir a la escuadra transalpina, que este año no estará en ninguna de las tres grandes, para sumar puntos en “el objetivo claro que nos han marcado: la Copa de Italia. Ellos tienen muy claro que ese es el gran objetivo del año y es allí donde habrá que ir a sumar puntos”. Un objetivo nada baladí ya que el triunfo en la Copa de Italia supone el pasaporte automático para el Giro de Italia de la siguiente temporada.

En cualquier caso, Lobato no se marca ningún objetivo concreto, al menos por el momento. “Después de lo que me ha pasado quiero mirar carrera a carrera. No miro ni San Remo, que me gusta, ni quiero marcarme un objetivo por encima de otro. Ahora mismo, lo que tengo delante son las dos carreras de este fin de semana en Francia, pues ahí es donde quiero estar bien”.

Tras marcharse de Movistar camino del LottoNL-Jumbo, Lobato vivió un inicio de 2017 complicado. Le costó adaptarse a su nuevo equipo y eso, como es lógico, lastró en cierta medida su rendimiento deportivo. Pese a lo sucedido en estos dos meses, “no diría que este año haya sido más complicado”, asegura. “Ha sido diferente. Mi principal problema el año pasado es que tenía molestias y esa lesión no me dejaba entrenar. Este año, sin embargo, he podido entrenar bien, pero no tenía la certeza de que fuese a correr”. El ya corredor del Nippo-Vini Fantini explica que “lo más complicado de esta situación ha sido encontrar la motivación para salir a entrenar todos los días, pero, por suerte, he podido mantener esa motivación y, salvo por la caída que te he comentado, he hecho el planning que me había marcado”.

No estar en una grande, una «liberación»

Juanjo Lobato_Vuelta Espana_2017_13

La Vuelta ofrece pocas oportunidades / © Photogomez Sport

Juanjo Lobato reconoce que, tras haber pasado un momento muy complicado, ahora está “como un niño con un juguete nuevo. Tengo una segunda oportunidad, algo que no siempre tienes y que, por desgracia, no se la dan a todo el mundo. A mí me la están dando y yo quiero aprovecharla al máximo”. Una segunda oportunidad que reconoce que hubo momento en que “pensé que no llegaría. Al principio pensaba que las cosas se arreglarían pronto y que no tardaría en encontrar un equipo, pero mi representante llamó a todas las puertas y la respuesta siempre era que no. Sí que llegué a pensar que igual iba a estar jodido”.

Tras haber recalado en 2017 en el LottoNL-Jumbo dejando atrás una carrera que siempre estuvo unida a equipos españoles (Andalucía, Euskaltel y Movistar), retomar ahora su actividad como ciclista, de nuevo, lejos de España “no supone ningún problema. Para mí lo importante es correr… en Italia o donde sea”. Tampoco supone un problema para Lobato el haber dado ese pasito atrás que supone dejar un equipo World Tour para recalar en un Profesional Continental. “Es lo que te decía antes: yo sólo veo que me han dado una segunda oportunidad. No veo ni World Tour, ni Continental, ni nada. Es algo que me da igual. Para mí, todo son carreras y hay que afrontarlas igual. Ya puede ser Ardèche, Milán-San Remo o la Vuelta a España. Es algo que ahora mismo da igual”.

Entre risas, nombrada la Vuelta a España, Lobato asegura que el no tener ninguna vuelta de tres semanas en el calendario este año “es una liberación”. Ya en tono más serio, explica que para un corredor de sus características es complicado afrontar “una carrera como la Vuelta a España del año pasado. 21 etapas para tener tres oportunidades al sprint. Ganar en una grande es algo muy bonito, pero creo que hay calendarios alternativos que a ciclistas como yo nos vienen mejor. Es verdad que si estás en un equipo World Tour siempre hace ilusión ir a la carrera de casa, pero si lo veo desde un punto de vista egoísta, les sacaría más provecho a otras carreras”. Un calendario alternativo que afrontará este año porque “en Italia, en el mes de septiembre, hay muchas carreras de la Copa de Italia, así que fíjate”.

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