Kristoff, un lanzador con dos monumentos

Gonçalo Moreira / Ciclo 21

El plan de UAE Team Emirates está claro: Fernando Gaviria es el número uno. Esto no excluye que, en momentos puntuales, el colombiano deje paso a su compañero, Alexander Kristoff, incluso en alguna llegada durilla del Tour de Francia, más adecuada a la potencia del noruego que a la velocidad punta del fichaje estrella en el conjunto emiratí. Sin embargo, Gaviria es el presente y, sobre todo, el futuro.

Lo reconocía Kristoff en una entrevista con Ciclo 21, en la concentración de diciembre, en Tarragona, anticipando su primera carrera juntos en los Emiratos Árabes Unidos: “Fernando es, tal vez, el mejor sprinter del mundo, es más rápido que yo y, en una llegada fácil, debemos lanzarlo. Por ahora el problema es que no tenemos un grupo de lanzadores, tenemos buenos sprinters pero no mucho apoyo alrededor. Claro que quiero sprintar por mí y ganar, en el futuro ese es el objetivo. Espero tener a más lanzadores para poder tener calendarios separados porque somos finalizadores de clase mundial y estar en la misma carrera quizá es un desperdicio de resultados. Por ejemplo, si yo hiciera el Giro de Italia también podríamos ganar etapas, pero cuando no tenemos mejores opciones para lanzar el sprint en el Tour –la carrera más importante– entiendo que los jefes quieran ganar en esta carrera.”

Si Joxean Fernández ‘Matxin’, director deportivo del equipo, le pide a Kristoff que lance a Gaviria en el Tour de Suiza y en el Tour de Francia es porque sabe que el noruego es un gran profesional. Pero no hay que descartar el orgullo vikingo, ese que entre los siglos VIII y XI les permitió ocupar parte de Europa y de las islas del Atlántico Norte. Un ganador de dos Monumentos y vigente campeón de los Campos Elíseos nunca aceptará ser la segunda opción.

Y Kristoff se lo hizo saber a sus directores. “He cuestionado al equipo porque si los más rápidos van al Tour yo no podría ir al Giro. Nos quieren a los dos en el Tour por los sponsors y a mí para hacer las clásicas, Giro y Tour es demasiado. En el futuro, teniendo más lanzadores, tal vez podamos tener dos programas para sprinters. Tenemos a jóvenes talentosos pero esperar un trabajo de clase mundial de un neopro es excesivo; puede que se desarrollen como lanzadores de clase mundial pero recuerdo cuando yo era neopro y venía de amateurs… lo puedes hacer en algunas carreras, pero toda la temporada es difícil”, explica el noruego.

El inicio del año ha sido prometedor: ocho victorias hasta el momento, la mitad de ellas conseguidas por los refuerzos Jasper Philipsen, Sebastian MolanoTadej Pogacar y Gaviria, este por partida triple. Nadie cuestiona que la estrategia está dando sus frutos. El empoderamiento de Matxin hacía sus chavales ha tenido un retorno inmediato.

¿Qué pasará con Kristoff y Gaviria? Su compatibilidad es cuestión de dinero. A Emirates le sobra, pero la opción más lógica parece ser maximizar las presencias de Dan Martin, Fabio Aru y del precoz Tadej Pogacer, ganador de la Volta ao Algarve con tan solo 20 años, y hacer crecer el bloque de los vueltómanos.

Roubaix y Yorkshire para pasar a la historia

Si colgase hoy la bicicleta Alexander Kristoff podría sonreír: ganó Sanremo, Flandes y en los Campos Elíseos, en esta última despidiéndose de manera brillante del maillot de campeón europeo. Pero le falta algo. “Roubaix es la que me falta, tengo un 9º y un 10º puesto, nunca estuve realmente cerca y espero cambiar eso. Me he caído en las dos últimas ediciones y siento que sin incidentes pueda estar ahí. Si hay dos carreras que tengo que ganar son Roubaix y el Mundial y en caso de ganar ambas no me importa no tener otras victorias (risas). Este año tengo buenas posibilidades en las dos, el recorrido del Mundial me favorece y es el principal objetivo de la temporada pero queda mucho y por el momento estoy centrado en Sanremo y en las clásicas de Bélgica”, explica.

En la pasada campaña de clásicas llegó condicionado por problemas físicos heredados de la París-Niza. Aun así arrancó con un 4º puesto en Sanremo, pero sufrió en el Kwaremont para terminar 16º en Flandes y una caída estropeó su Roubaix por segundo año consecutivo.

¿Cómo recuperar el nivel del pasado cuando ganó Sanremo y De Ronde? “En 2015 tenía una superayuda en las clásicas porque Luca Paolini era un gran corredor, conocía las carreteras y sabía exactamente donde tenía que estar. Era mucho más fácil para mí porque estaba en buenas manos. Intentaré hacer lo mejor para volver a ese nivel y poder pelear otra vez. En 2018 no pude ganar en abril, pero en mayo gané Eschborn-Frankfurt por cuarta vez consecutiva, soy el recordman de victorias en la carrera y es algo importante por figurar en el palmarés. Tuve cinco victorias en todo el año, pero fueron la mitad del año anterior, quería más y espero volver  a estar cerca de las diez como en épocas anteriores”, concluye Alexander Kristoff.

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