La complicada apuesta de las invitaciones

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Todos los equipos quieren estar en las carreras más importantes / © RCS

Roberto Tejedor / Ciclo21

No suele ser la organización de la Vuelta a España, ni de ninguna grande, muy hecha a un estilo rompedor de hacer cambios imprevistos a la hora de otorgar sus invitaciones a equipos profesionales continentales año tras año, aunque alguna ha habido y 2019 invita a que sea un año de sorpresas, un período hasta a abril en el que se abren las apuestas por ver quienes pueden llegar a ser finalmente los elegidos. En general Unipublic, junto a los intereses de A.S.O (dueña de dos de las tres grandes vueltas: Tour y Vuelta, entre otras competiciones), suele ser conservador en su apuesta eligiendo equipos habituados a la competición o con cierto poder de presión siendo patrocinador. Son los casos evidentes de Caja Rural-Seguros RGA y Cofidis.

Los navarros ostentan un puesto fijo desde que en 2011 se convirtiera en PC, pero en su debe está que desde que el sevillano Antonio Piedra levantara los brazos hace siete años en los Lagos de Covadonga no han vuelto a ocupar los primeros lugares, con actuaciones menguantes año tras año. En La Vuelta 2018, más allá de la presencia en fugas, el equipo tuvo que conformarse con el 4º puesto del colombiano Nelson Soto en el sprint de Fermoselle y el 8º de Jonathan Lastra en Roquetas de Mar como únicos Top10 en la ronda española. Su presencia parece estar garantizada, pero parece necesario que el bagaje en cuanto a resultados en 2019 debe mejorar, sobre todo también en competiciones previas que refuercen los argumentos de su candidatura. 

En segundo lugar están los franceses «españolizados» Cofidis, patrocinador los últimos años de la carrera que le postulan como un puesto fijo e inamovible. También la presencia de corredores nacionales, como Luis Ángel Maté o los hermanos Jesús y José Herrada, alisan aún más el camino añadiendo el ingrediente al incorporar corredores nativos. Eso sí, la victoria de Nacer Bouhanni en San Javier, cuatro años después de las dos últimas conseguidas en 2014 por el sprinter, contribuye al menos a que su participación tenga un crédito justificado en el plano deportivo.

Bouhanni, el más rápido en un disputado sprint / © Photogomez Sport

Por supuesto, sobre lo demostrado el año pasado, es casi obligatoria la inclusión entre los cuatro seleccionados del equipo Murias con el éxito más importante, y el que más se retendrá en la retina, con la victoria de Óscar Rodríguez en la cima de la Camperona, en la 13ª etapa. Si hay algo que no se le puede discutir a Jon Odriozola, mánager del equipo vasco, es su perseverancia y creencia en su trabajo. Todo lo que ha declarado y predijo sobre su grupo deportivo lo ha cumplido. En primer plano, cuando se conoció su debut en 2015 en la categoría continental UCI y el año pasado cuando se anunció el paso hacia ser procontinental. Pasos firmes que en 2018 han sido una realidad con el objetivo de seguir ambicionando alcanzar el estatus de World Tour. ASO ha tenido a bien invitarles para que puedan participar en la Flecha Valona, un pequeño paso más hacia el objetivo soñado del Tour de Francia, donde están preseleccionados hasta que se decidan los wildcards definitivos, aunque parece poco probable al menos por este año. Y aunque las victorias del pasado año han sido ocho en total, es valorable su calidad. Y ahí surge la candidatura que han sostenido a un colectivo que se ha ganado el respeto dentro del pelotón internacional.

Tres de las cuatros invitaciones parece claras, pero llegamos a la más dudosa, la cuarta y última. Si bien todo parece indicar que irá a parar a Burgos BH, principalmente por ser un equipo nacional de larga trayectoria, su candidatura es incierta, de hecho el balance de la pasada campaña no fue tan brillante como cabría esperar en líneas generales, donde el ascenso a la segunda división pesó más de lo que pudieron prever. Tampoco ha sido un invierno fácil, 2018 queda marcado para desgracia de sus responsables y corredores, causado por las sanciones a Igor Merino e Ibai Salas que, por fortuna para los intereses de los burgaleses, la UCI no consideró en el mismo año que la de David Belda, lo que podría haber significado una sanción para todo el equipo y que terminó con un cese de actividad de 21 días que comprende desde el 16 enero al 5 de febrero.

Tras conocerse, los directores y jefes del equipo burgalés anunciaron que retrasaban el arranque de la campaña de 2019 para realizar una concentración, para profundizar en la concienciación de todos los miembros de la escuadra en cuestiones antidopaje. Introspección que cimenta mínimamente su credibilidad y por la que ha recibido la séptima y última invitación a la Volta a Catalunya. En declaraciones a Cyclingnews, el mánager del equipo burgalés, Julio Andrés Izquierdo, reconoce que la concentración que están llevando a cabo estos días tiene su origen en lo que ocurrió el año pasado y que desea reforzar y enfatizar en un claro mensaje la consecución de objetivos a través del trabajo y el esfuerzo.

Calmejane, camino de su triunfo © Graham Watson

A partir de la duda que abre la designación o no del equipo burgalés, se abre un abanico de posibilidades dentro de  un grupo de aspirantes que, si nos ceñimos a criterios puramente deportivos, ético y con manifiesta solvencia para sustentar un proyecto duradero, debería tomarse en cuenta a Direct Energie. Un equipo, el francés, que posee mimbres de estructura sólida y con un líder contrastado como Lilian Calmejane que ya dejó su impronta en un brillante debut en 2016 con una victoria que le confirmaría definitivamente en el primer año del nuevo patrocinador, heredado de Europcar. En un escalón inferior se sitúa otra escuadra francesa, el Vital Concept B&b Hotels. Bajo la tutela de Jerome Pineau, han logrado sumar a su filas para 2019 a corredores reconocidos como Pierre Rolland, Arthur Vichot y Cyril Gautier, que se unen a la presencia de la pieza clave en la que se ha convertido Bryan Coquard, con el propósito de hacer méritos en la primera parte de la temporada para que la atención del Tour vuelva a poner su preferencia en ellos. En segunda estancia podrían ser los elegidos por la Vuelta, peaje a los que acostumbra en definitiva ASO.

Con mínimas posibilidades estarían las solicitudes de Manzana Postobon o Delko Marsella Provence. En 2017 ambos equipos rivalizaron por tener un hueco en la ronda española, aunque los resultados previos indicaban que la escuadra francesa sería la elegida, finalmente se decantaron por los colombianos motivados, principalmente, por haber completado una vinculación más cercana a carreras en territorio español, consiguiendo filtrarse por ejemplo en vueltas importantes como Cataluña, Asturias o Burgos, con el premio final de la Vuelta aunque su paso fuese testimonial. Ambas opciones pierden fuste por el escaso botín acumulado estas últimas campañas, lugar que sí podrían ocupar los portugueses del W52 Porto con el alicantino Raúl Alarcón a la cabeza. Tras años de especulación sobre la subida de nivel, ha sido por fin posible hacer realidad el sueño del patrón de la marca de ropa W52, Adriano Quintanilha, posibilitando el ascenso a Profesional Continental después de dominar a su antojo el calendario luso, con la Volta Portugal conseguida hasta en dos veces consecutivas, como salto a la ronda española.

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Alarcón dio un importante golpe a la general / © Volta Portugal

A Alarcón se suman viejos conocidos como el gallego Gustavo Veloso o los portugueses Ricardo Mestre, César Fonte, Rafael Reis y Edgar Pinto. Más la nómina de cualificados corredores que completan una plantilla que soporta el ambicioso proyecto que les pudiera catapultar a debutar por fin en la Vuelta a España. El mejor síntoma para su candidatura, y que podremos seguir progresivamente, a parte de los resultados, es poder optar al calendario WorldTour español en alguna de las ventanas de oportunidades que pudieran surgir, la duda reside en si podrá dar en 2019.

Lo que queda claro es que la pelota ahora está en el tejado del organizador, el cual tiene su propia opinión que corresponde a sus propios intereses, prueba de ello fue la inclusión del equipo irlandés Aqua Blue en 2017. Habiendo conseguido una incontestable victoria de etapa en Los Machucos, lograda por Stefan Denifl en un esfuerzo agónico por no ser atrapado por Alberto Contador que trataba de recortar diferencias pero que finalmente no consiguió darle caza, con el premio al año siguiente de su no invitación y posterior desaparición al no encontrar cobijo en ninguna grande. Un claro ejemplo de que las decisiones, sean equivocadas o no, pueden tornar por una circunstancia nimia en el transcurso del tiempo hasta la toma de la decisión final, lo cual, planteadas las posibilidades, comienza a ponerse en marcha la cuenta atrás por desvelar cuáles serán las apuestas ganadoras.

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