La épica marcó un Desafío del Atlántico pasado por agua

El protocolario corte de cinta abrió la segunda edición del Desafío del Atlántico. © Jorge Parri

El protocolario corte de cinta abrió la segunda edición del Desafío del Atlántico. © Jorge Parri

Los participantes del II Desafío del Atlántico se convirtieron en auténticos héroes en una jornada marcada por la lluvia. Cerca de trescientos ciclistas consiguieron alcanzar la meta situada en el Mirador de Ézaro después de 116 kilómetros de lucha contra el viento y la lluvia, que no dio apenas respiro. Finalmente el ciclista profesional Delio Fernández fue el que más rápido ascendió las rampas del Olimpo dos Heroes.

Después de recoger los dorsales y pasar por el control de firmas, los protagonistas de la marcha se situaron en la línea de salida. El tiempo respetaba en ese momento y las autoridades pudieron realizar el tradicional corte de cinta tras escuchar la traca que inauguró la segunda edición. Estuvieron presentes José Manuel Pequeño, alcalde de Dumbría; Félix Porto, alcalde de Muxía; Manuel Tallón, presidente de la Federación Gallega de Ciclismo; Terio Carrera, de la Televisión de Galicia; y representantes de Asociación Neria y La Caixa.

Miguel Ángel Iglesias, uno de los ilustres participantes. © Jorge Parri

Miguel Ángel Iglesias, uno de los ilustres participantes. © Jorge Parri

Por supuesto, no faltó el dorsal número uno: Miguel Ángel Iglesias. Además del exciclista, la primera línea la formaron su mujer, Rebeca Triquell; Gustavo César Veloso y Delio Fernández del OFM-Quinta da Lixa portugués; y por segundo año consecutivo el exciclista profesional Ezequiel Mosquera, el multideportista Víctor Tasende, el humorista Marcos Pereiro y el periodista corcubionés Fran Hermida.

Los kilómetros iniciales auguraban un buen día y en el trayecto hasta la localidad de Cee los ciclistas rodaron con tranquilidad. Sin embargo, la lluvia no tardó en hacer acto de presencia. Comenzó a chispear y minutos después los chubasqueros se volvieron imprescindibles. Aunque acostumbrados a estas condiciones, las caras de felicidad de la Cascada tornaron en gestos de sufrimiento cuando el terreno empezó a escarparse. La estampa era espléndida con el océano Atlántico de fondo.

El primer avituallamiento tuvo lugar en la lonja de Muxía después de pasar por el Santuario da Virxe da Barca. Los corredores tuvieron tiempo para reponer fuerzas y secarse un poco antes de afrontar los 21 kms. hasta la parada en el Centro de Atención al Peregrino de Hospital  (Dumbría). Desde ese punto hasta el final el grupo se alargó en la subida a Paxareiras en el entorno del legendario Monte Pindo, justo antes de llegar al Mirador de Ézaro.

Las rampas de asfalto y cemento con porcentajes de hasta el 30% se convirtieron en un auténtico goteo de luchadores que apretaron los pedales al máximo. Pusieron todo de su parte para no tener que echar pie a tierra y conseguir llegar al final. Cada uno de ellos recibió una medalla con la cascada en relieve como premio a un día que recordarán siempre.

El pontevedrés Delio Fernández, del OFM-Quinta da Lixa portugués, logró el mejor tiempo de ascensión: 8 minutos y 39 segundos, superando en casi un minuto a Brandan Márquez, del Team Corbelo, que hizo 9 minutos y 27 segundos. En el primer grupo finalizó también Gustavo César Veloso. Por otra parte, Verónica Montes Villar fue la mejor en categoría femenina con 14 minutos y 52 segundos. Asimismo, también hay que destacar que Miguel Ángel Iglesias se llevó el Premio AS como mejor corredor de fuera de Galicia con una marca de 14 minutos y 34 segundos.

Delio Fernández se mostró «sorprendido por la afluencia de ciclistas en un recorrido que además da a conocer rincones escondidos del paisaje gallego». En cuanto a Ézaro, subrayó que supone «un reto y todo un logro para aquellos participantes que cruzaron la línea de meta». Por último, hizo mención a la dureza: «Si el terreno ya era escarpado, la lluvia y el viento hizo que el Desafío fuese épico y para grandes campeones».

Verónica Montes Villar fue la mejor en categoría  femenina. © Jorge Parri

Verónica Montes Villar fue la mejor en categoría
femenina. © Jorge Parri

Otro de los ‘finisher’, el multideportista Víctor Tasende aseguró que «la palabra Desafío se quedó corta este año». Asimismo afirmó que «si no llueve, parece que no es Dumbría» y felicitó a la organización por «su buen hacer, sobre todo en temas mecánicos». Después de terminar un Ironman hace dos semanas dijo que, a pesar de ser el Desafío una marcha ciclista, «con la granizada en plena subida al Ézaro el esfuerzo no fue tan diferente».

Una vez terminado el evento, comienzan ya los preparativos para la tercera edición que se celebrará en 2015 y en la que se espera una mayor afluencia de corredores.

Prensa Desafío Atlántico

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