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Patrick Lefevere en una imagen reciente / © Deceuninck-Quick Step
Patrick Lefevere es, cuando quiere, la viva reencarnación de aquel Mr. Scrooge creado por Dickens en su genial Cuento de Navidad. El mánager belga, que hace poco avisaba del posible colapso del actual modelo de ciclismo en caso de tener que cancelarse la próxima edición del Tour de Francia, que ahora podría celebrarse a puerta cerrada, suele hablar abiertamente –otra cosa es si sus palabras reflejan fielmente la realidad– de sus eternos problemas presupuestarios a la hora apretar a sus corredores para firmar contratos por debajo de los deseos de estos.
Sin embargo, la actual situación es muy distinta y parece poco probable que las cifras que lanza ahora Lefevere a los medios sean fruto de una estrategia negociadora a largo plazo. El belga aseguraba a Het Laatste Nieuws que “la crisis del coronavirus ya nos ha costado medio millón de euros”.
Pese a que sus declaraciones públicas –de nuevo, siempre hay que enmarcarlas en esa estrategia negociadora en la que no da puntada sin hilo–, cualquiera que haya compartido una conversación tranquila con él sabe que es un bon vivant con una visión muy positiva y optimista de la vida. Él reconoce que “soy un tipo optimista”, pero en esta ocasión no ve las cosas muy claras. “No sé si ahora mismo se podría justificar la celebración del Tour de Francia”.
En cuanto a las pérdidas económicas que este parón está ocasionando a su estructura, Lefevere explicaba que “hemos decidido pagar a todo nuestro personal, pase lo que pase, hasta final de marzo. Después, tendremos que ver exactamente hasta cuándo va a estar la competición parada y tomar decisiones sobre los meses que están por venir”.
En ese mismo sentido, Lefevere se sinceraba y explicaba que “con este parón, evidentemente, también ahorramos en ciertas partidas. No hacemos gasto de combustible, viajes, hoteles… pero apenas llegan ingresos. En total, esta situación nos ha costado ya medio millón de euros”.
¿Por qué no reducir las grandes vueltas?
El mánager de Deceuninck-Quick Step abordaba también en esta entrevista concedida al rotativo belga la cuestión de la reestructuración del calendario 2020. “No me puedo imaginar que se pueda correr el Giro, el Tour, la Vuelta y las clásicas en un par de meses”, asegura. “Todavía quedan muchas preguntas por contestar. ¿Tienen que durar las grandes vueltas tres semanas? Ahora que los Juegos Olímpicos se han aplazado, ¿podríamos celebrar las clásicas valonas una semana antes del Mundial? Para aquellos que no corran el Mundial, quizás estaría bien disputar las clásicas flamencas en la semana posterior”.
En cuanto a la Grande Boucle, Lefevere reconoce que “lo veo muy negro”. Como decíamos antes, Lefevere se pregunta si sería responsable y justificable celebrar un evento como el Tour de Francia en la actual situación. “¿Quién puede entrar en Francia y quién no? ¿Realmente vamos a llenar hoteles con tantas personas? No me puedo imaginar que a principios de julio aparezca alguien con una varita mágica y barra del mapa al coronavirus. Tenemos que tener conocimiento”.
