Lizarte recuerda la Vuelta España amateur 1995

 

Moller de líder en cabeza © Lizarte

En el invierno de 1994, Claus Michael Møller (1968, Hjørring) estuvo a punto de colgar la bicicleta. Después de competir en Barcelona 1992, el danés llevaba dos años apostando sin éxito por hacerse ciclista profesional, primero con Cafés La Brasileña y luego con el Construcciones ACR – MRA, primera encarnación de la Asociación Deportiva Galibier, matriz del actual Equipo Lizarte. “Había sido ‘stagiaire’ en TVM por mediación de Bo Hamburger, pero el equipo ya tenía varios daneses y no quisieron incorporar otro más”, cuenta. “Estaba decidido a dejar la bici porque tenía un buen trabajo en un banco que no quería perder. Sin embargo, mi jefe era muy aficionado al ciclismo y me animó a darme una última oportunidad. Y cuando llamé a Manolo [Azcona] me dijo que sí, que volviera a intentarlo otra vez”. Fue un acierto.

“¡Aquel año fue una gozada terrible!”, recuerda Manolo Azcona (1952, Zurukuain), fundador de la Asociación Deportiva Galibier. “Cumplimos la ambición que tenía cuando monté el equipo: formar un grupo de ciclistas unido, con varios ganadores aunque luego hubiera un figura que, en este caso, fue Claus”. El danés fue el gran dominador de la temporada amateur 1995, recogiendo siete victorias de gran prestigio. Triunfó en la Subida a Gorla, una de las carreras más prestigiosas del calendario amateur español, y se impuso en el final en alto de la Vuelta a Extremadura. En el Memorial Valenciaga se escapó a 80 kilómetros de meta con un compañero, Ernesto Manchón, para firmar un doblete en Eibar. “Ganaba lo que quería”, confirma Azcona. “Vivía en mi piso y, cada vez que conseguíamos una victoria, le tenía que llevar al asador a por un chuletón”. Y todavía faltaba la última y mayor alegría.

En 1995, el Club Ciclista Cadalsa, con Roberto Coca y José Luis López Cerrón a la cabeza, se animó a organizar una Vuelta a España amateur. Se disputaría a finales de julio, sobre un recorrido de 1395 kilómetros y 12 etapas desde Valladolid hasta el Paseo de la Castellana de Madrid, con una travesía la cornisa cantábrica y paradas en grandes ciudades como Santander, Vitoria o Pamplona. “Temía que nos quedáramos fuera porque al fin y al cabo éramos un equipo casi nuevo, sin el peso ni la tradición de otros”, explica Azcona, «pero por fortuna nos invitaron desde el principio”. El Construcciones ACR-MRA preparó aquella Vuelta amateur “como si fuera el Tour de Francia”. Lógicamente, su figura danesa ejercería de jefe de filas.

No habían pasado 50 kilómetros de la primera etapa en línea, entre Valladolid y Salamanca, cuando Claus Møller ya estaba solo en cabeza de carrera. “Fue por casualidad, ¿eh?”, recuerda el danés al otro lado del teléfono. “Hacía un calor increíble, asfixiante. Varios ciclistas se asfixiaron; nosotros mismos perdimos a nuestro sprinter Iñaki Manterola con un golpe de calor. Yo me metí en la escapada y me sentía muy confiado de mis posibilidades. Veía a los demás muertos. Por eso decidí atacar y marcharme solo”. Manolo Azcona lo vivió de manera distinta. “Cuando escuché en la radiovuelta que estaba fugado en solitario, me puse muy nervioso. Fui con el coche hasta su altura y le pregunté: ‘¿Qué h*** haces?’ Él me respondió: ‘¿No hay que ir a Salamanca? Pues a Salamanca voy’”. Y siguió con su exhibición. “Llegué con dos minutos a meta”, concluye su relato Møller, y le corregimos: en realidad fueron 3’46” a la avanzadilla de la escapada; 8’08” al primer pelotón; y 17’31” al segundo. “¿En serio?”, contesta incrédulo, y se ríe.

“Un espectáculo, sí”, corrobora Manolo Azcona. “Y el margen con el que consiguió la victoria era una tranquilidad. Pero es que quedaban 11 etapas y había que aguantar la guerra que nos darían todos los días”. Había pendientes una crono por equipos y otra individual, etapas de media montaña en Cantabria, en País Vasco, en Navarra, en la Sierra de Madrid…

“Pero tuvimos mucha fuerza como equipo”, explica Manolo Azcona. “Ernesto Manchón fue uno de los principales artífices de la victoria; subía rapidísimo y no tenía fin. Juan José de los Ángeles tenía mucho poder; José Luis Butini y José Luis Urdiain podían tirar del carro 120 kilómetros si hacía falta; y Juan Ramón Bermúdez también era un gregario de los buenos”.

“Éramos un equipo buenísimo”, coincide Claus Møller. “Porque Butini o Manchón eran ciclistas ganadores, sí, pero no les costaba trabajar para otro cuando tocaba. Todos los que estuvimos en aquella Vuelta teníamos una amistad tremenda entre nosotros. Mis compañeros lo dieron todo por mí y, sin ellos, me hubiera sido imposible ganar”.

Y es que se enfrentaron a ciclistas de gran calidad y bloques poderosísimos. “Estaba el Ávila Rojas, con ciclistas como Urea o Gutiérrez, que nos pusieron en algún brete”, recuerda Azcona. “Estaba Ricardo Otxoa con el Baqué, que andaba muchísimo. Julio [Andrés Izquierdo; director entonces del Cropusa, germen del actual equipo profesional Burgos BH] tenía un estonio, Raido Kodanipork, que era el favorito a priori. Había equipos extranjeros que no conocíamos y en el plano ponían la carrera patas arriba. Y luego estaba el Orbea, vivero de la Fundación Euskadi, que tenía a Roberto Heras, Gorka Gerrikagoitia, Bingen Fernández, Aitor Bugallo…”

En la quinta etapa, camino de Santander, un pinchazo a 10 kilómetros de meta picó el orgullo de Møller. “El pelotón no sólo no esperó, sino que aceleró para aprovechar mi avería”. El danés se tomó cumplida revancha dos días después. Se partía de Baracaldo en dirección Vitoria, con ascensión al Santuario de Urkiola por el camino. En la segunda curva de la subida, Claus Møller arrancó con todo; sólo Roberto Heras pudo seguirle, y apenas duró dos kilómetros a su rueda. Desde ahí, otra cabalgada hasta meta. “Gané con un minuto o así”, recuerda el danés. En realidad, fueron 2’27”. Era la etapa 7 de 12 previstas y el danés contaba con siete minutos de ventaja al frente de la general. La contienda estaba vista para sentencia.

No obstante, hubo lugar para un sobresalto en la novena jornada. Se salía de Pamplona y Møller se despistó charlando con una visita. La carrera partió sin su líder. “Vino Manolo a buscarme cuando todo el mundo se había ido ya. Nos tuvieron que escoltar para salir de la ciudad. Ahí íbamos la moto de policía, el coche del equipo y yo persiguiendo a toda velocidad, con el pelotón fuera de vista. Me costó casi 30 kilómetros llegar a cabeza, donde mis compañeros estaban controlando la carrera como podían sin saber siquiera dónde estaba yo”.

No hubo más sustos y Claus Møller se anotó la victoria en la Vuelta a España amateur de 1995, la única de la historia. El triunfo le valió un contrato con el Castellblanch-MX Onda de Maximino Pérez, que le pasó a profesionales con efecto inmediato pensando en la Vuelta de los mayores. Su estreno en la máxima categoría tuvo lugar a la semana siguiente en la Vuelta a Castilla y León, y logró anotarse una etapa frente al Banesto de ‘Chava’ Jiménez, Santi Blanco y Aitor Garmendia. Fue el inicio de una larga carrera deportiva en la élite que se prolongaría hasta 2007 y en la cual se anotaría una Volta a Portugal o un final en alto de la Vuelta a España en Aitana. Møller no fue el único ACR que llegó a profesionales; también Juan José de los Ángeles daría el salto al invierno siguiente, con Kelme-Costa Blanca, y Ernesto Manchón haría lo propio con Vitalicio Seguros en 1998.

“Fue una satisfacción terrible”, concluye Manolo Azcona sobre aquella Vuelta a España amateur. “Cuando arranqué este equipo, mi ilusión personal era ser un referente del ciclismo aficionado en España. En esa Vuelta, con Claus Møller y todos los demás, demostramos que habíamos llegado para quedarnos”.

 


Vuelta a España Amateur

Alineación: Juan Ramón Bermúdez, José Luis Butini, Juan José de los Ángeles, Ernesto Manchón, Iñaki Manterola, Claus Michael Møller, José Luis Urdiain

19/07. 1ª etapa: Valladolid, 5,7 km CRI
1. Michael Schlickum (Radsport Hamburg)

20/07. 2ª etapa: Valladolid – Salamanca, 167 km
1. Claus Michael Møller (Construcciones ACR – MRA) 4h16’03”
2. Raido Kodanipork (Cropusa) a 3’46”
3. Cristian Monzó (CAI) m.t.
4. Ricardo Otxoa (Cafés Baqué) m.t.
5. Miguel Ángel Martín Perdiguero (Seguros Soliss) a 4’28”

14. Juan José de los Ángeles (Construcciones ACR – MRA) m.t.
Ab. Iñaki Manterola

21/07. 3ª etapa: Ciudad Rodrigo, 38 km CRE
1. Plastimer 51’31”
2. RSG Nürnberg a 1”
3. Ávila Rojas a 6”
4. Radsport Hamburg a 19”
5. Otero – Fuenlabrada a 22”

10. Construcciones ACR – MRA a 49”

22/07. 4ª etapa: Peñaranda de Bracamonte – Destilerías Dyc (Palazuelos de Eresma), 121 km
1. Jaime Carlos Gutiérrez (Seguros Soliss) 3h06’03”
2. Miguel Ángel Martín Perdiguero (Seguros Soliss) m.t.
3. Igor Miner (Orbea – Pan Ocio) m.t.
4. Paul Könings (Selección Neerlandesa) m.t.
5. Gorka Gerrikagoitia (Orbea – Pan Ocio) m.t.

23/07. 5ª etapa: Cervera de Pisuerga – Santander, 168 km
1. Kalus Diewald (RSG Nürnberg) 4h06’26”
2. Igor Miner (Orbea – Pan Ocio) m.t.
3. Paul Könings (Selección Neerlandesa) m.t.
4. Pedro López (Tavira – Algarve) m.t.
5. Michael Schlickum (Radsport Hamburg) m.t.

24/07. 6ª etapa: Valle Real – Max Center (Baracaldo), 156 km
1. Michael Schlickum (Radsport Hamburg) 3h55’53”
2. Miguel López (Ávila Rojas) m.t.
3. Miguel Ángel Martín Perdiguero (Seguros Soliss) m.t.
4. Paul Könings (Selección Neerlandesa) m.t.
5. Santos García (CC Vinarocense – Lotus) m.t.

25/07. 7ª etapa: Max Center (Baracaldo) – Vitoria, 133 km
1. Claus Michael Møller (Construcciones ACR – MRA) 3h19’44”
2. Unai Etxeberría (Cafés Baqué) a 2’27”
3. Aitor Bugallo (Orbea – Pan Ocio) m.t.
4. José María Albares (Otero – Fuenlabrada) m.t.
5. Roberto Heras (Orbea – Pan Ocio) m.t.

26/07. 8ª etapa: Vitoria – Pamplona, 133 km
1. Klaus Diewald (RSG Nürnberg) 5h30’56”
2. Paul Könings (Selección Neerlandesa) m.t.
3. Igor Miner (Orbea – Pan Ocio) m.t.
4. Jeroen Hermes (Selección Neerlandesa) m.t.
5. Michael Schlickum (Radsport Hamburg) m.t.

27/07. 9ª etapa: Pamplona – Soria, 173 km
1. Frank Schink (RSG Nürnberg) 4h04’15”
2. Domingo Segado (Plastimer) m.t.
3. Johan de Geyter (Selección Belga) m.t.
4. Bingen Fernández (Orbea – Pan Ocio) m.t.
5. Robert de Poel (Selección Neerlandesa) m.t.

28/07. 10ª etapa: Guadalajara – Villalba, 147 km
1. José Urea (Ávila Rojas) 3h40’54”
2. Claus Michael Møller (Construcciones ACR – MRA) m.t.
3. Roberto Heras (Orbea – Pan Ocio) m.t.
4. José E. Gutiérrez (Ávila Rojas) m.t.
5. José María Albares (Otero – Fuenlabrada) a 10”

29/07. 11ª etapa: Toledo, 14 km CRI
1. Patrick Van Dijken (Selección Neerlandesa) 16’57”
2. Michael Schlickum (Radsport Hamburg) a 8”
3. Claus Michael Møller (Construcciones ACR – MRA) m.t.
4. Jaime Hernández (CC Vinarocense – Lotus) a 24”
5. Bernardo González (Plastimer) m.t.

30/07. 12ª etapa: Toledo – Madrid, 139 km
1. Klaus Diewald (RSG Nürnberg) 3h06’35”
2. Igor Miner (Orbea – Pan Ocio) m.t.
3. Michael Schlickum (Radsport Hamburg) m.t.
4. Miguel López (Ávila Rojas) m.t.
5. Jaime Carlos Gutiérrez (Seguros Soliss) m.t.

General final
1. Claus Michael Møller (Construcciones ACR – MRA) 34h25’05”
2. Raido Kodanipork (Cropusa) a 5’29”
3. Roberto Heras (Orbea – Pan Ocio) a 7’55”
4. Alberto López de Munian (Cafés La Brasileña) a 8’31”
5. José Urea (Ávila Rojas) a 9’01”
6. Alex Kastenmhuber (RSG Nürnberg) 9’06”
7. Joaquín Migueláñez (Santa Clara – Máster) a 9’07”
8. Ricardo Otxoa (Cafés Baqué) a 10’28”
9. David Cañada (CAI) a 10’35”
10. José María Albares (Otero – Fuenlabrada) a 11’47”

Mil gracias a David González por su ayuda para confeccionar este reportaje. Vaya en memoria de Juanma Martín, que seguro que disfrutó como el que más siguiendo esta carrera.

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