López Cerrón: “No hemos explicado bien lo de las licencias”

López Cerrón, en Madrid / Foto As. Chema Díaz

José Luis López Cerrón afronta los últimos meses de su primer mandato en la RFEC / Foto As. Chema Díaz

Nicolás Van Looy / Ciclo21

José Luis López Cerrón, vallisoletano nacido un 15 de junio de 1956, fue uno de los miembros de esa generación de corredores que en los primeros años de la década de los 80 del siglo pasado, puso los cimientos para que el ciclismo español comenzara la escalada hacia la cima de los grandes colosos de este deporte. El triunfo de Perico en el Tour de 1988 fue únicamente la primera cima en el camino hacia lo alto del Everest, que se alcanzó con los cinco triunfos de Indurain en Francia, los tres mundiales de Freire, la explosión de Contador, la transición de Sastre o Pereiro, el arcoíris de Olano… y otros muchos que nos dejamos en el tintero por cuestiones de espacio. Pero todo aquello, como decimos, se cimentó sobre el trabajo que se comenzó a desarrollar en la época en que nuestro protagonista le daba a los pedales.

Un trabajo que, casi sin solución de continuidad, prosiguió desde el coche. Se reconvirtió en director deportivo en una carrera exitosa en la que siempre estuvo junto a su amigo Javier Mínguez, al que confiaría años más tarde la selección española de ruta masculina. No contento con eso, probó suerte en el mundo de la organización de carreras, llevando adelante la Vuelta a Castilla y León.

Todo ello le convirtió, a ojos de los votantes en aquella asamblea, en el candidato perfecto para tomar las riendas de una Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) en quiebra técnica. Una federación que, pese a representar al país dominante en el ciclismo profesional masculino, escondía bajo la alfombra enormes miserias no sólo económicas. Años de mala gestión, despilfarro, descuido de todo lo que no fuera mediático y grandes titulares… todo aquello dejó aquella casa tan tocada que parecía imposible que la situación pudiera revertirse.

Era 2012 y este ex corredor, ex director deportivo, organizador y, sobre todo, hombre de ciclismo, asumió el reto que le quedaba en su vida: meterse en el mundo federativo. Y lo hizo a lo grande. Presidente de la RFEC. Un presidente que, al contrario de lo que hicieron la mayoría de sus predecesores, no iba a poder disparar con pólvora de rey. Llegaban momentos duros. Despidos, recortes, ausencias dolorosas en citas importantes. Una crisis en toda regla. Desde entonces, han pasado cuatro años.

-Teniendo en cuenta todo eso, y aunque me resulte desagradable hacerlo de esta manera, no me queda más remedio que comenzar preguntándole por la situación económica de la RFEC porque, sin saber el estado real de la caja, no podremos seguir hablando del futuro de nuestro ciclismo.

-Sí, lo entiendo. La salud ha mejorado desde que llegamos. Sabíamos que había 1.600.000 euros de deuda. El primer año fue muy difícil porque ningún proveedor quería hacer nada para la federación y tuvimos dificultades muy serias. Tuvimos que hacer muchos recortes. Tomar decisiones muy duras como afrontar despidos o mirar mucho los viajes hasta el punto de llevar [a competiciones] menos ciclistas de los que habría sido justo o nos hubiera gustado llevar. Pero, al final, haciendo todo aquello se consiguió salvar la RFEC e ir cumpliendo con el plan de viabilidad que nos marcamos con el Consejo Superior de Deportes. La verdad es que podemos decir que, pese a que era muy difícil quitar toda esa enorme deuda, cuando cerremos este año [que supondrá también el cierre de legislatura, N.d.A.], habremos quitado cerca del millón y medio de euros de la deuda. El primer y segundo años tuvimos que ir a un crédito del CSD para poder subsistir y este año ya no hemos tenido que pedir nada. Estamos al día y se está pagando todo a 60 y 90 días tal y como se establece con los proveedores. Tampoco estamos teniendo problemas con los sueldos de los empleados, ni con la Seguridad Social, ni con Hacienda… Eso te da, por lo menos, un cierto respiro.

-Pese a que parecen buenas noticias, toda esa política de austeridad podría tener sus consecuencias deportivas todavía por ver. Llevamos tiempo hablando del páramo que se avecina una vez que se tenga que afrontar la retirada de nuestros tres mejores corredores. ¿Puede ser que todos esos recortes hayan afectado a la base de tal manera que deportivamente veamos la crisis en los próximos años?

-Creo que no. Y me refiero aquí a la ruta porque ahí son los equipos los que tienen que funcionar. Quiero decir que los ciclistas que pueden salir adelante, están en equipos españoles o extranjeros y están entrenando, corriendo, bien cuidados… Sí es cierto que hay otros pilares como la pista o las especialidades donde no hay equipos como el BTT, etcétera. Ahí sí podríamos notar ese bajón porque por cuestiones económicas no hemos podido hacer más concentraciones, ir a más competiciones, mantener una plantilla más amplia… Pero donde menos lo vamos a notar es en la carretera.

López Cerrón

López Cerrón quiere renovar su mandato

-Me habla sobre el papel de los equipos, pero lo cierto es que sólo tenemos un World Tour y, más preocupante todavía, un único Profesional Continental. ¿La RFEC no puede hacer nada para intentar paliar esta carencia de equipos?

-Nosotros hemos hecho lo que hemos podido junto al Consejo de Ciclismo Profesional. Cuando llegamos había unos mínimos para hacer un equipo Continental, unos sueldos mínimos para los ciclistas… todo eso se quitó el primer año precisamente para incentivar la creación de equipos. Ahora no hay un tope mínimo de presupuesto para equipos Continentales. Con la Asociación de Ciclistas Profesionales llegamos a un acuerdo para bajar los sueldos mínimos de los corredores… Legislativamente hemos hecho todo lo que hemos podido. Conozco gente que está dispuesta a sacar equipos profesionales y continentales, pero no lo consiguen. El problema, y eso lo hemos hablado más veces, es que en otros países sí están saliendo y aquí no. ¿Por qué no salen si hay gente? Pues aparte del problema económico derivado de la crisis, porque en España, y eso es algo que ha afectado bastante al ciclismo, tenemos tantos deportes en los que destacamos y que tienen repercusión mediática. Antes nos los repartíamos todo entre el fútbol y el ciclismo, pero ahora tenemos de todo: tenis, baloncesto, balonmano, atletismo… y todos vamos a pedir a los mismos sitios.

-Me pinta usted un panorama desolador y, sin embargo, todo ello coincide con un boom enorme del ciclismo como fenómeno social. Cada vez hay más gente que usa la bicicleta como medio de transporte, más personas que practican habitualmente ciclismo como actividad deportiva (aunque no sea competitiva), el ciclismo urbano está en auge, las carreras de ciclocross tienen cada vez más inscritos, las calles se están llenando con tiendas de bicicletas y, a nivel profesional, estamos en el momento más dulce de nuestra historia, incluso más que en la época de Miguel Indurain… ¿No habrán hecho algo mal al no aprovecharse de esta situación?

-Creo que son cosas diferentes. Efectivamente, si hablamos de profesionales, hemos pasado de aquella época en la que yo corría, ¡cuando ir al Tour de Francia era un castigo!, a la situación actual. Hemos dominado en una carrera como el Tour, pero además hemos tenido corredores que no existían antes, como Freire o Flecha, que ganaban en las clásicas. Vale, es una época muy buena y muy bonita…

-Sí, pero le pregunto si, de alguna manera, la RFEC se descuidó para que, pese a esa bonanza, estemos en la situación en la que nos encontramos.

-No, no lo creo. Son épocas en las que hay ciclistas que tienen unas cualidades y coinciden en el mismo ciclo. Ahora tenemos a Mikel Landa como gran referencia, pero hablamos de que no va a valer hacer tercero o cuarto. La gente va a querer que gane. Ahora tenemos que ver qué han hecho países que han pasado crisis de resultados.

-Sí, está claro: para que uno domine, otro tiene que dejar de dominar. Pero yo le pregunto sobre la situación de la Federación.

-En ese sentido, vuelvo a lo que te decía antes: la ruta es la que menos sufre los avatares de la competición. La gente de la pista, por ejemplo, sí lo ve más porque dependen de que organices concentraciones, les lleves a competiciones… porque no tienen los equipos que se encargan de eso. ¡Ojo! Dentro de eso hay que darse cuenta de una cosa: de la cantidad sale la calidad. Si tuviésemos diez equipos es más fácil que aparezca alguien. En cuanto a la cantidad de gente que hay dándole a la bicicleta, creo que es un fenómeno social. La gente se ha concienciado de que hay que hacer más deporte y el ciclismo gusta, estás al aire libre, puedes compartirlo con los amigos y con la familia. Creo que eso es bueno y que se traducirá de la misma forma en la RFEC.

-Ya me ha puesto en varias ocasiones el ejemplo de la pista y, efectivamente, la situación de la especialidad es, por decirlo de una manera suave, muy preocupante. Nos consta que los corredores ya le han trasladado en alguna ocasión su profundo malestar con el seleccionador Salvador Meliá. ¿Cómo están trabajando ese asunto?

-Bueno, vamos a ver… Reconozco que cuando llegué a la Federación tuve que informarme sobre la pista porque yo no era un especialista. Íbamos a tener un seleccionador que, al final, no pudo ser y me hablaron de Salva y creo que ha estado haciendo su trabajo. Quizás, por lo que me ha llegado a mí, tiene un carácter y una forma de ser que no congenia en muchas ocasiones con los corredores. Eso lo hemos hablado. Justo antes de las navidades yo llamé al seleccionador y a los corredores para tener una reunión cara a cara entre todos con el ánimo de que, teniendo en cuenta que estamos en un ciclo olímpico que ya estamos terminando, hicieran lo posible para clasificarse para Río y terminar este ciclo. Ahora mismo tenemos que ser conscientes que cambiar de seleccionador o tomar medidas drásticas a cinco meses de los Juegos, no conduce a nada.

Cerrón_Cookson

Cerrón junto a Cookson hace un año

-Y, para después de Río, ¿descarta ese relevo?

-Creo que habrá que hacer una reflexión. Yo les he emplazado a todos ellos a, una vez terminado este ciclo olímpico, sentarnos en una mesa todos: los ciclistas, tanto mujeres como hombres; el equipo técnico, yo mismo… En esa reunión cada uno deberá de exponer sus cosas y buscaremos un entendimiento. ¿Puede haber un cambio de seleccionador? Pues no lo sé. También les he dicho que confío en que el ciclismo ascendente en cuanto a la economía de la RFEC pueda continuar y, por lo tanto, podremos destinar más recursos, más concentraciones, más competiciones…

-Seguimos con los ‘patitos feos’ de nuestro ciclismo y hablamos de ciclocross. Recientemente David Seco criticó con dureza a la RFEC y, a la vez, tenemos el boom de esperanza que está protagonizando Felipe Orts. ¿Puede haber llegado ese ‘mirlo blanco’ en el que merezca la pena invertir para que pueda desarrollar su carrera en las mejores citas y, de esta forma, fomentar la especialidad?

-Me hablas de una especialidad que está en auge. En los tres años que llevo en le RFEC he visto como ha crecido enormemente el número de carreras. No hay ningún fin de semana de la temporada sin ciclocross. Hay una gran demanda. El año pasado, en el Campeonato de España, los inscritos no llegaban a 600 y este año hemos superado los 700 en Torrelavega. Ha vuelto a renacer el ciclocross. Desde la RFEC tenemos una cuestión importante: el dinero que nos llega desde el CSD son para especialidades olímpicas y el ciclocross no lo es, por lo que tenemos que hacerlo todo con recursos propios y ya hemos hablado de la situación que hemos atravesado. ¡Mira!, el primer año, la primera gran cita que tuve como presidente fue el [mundial] de ciclocross y no pudimos ir ¡porque no nos fiaban ni las agencias de viajes! Ese año se lo dije a los corredores y les tuve que decir que si alguno quería ir, se lo tendría que pagar él mismo. Después, ya hemos ido con los corredores que se ha podido en cada ocasión.

-Sí, pero yo le hablo del futuro

-Es verdad que nos apetecería ir a algunas pruebas de la Copa del Mundo, pero económicamente sigue siendo inviable y están yendo los corredores por su cuenta. ¿Qué está en auge y tenemos corredores con pinta de poder despuntar? Pues sí. Eso hace que sea una especialidad que tendremos que intentar mimar bien en el futuro. Ya estamos buscando patrocinadores. Hemos conseguido algunos durante estos años, pero no hemos terminado de cerrar un acuerdo con un gran sponsor.

-Y ya que hablamos de categorías en auge, hablemos del cicloturismo y de todos aquellos que practican ciclismo como hobby. Le pregunto, evidentemente, por el tema del momento: ¿No cree que el aumento de los precios de las licencias son, en muchos sitios, una salvajada?

-Es verdad. ¡Cómo está la gente con eso y cómo está poniendo a la RFEC! Pero, aunque sea complicado de entender, la Federación no tiene nada que ver con eso porque nosotros…

-Sé que me va a contar lo del precio de los seguros y yo le pregunto, ¿no podrían intentar hacer una contratación conjunta en lugar de que cada autonómica haga su propia póliza?

-¡Es que ya lo hemos estado intentando! Mira… el Director General de la RFEC, Diego Guerrero, ha estado reunido, y yo con él en algunas ocasiones, con las mayores corredurías del país; con infinidad de compañías de seguros… ¡no te puedes hacer idea de la cantidad! Primero: no hay ninguna compañía, absolutamente ninguna, que quiera coger toda la cuenta de la RFEC. Para ellos es un riesgo inasumible. ¿Por qué? Porque las compañías de seguros no quieren perder dinero y al precio que estaban las pólizas y la alta siniestralidad, eran todas deficitarias. Y no me meto aquí en cuestiones como la picaresca, que también tiene parte de… ¡no!, sólo hablo de la siniestralidad honesta. El resultado es que todas las compañías de seguros que han estado un año, se han ido corriendo. Si fuera un riesgo bueno, tendríamos cola.

-Eso es lógico y no se nos escapa a nadie, pero…

-No, permíteme explicarlo bien. Hemos reunido a todos los presidentes de las autonómicas dos veces entre noviembre y diciembre para tratar esta problemática. ¡El día 19 ó 20 de diciembre había doce federaciones que no podían sacar las licencias porque no tenían ninguna compañía que les hiciese un seguro! Al final, ha aparecido una correduría que, dependiendo de la zona [las aseguradoras basan sus precios en índices de siniestralidad de cada área geográfica N.d.A.] a precios muy altos como es el caso de Madrid, donde no hemos conseguido bajarla de cien euros. ¿Qué ocurre? Pues que eso llegó a última hora. ¿Qué han tenido que hacer las federaciones? Las que han podido, han asumido partes de esa subida, pero otras, con menos recursos económicos, han tenido que repercutir toda la subida. Para que te hagas una idea: hay federaciones que estaban pagando unos 30 euros por seguro y ahora mismo la que menos paga está desembolsando 55 euros.

Cerrón_Mínguez

Cerrón junto a Javier Mínguez / Foto AS

-Pero quizás se pudiera bajar el precio bajando la cantidad que perciben la RFEC o las autonómicas por cada licencia.

-Pero las federaciones tienen que subsistir. Con los ingresos que cada uno tenemos, debemos llevar a las selecciones, pagar a los empleados, los gastos corrientes… ¿qué quieres que hagamos? Nuestra gran preocupación era la caída de licencias que podía producirse por este motivo. Sabíamos que iba a doler mucho y a provocar un enfado general, pero créeme cuando te digo que no había otra posibilidad. En este caso, además, la RFEC sí ha bajado su propia cuota. Antes las territoriales nos daban 7 euros por licencia y este año nos van a dar un euro menos.

-Si todo esto es tal y como me lo cuenta, debo decirle que me da la impresión de que desde el mundo federativo no han sabido comunicarlo bien.

-Eso se lo he dicho a las territoriales, que creo que son las que deben explicar a sus federados estas cosas. He llegado a decirles que deberían desglosar el precio: lo que vale el seguro y lo que vale la licencia. Porque mañana, el seguro puede pasar de valer 60 euros a valer 90, y el federado tiene que saber de dónde viene el incremento. Las compañías, cuando nos planteaban esos precios, nos decían ‘id al CSD y decidle que no os aseguran’, pero eso hubiese sido mentirle al CSD porque sí nos aseguran, pero a un precio muy elevado.

-Pero también es verdad que existen en el mercado seguros ‘privados’ que ofrecen precios más baratos.

-Cierto, pero eso es la segunda parte de esta cuestión. Hay que ver qué coberturas ofrecen esos seguros. El problema de los seguros que tenemos que ofrecer las federaciones deportivas es que hay un Real Decreto, que quizás es lo que deberíamos de mirar con el nuevo CSD que salga cuando se forme gobierno, en el que la asistencia sanitaria debe de ser ilimitada los 365 días del año, las 24 horas del día. Todo eso es lo que se ha explicado mal: entiendo que el cicloturista no entienda porqué se ha subido tanto el precio en un año y porqué hay tantas diferencias entre unas territoriales y otras.

-Tal y como me pinta usted el panorama, la RFEC es algo así como el saco al que todo el mundillo ciclista va a pegarle. Con todo eso, ¿tiene ganas de volver a presentarse en las elecciones que deben de celebrarse este año?

-(Ríe) Sí que quiero. Tengo la intención de presentarme porque creo que hemos hecho un trabajo durante los últimos cuatro años que necesita otra legislatura para poder completarlo. No tengo ninguna intención de perpetuarme en el cargo, pero cogimos la Federación de una manera. Yo no he culpado a nadie por ello. Son las circunstancias que te tocan cuando llegas a un sitio. Hemos modernizado mucho la Federación, hemos hecho una buena labor en cuestión económica… de alguna forma queremos terminar esa labor. Tenemos un Plan de Viabilidad [acordado con el CSD, N.d.A.] que, si todo sigue su curso, completaremos en 2019. Luego, ahí estará la Federación para que la lleve quien tenga que hacerlo.

-Hace poco he hablado con Javier Mínguez y le preguntaba por su continuidad en el cargo. Me decía que no seguiría sin usted, pero que quizás fuese usted el que no quiera que él siga si sale reelegido como presidente.

-(Ríe) Hay que ir por partes. Lo primero es continuar como Presidente. Si eso se consigue, hay cosas que nos vamos a tener que replantear… hemos hablado ahora de un montón de ellas como la pista, el ciclocross, las licencias… Además, vamos a tener más posibilidades económicas y podremos hacer cosas distintas y habrá que plantearse qué corredores siguen en activo, cómo está el futuro, qué personas son las que deben estar en ese ciclo, etcétera. ¡Con esto no te estoy diciendo que vaya a cambiar a Javier Mínguez, a Salva Meliá, ni a nadie! Todo el mundo conoce la relación que nos une a Javier y a mí y le puse en el cargo porque creo sinceramente que es una persona que conoce muy bien el ciclismo. Tiene la autoridad suficiente entre los ciclistas y creo que eso es positivo para la Federación. Igual que existe un desencuentro o un malestar en la selección de pista, tal y como me preguntabas antes, es verdad que eso es algo que no existe en la carretera.

2 comentarios

  1. Parece ser que toda disciplina en la que se emplee una bicicleta de diferente aspecto a la de carretera no existe; se habla de ruta, pista, ciclocross y cicloturismo (aunque esta licencia englobe a todo deportista con licencia no competitiva cuando se hala cicloturismo se sobreentide como carretera).
    No hay equipos profesionales de BTT? MMR, Orbea… Y las disciplinas como trial y BMX, no son ciclismo? Por qué nadie se acuerda de ellas? Por qué no se las fomenta? No se destinan ayudas a organizar competiciones de estas especialidades?

  2. Buenas, pero la RFEC se ocupa del BMX??????????????? Y es una modalidad olimpica desde 2008.
    Nunca he visto al presidente en un Campeonato de España. Pero si alguien quiere salir a defender los colores de España que pase por caja y page su maillot a 65 €, aparte de todos los gastos de inscripción, viaje, alojamiento………….A

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