Los 10 favoritos de La Vuelta (2): Chris Froome

Froome sentencia © Sky

Froome buscará su segunda gran vuelta de la temporada © Sky

Nicolás Van Looy / Ciclo21

El ciclismo actual, comparado con el de hace no tanto tiempo, no hay quien lo entienda. O, quizás, no es cuestión del ciclismo en general, sino de corredores en particular. De ambición. De épica. De garra. De clase. De tantas cosas. De mentes y egos con tanta ambición y tanta hambre de competición que, donde hace sólo unos años era un dogma de fe que para ganar una gran vuelta –especialmente el Tour– sólo se debía de disputar –e incluso, participar– en una de las tres, hoy resulta que los más grandes vueltómanos no se conforman con eso. Necesitan más. Tienen que reivindicarse. Como si supiesen que ganar unos cuantos Tours, o Vueltas o Giros del tirón sin dejarse ver en ningún otro sitio sólo les dará un pequeño hueco en los libros de historia del ciclismo. Una mención como el hombre con una cantidad determinada de victorias. Pero no les dará la gloria. El derecho de sentarse a la diestra –o siniestra, que cada uno elija– de Eddy Merckx. Allá donde están los Hinault, Anquetil, Coppi, Bartali, Gimondi, Kelly, Indurain…

Chris Froome, como ya lo hiciera antes esta temporada Alberto Contador, intentará el número circense más complicado en esto de las carreras por etapas. El más difícil todavía: ganar dos en un año. Y lo hará presentándose en la línea de salida de Puerto Banús con un triunfo que a la gran mayoría dejaría vacíos de sed de triunfo, algo tan importante como las buenas piernas. Se presentará en las cercanías de la lujosa Marbella, como decimos, con un Tour en el zurrón. Con un Tour, además, en el que se mostró intratable durante, al menos, 19 de las 21 etapas, pero en el que acabó dando alguna muestra de humanidad. Dejando ver que, si la cosa hubiese durado un poco más –o si sus rivales se hubiesen decidido antes a darle un poco más de estopa–, la historia podría haber sido muy distinta.

Vuelve Froome a una carrera que, seguro, le trae muy buenos recuerdos. Fue en la Vuelta de 2011, tras superar su esquistosomiasis, cuando protagonizó su gran explosión superando en todo lo superable a su jefe de filas, Sir Bradley Wiggins e iniciando, de esa manera, una enemistad que se traduciría, en el Tour de 2012, en una de las luchas fratricidas más recordadas de los últimos años.

Acabó entonces segundo por detrás de Juanjo Cobo y regresó al año siguiente, ya como jefe de filas, para dar una de las pocas muestras de flaqueza que le hemos visto. No pareció asimilar bien la presión. O no consiguió recuperarse del cansancio físico y psicológico de aquel durísimo –en todos los sentidos– Tour y terminó cuarto, a más de nueve minutos del podio que cerró entonces Purito Rodríguez. No se atrevió en 2013 tras su primer triunfo en el Tour, pero volvió el año pasado.

Y fue entonces, en 2014, cuando asistimos a uno de los grandes duelos de lo que llevamos de década. Venían él y Alberto Contador heridos en su físico y en su orgullo. Ninguno había acabado el Tour. Los dos habían caído camino de París. Y, sacando fuerzas de donde no las había y coraje de donde sólo los campeones se alimentan, nos regalaron el mejor espectáculo del año. Le ganó la partida el pinteño de nuevo, como en 2012, pero esta vez Froome fue segundo a un suspiro (1:10) de Contador.

Ahora, claro, la situación es distinta. Viene de ganar en París y todo hace prever que heredará el dorsal 1 del ausente Contador. Sin embargo, pensar que el corredor con, probablemente, el estilo más feo del pelotón internacional se conforme con venir a pasear a la Vuelta sería, como mínimo, demasiado atrevido amén de un insulto a un tipo que no sabe lo que es salir a una carrera a sumar kilómetros.

Froome viene a la Vuelta a España a machacar. A hacer historia. A retar, una vez más, a sus rivales más feroces. A decirle a los Quintana, Valverde, Purito y compañía, ‘aquí me tenéis’. ‘Vosotros pensáis que podéis ganarme… demostradlo’. Y lo hace, claro está, castigado por la carrera francesa, pero así llegan también sus mayores contrincantes. Sólo Astana, podría tener un plan B para puentear a Nibali en ese sentido. Lo hace, no cabe duda, arriesgando mucho en una carrera en la que tiene mucho más que perder que ganar. Una prueba en la que, él también lo sabe, siempre surgen sorpresas en forma de, como él lo fue en 2011, corredores noveles que te complican la carrera como, por qué no, muchos esperan que sean Aru o Landa. O, incluso, el que puede ser la gran incógnita a estas alturas: Rafal Majka. Una competición que tiene trampas de todo tipo, empezando por el calor andaluz y acabando por la pertinaz lluvia del norte, pasando por la traicionera montaña casi omnipresente esta temporada.

Pero Froome no debe de temerle al recorrido. No es el mejor escalador de la terna de favoritos, que ese honor hay que dejárselo a Quintana. La contrarreloj de Burgos no es lo suficientemente larga como para compensar los kilómetros de subida. Pero, seguramente, Froome es el corredor más completo y equilibrado del pelotón internacional. Y ese, junto al extremo conocimiento de su cuerpo y su exasperante manía de guiarse siempre por la ‘telemetría’ de su ordenador, son sus puntos más fuertes. Su talón de Aquiles, al menos en la Vuelta, puede ser que, ante etapas cortas y presumiblemente nerviosas de principio a fin, puede pasarlo mal si se ceba en responder a todo y a todos. Si se empecina en no sólo querer ganar, sino en machacar.

Christopher Froome (Sky) – Gran Bretaña, 30 años

Días de competición: 48 (7.582 kms)

Victorias: 4ª etapa, General Final y Clasificación por puntos Vuelta a Andalucía (2.1), 1ª etapa Tour de Romandía –CRE– (2.WT), 7ª y 8ª etapas y General Final Critérium du Dauphiné (2.WT), 10ª etapa, General Final y Clasificación de la montaña Tour de Francia (2.WT)

Otros resultados: 2º Clasificación de la montaña Vuelta a Andalucía (2.1), 3º General Final Tour de Romandía (2.WT), 2º Clasificación de la montaña y 3º clasificación por puntos Critérium du Dauphiné (2.WT), 6º Clasificación por puntos Tour de Francia (2.WT)

Clasificación UCI World Tour: 2º

Puesto Vuelta a España 2014: 2º

Mejor resultado Vuelta a España: 2º (2011 y 2014)

Días de líder Vuelta a España: 1

Etapas Vuelta a España: 1

Mejor resultado Tour de Francia: 1º (2013 y 2015)

Mejor resultado Giro de Italia: 36º (2019)

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