Los hermanos Azparren devuelven a Donostia al profesionalismo

Los hermanos Azparren durante su estancia en Alicante / © Stelvio

Xabier Mikel Azparren, que el próximo año defenderá los intereses del Euskaltel-Euskadi, y su hermano menor, Enekoitz Azparren, que debutará en 2021 con el equipo filial del conjunto vasco, el Laboral Kutxa, han coincidido en la concentración de la Federación Española llevada a cabo con corredores Sub-23 y Júnior en Alicante en el marco del Plan Estratégico de Alto Rendimiento y Tecnificación del ente federativo. 

Xabier Mikel será profesional en unos días con Euskaltel-Euskadi y se convertirá en el primer profesional donostiarra desde los tiempos de Pello Ruiz Cabestany en la Fundacion Euskadi. Tan como él como su hermano han seguido un plan de trabajo exigente y muy cuidado diseñado por los técnicos de la federación, pero manteniendo el programa de sus equipos, para ir viendo con que corredores podrán contar en las respectivas selecciones la próxima campaña, en la que se espera que el ciclismo pueda recuperar su movilidad y calendario habitual..

«El objetivo principal de la concentración ha sido poder entrenar en condiciones, con buen tiempo, lo que es de agradecer, además de  hacernos test de fuerza, biomecánica, disimetría, para ver en qué podemos mejorar. Hemos podido hacer los entrenamientos programados por la mañana y las tardes las hemos dedicado a las pruebas que he dicho. Han visto corredores nuevos y tienen y una base para formar las diferentes selecciones«, explica Xabier Mikel, que ha estado en total más de veinte días fuera de casa.

«Yo me marché a Calpe para entrenar desde el día 1 de diciembre, con el fin de hacer un trabajo de fondo en condiciones y llegar con una base buena al inicio de temporada. En casa muchas veces, por la meteorología, sólo puedes hacer calidad y he vuelto con una base de trabajo importante. He metido muchas horas», asegura.

A los 21 años, Xabier Mikel sale de una temporada extraña, atípica, pero que ha sido importante para él: «en total he tenido 32 días de competición, entre ellos las Vueltas a Zamora y Valencia. Hasta marzo todo fue bien, luego llegó el parón y me costó volver a coger el ritmo». No dejó de lado la pista, en la que ganó la Copa de España Sub-23, fue segundo en la general final y ganó la prueba de Madison. Acumuló tres segundos puestos en carretera, fue quinto en el Memorial Valenciaga, cuarto en la general final del Torneo Euskaldun y campeón de Gipuzkoa contrarreloj.

«He tenido una buena regularidad. Me ha faltado ganar algo. Hay que tener punta de velocidad para poder conseguirlo», reconoce. La confirmación de su pase a profesionales con Euskaltel-Euskadi fue la culminación de un año que en lo deportivo ha sido bueno para él.

No ha estado mucho tiempo sin tocar la bicicleta durante el invierno. «En total dejé la bici catorce días. Luego comencé poco a poco el acondicionamiento general, andando por el monte y en el gimnasio. En dos meses he hecho mucho gimnasio, sin meter muchos kilos. Luego he realizado más fondo en bicicleta, pero no dejaré el gimnasio del todo durante la temporada, para mantener la fuerza, y ahora hago fondo y calidad».

El paso a profesionales con Euskaltel-Euskadi ha sido para él «un sueño y más en el equipo de casa, que ha sido una referencia para mí y otros chavales. Buscaban un tipo de corredor parecido a mí, rodador y contrarrelojista, y me han dado la oportunidad. Este año he demostrado que puedo pasar puertos y mantener una cierta regularidad, que he tenido durante todo el año».

Si alguna pena le quedó de la temporada fue «el no poder ganar el Campeonato de España contrarreloj. No llegue bien, era demasiado duro al final y las cosas no me salieron bien. Acabé cuarto y tenía ilusión en hacerlo mucho mejor». Si todo discurre con normalidad, podría correr algún día en la Challenge de Mallorca.

Por su parte, Enekoitz Azparren se estrenó en este apartado federativo. «He estado muy a gusto y me han tratado muy bien. He podido aprovechar para hacer fondo y entre unas cosas y otras se me ha pasado el tiempo volando. Hacía entre cuatro y cuatro horas y media por día. Eso por la mañana, por las tardes teníamos todo tipo de pruebas, biomecánica, gimnasio… Bastante completo todo. La experiencia en todos los sentidos ha sido muy buena».

Ha cubierto 35 días de carrera este año, ha ganado las pruebas de Lazkaomendi, Segura y Vitoria, ha hecho cuatro segundos puestos, uno de ellos en una etapa de la Vuelta al Besaya que tuvo su polémica: «Creo que  en todas carreras que he corrido, o en casi todas, he terminado entre los diez primeros. Hasta que tuvimos que parar no había bajado del sexto puesto». Le costó volver a coger ritmo después de esos meses sin competición: «Notaba la falta de fondo y me costó cogerlo, pero poco a poco lo fui logrando, aunque me encontraba mucho mejor antes de tener que parar».

Lo normal es que comience la temporada con su equipo en L´ Essor Basque. Le gustaría hacer algo de pista, «pero parece que no se van a poder hacer carreras. Quiero comenzar bien la temporada. El mayor cambio que estoy notando es que meto más fondo en los entrenamientos que antes. En Alicante notaba cansancio por la tarde, porque no parábamos entre unas cosas y otras». Estuvo tres semanas sin bicicleta al terminar la temporada, también hace gimnasio, pero «no meto mucho peso, ni tampoco voy muchos días».

Un comentario

  1. Sin pensar mucho después de Peio Ruiz Cabestany me he acordado de 3 corredores profesionales Donostiarras: Lander Aperribai, Sergio De Lis y Unai Intziarte.

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