Manolo Sáiz «triste» por la pista y el ciclismo español

Manolo Saiz, en su época de mánager del Aldro Team / © Aldro Team

TrackPiste

Aunque este año no tiene equipo, ya que consideró que la etapa en el campo amateur había finalizado y que necesitaba dar un paso más en su proyecto de formación, Manolo Sáiz sigue dejándose ver por las carreras, tanto de profesionales como de amateurs. “No hay que desconectar con la base. Nunca lo he hecho y menos voy a hacerlo ahora”, dice el director cántabro, quien reconoce que “está complicado sacar un equipo, ya que hay bastante incertidumbre entre las empresas. Lo que si tengo claro es que, si salgo, será con el presupuesto adecuado”.

Y pese a no estar en activo, Saiz mantiene una profunda conexión con el ciclismo, desde un punto de vista crítico pero constructivo, y periódicamente podemos conocer sus aportaciones principalmente a través de su cuenta de Twitter y con ese simbólico ‘Desde mi carrecil’. Y aunque nos consta que sigue de cerca la pista, nunca ha sido el tema principal de una entrevista, por lo que, desde Trackpiste queremos conocer su opinión sobre esta disciplina y sobre su situación actual en España.

La pista siempre ha sido un buen complemento de la carretera, lo mismo que el ciclocross, dos disciplinas que se pueden y se deben practicar de forma conjunta. Además, puede haber transvase entre las dos disciplinas. El caso más claro lo tenemos en Joan Llaneras, un corredor que venía de la pista, que fue profesional de la carretera y que no terminó de cuajar, por lo que volvió a los velódromos, para ser uno de los mejores pistards de todos los tiempos. Pero no sólo él. Mira los casos de Wiggins o de Thomas. Y en la ONCE he tenido otros ciclistas de los que Olano es el más conocido, aunque también a otros como Mauri, el propio Llaneras o Bruyneel”.

Sin embargo, el cántabro se lamenta de que no haya “más actividad de pista con la base, que les pueda servir para aprender muchas cosas en su formación. Disciplinas como la persecución son una buena base para la persecución, lo mismo que una puntuación para correr en pelotón o preparar un sprint. Aquí en seguida se empiezan a orientar hacia la carretera. Quieren emular a Indurain, a Contador o ahora a Valverde”.

Saiz añade que “además, no se les pone fácil a los corredores no sólo para que lo puedan compaginar, sino para que puedan competir en invierno. No hablo de unos Seis Días, pero sí de reuniones parecidas que puedan ser un aliciente para los ciclistas”. También señala que “hay ciclistas que han estado compaginando, como es el caso de Unai Iribar o Xabier Mikel Azparren, pero otros como Iñigo Elosegui, por irnos al campo amateur, que podría ir bastante bien y se beneficiaría de esta disciplina”.

Sobre la situación de la pista en España coincide que “es muy triste, pero ¿qué no lo es en el ciclismo español ahora? No se está realizando un trabajo programado, porque la Federación no ayuda. No entiendo que ahora mismo no haya por ejemplo un equipo de persecución, cuando hay buenos mimbres, solo que hay que animarlos e incentivarlos”. Y aunque no quiere extenderse en nombres, señala a un Marc Soler “del que ya me he declarado admirador y que ya ha corrido en pista cuando era sub-23”.

Y hablando de que todo un estandarte como Albert Torres no tenga un equipo pro, manifiesta su extrañeza, pero en unos términos distintos a los que estamos acostumbrados a escuchar. “Por supuesto que tendría que tener cabida en cualquier equipo. Las plantillas son cada vez más amplias, pero no hablo sólo de corredores, sino de personal auxiliar y ¿por qué no va a caber un corredor más, que es un gran ciclista y que puede garantizar imagen? Ahora mismo se está impidiendo que se trabaje en la mejora de las bicicletas con la excusa de que no haya diferencias entre los equipos, pero para dar agua hay conjuntos que tienen auxiliares distribuidos en todo el recorrido. Con unas plantillas así, si cabe toda esta gente ¿cómo no va a haber hueco para un corredor como él?”. Y aunque Torres no ha estado en su órbita, sí tuvo a Sebastián Mora en sus inicios como amateur, en el Cueva El Soplao. “Un buen corredor, que trabajaba bien”, recuerda.

Sáiz y Olano © marca.com

Cambiando de tema, llama la atención que una prueba tan técnica como el récord de la hora no haya estado en la programación de alguno de sus ciclistas, aunque Olano estuvo cerca. “Lo pensamos en su momento con Mauri, después de ganar la Vuelta, pero tuvo una caída, se trastocaron los planes y ya con el Tour no se volvió a pensar. Con Olano llegamos a ensayarlo, pero sin una preparación especial, sin que alterase sus planes”.

Y es que la idea es que Olano hiciera un intento una semana después de que fuera segundo en el Giro del 2001. En los días previos hizo un par de tests de corta duración que no fueron nada satisfactorios por lo que se descartó finalmente la intentona, prevista en Anoeta, pero sin renunciar a intentarlo en el futuro. Solamente que esa oportunidad jamás volvió a presentarse. “Era algo que nos apetecía, y Abraham siempre fue muy receptivo, pero no salió bien”, termina Saíz.

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