Afectada la gran salida del Tour de Francia

El ‘Grand Départ’ de 2020 / © ASO

Fernando Ferrari / Ciclo 21

El comienzo del Tour de Francia en Niza puede verse en peligro después de las nuevas normas de desconfinamiento anunciadas por el Gobierno local por medio de su primer ministro Edouard Philippe en la Asamblea Nacional. Entre otras medidas de ámbito social, el político ha confirmado que una de ellas es la prohibición de eventos masivos de más de 5.000 personas hasta el 31 de agosto inclusive lo que afecta a las tres primeras jornadas de la Grande Boucle, cuyo nuevo inicio estaba previsto para el sábado 29 agosto.

A pesar de ello el Ministerio de Deportes, que dirige la exnadadora profesional, Roxana Maracineanu, ha matizado que, a pesar de las nuevas restricciones, «el hecho de que los grandes eventos deportivos no puedan tener lugar hasta finales de agosto no significa que el Tour se posponga o cancele, pero advierte de que «puede afectar al número de espectadores«.

También se ven implicadas dos pruebas del World tour galas como el Criterium del Dauphiné en agosto según el presunto nuevo plan de la UCI– y  Clásica de Bretaña (23 agosto) masculinas y el GP Plouay femenino, la víspera. Otras como La Poly Normande (16 agosto), el Tour Limousin (18-21 agosto), el Campeonato de Francia (23 agosto) y el Tour Poitou-Charentes (25-28 agosto) tampoco podrán llevarse a cabo.

Recordamos que la partida del Tour 2021 desde la capital de Dinamarca, Copenhague, y sus dos siguientes etapas escandinavas también se encuentra en entredicho al estar situada una semana después de la Eurocopa de fútbol, relegada asímismo un año como los Juegos Olímpicos de Tokio.

Las ligas profesionales como las de fútbol y rugby 19/20 ya han sido suspendidas definitivamente y el torneo parisino de tenis de Roland Garros se ha retrasado una semana para no coincidir con el acontecimiento ciclista de ASO.

Las etapas afectadas

1ª: Sábado 29 agosto. Niza-Niza | 156 kms

1ª etapa / © ASO

2ª: Domingo 30 agosto. Niza-Niza | 187 kms

2ª etapa / © ASO

3ª: Lunes 31 agosto. Niza – Sisteron | 198 kms

Nicolás Van Looy / Ciclo21

En el fondo, si nos paramos a pensarlo, es una afirmación que resulta irrebatible por pura lógica, pero la Ministra de Deportes de Francia, Roxana Maracineanu, la ha tenido que verbalizar para dejar bien claro en qué se centrará el gobierno galo cuando el país vecino arranque la desescalada de su confinamiento. Para ello, todavía no hay fecha, pero sí hay una cosa clara: “el deporte no es actualmente una prioridad en nuestra sociedad. De ninguna manera es una prioridad en las decisiones que tomará nuestro gobierno”.

Pese a que las cifras de contagios y muertos (159.877 y 21.340, respectivamente, en Francia a día de hoy) convierten esa sentencia de Maracineanu en algo que no debería causar ninguna sorpresa, sus palabras han supuesto un jarro de agua fría para las ilusiones del ciclismo, un deporte que ve en el Tour de Francia la única salvación posible de la temporada… y mucho más.

En declaraciones realizadas a Eurosport, la ministra francesa ha dejado claro que “las competiciones sólo se retomarán a puerta cerrada o con un aforo limitado y con pautas muy estrictas para los espectadores”, relanzando, por lo tanto, el fantasma de, en el mejor de los casos, una Grande Boucle sin público.

Cabe recordar que, si no se producen novedades, Francia comenzará a relajar sus medidas de confinamiento el día 11 de mayo, pero que esa desescalada no afectará a los grandes eventos públicos que, tal y como explica Maracineanu, “podrán seguir prohibidos hasta septiembre o más adelante si la situación lo requiere”.

El Tour de Francia y, por supuesto, Roland Garros son las dos grandes citas deportivas del calendario anual francés y ambas se encuentran en este momento pospuestas para arrancar a finales de agosto y septiembre, respectivamente. Roxana Maracineanu ha sido categórica al asegurar que “si no se celebran no sería el final del mundo”.

Y, efectivamente, no debemos perder el foco de que, en el fondo, sólo se trata de dos eventos deportivos y, por lo tanto, de un entretenimiento de masas que, al menos en la situación actual, sólo pueden traer más problemas que beneficios. Sin embargo, tampoco se deben olvidar las derivadas económicas de dos citas multimillonarias no sólo en términos de facturación sino de exposición internacional de Francia.

Por ello, Maracineanu considera que su cancelación en 2020 “puede parecer el final para muchos negocios que dependen de los ingresos del Tour o de otros eventos deportivos, pero probablemente se tendrán que saltar una edición y reorientarse de cara al futuro”.

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