Marc Brustenga: «Quiero ganar y ser un «Erviti»»

Marc Brustenga (Santa Eulàlia de Ronçana, Barcelona, Cataluña, 4 septiembre 1999, 23 años) es un profesional a la clásica usanza. De júnior a sus cuatro años de sub-23 y a profesional en primera división con el Trek estadounidense de Luca Guercilena. Un camino que ya no es normal con los cada vez más comunes saltos de categoría sin pasar por la agonizante sub-23 si los equipos siguen apostando por esta política de precocidad. Brustenga sigue su camino, el que le indica su organismo, su calendario y su adaptación. Un recorrido áspero, duro, y exigente que se fue suavizando hasta temrinar con sonrisas en Croacia. Este socio del FC Barcelona huye de comparaciones con Flecha, Freire o su admirado compañero y excampeón del mundo, Mads Pedersen por sus similares condiciones físicas. Su sueño, como el de tantos, es ganar por primera vez y combinarlo con el aprendizaje del siempre importante rol de capitán de equipo. Una segunda campaña clave que tendrá como piedra fundamental su debut en una Vuelta a España que parte de su Barcelona natal.

Marc Brustenga © Ciclo 21

Fernando Ferrari / Calpe (Alicante) / Enviado especial Ciclo 21

-¿Qué sensaciones diferentes encuentra de su primera concentración, la de su debut, a esta segunda con un año de bagaje?

-El tiempo pasa volando y de repente te encuentras que ya llevas un año de profesional. Parece que casi el primer año va a ser eterno, pero no te das cuenta, pero ya estás a punto de empezar el segundo. Pienso que he vivido muchas experiencias gracias al equipo. He aprendido mucho, intento mejorar cada día, pero miras atrás y piensas que aún queda mucho por delante, que he dado un salto, pero que espero dar muchos más. Mola mucho.

-¿Cómo ha sido su adaptación diferente a la de los talentos jóvenes que despuntan en el pelotón?

-Los que pasan de junior a profesionales tienen otro motor, son elegidos y no sé si están a otro nivel, pero para mí el cambio de amateur a profesional y a un world tour ha sido brusco y necesitas una adaptación. Yo entrenaba bien para las carreras que tenía. Antes hacía torneos Lehendakaris de 120 kilómetros y ahora estoy haciendo carreras de 200. Lo que ocurre es que tal y como avanza el ciclismo o te adaptas rápido o ciao.

-¿Hubiera sido mejor un par de años en un equipo profesional de segunda división?

No. El cambio es grande y pasas momentos de todo tipo, malos y buenos. Nadie habla de los malos y hay más que de buenos. Quizás un proteam me hubiera ayudado a seguir la progresión, pero estoy aquí y hecho está. El año pasado en amateur hice 20.000 kilómetros y esto ahora es impensable. Ahora cualquier júnior ya está haciendo eso. Y este año ya llevo 26.000, que es lo normal. Y yo notaba que mi cuerpo no estaba adaptado ni al ritmo ni al kilometraje. Mi primera carrera de 200 kilómetros fue en la Volta a Catalunya. Yo estaba cagado antes de salir y sin saber qué me iba a pasar. Por ejemplo en 2021, mi máximo de días de competición seguidos fueron tres en vueltas elite y sub-23. El cambio es muy grande, bonito a la vez, pero sufres y aprendes. Te conoces más, el doble, el triple, cómo funciona tu cuerpo. Cuando me fui a Francia en mi primer año sub-23 me pasó algo similar. Salir de tu zona de confort es lo que te ayuda a avanzar en mi opinión.

-¿Está contento de su estreno en la máxima categoría?

-Hasta mitad de temporada no estaba satisfecho y era consciente. Hice todo lo que estaba en mis manos. Entrenaba más que nunca y veía que mi nivel no era el que yo esperaba y luego ya el equipo. Me veía en cola de pelotón sin ver cabeza carrera y no me lo explicaba. Pero poco a poco y gracias a los compañeros y sobre todo a Marcel Irizar seguí y seguí trabajando porque este deporte ni otro no tiene otro secreto y acabé satisfecho con las últimas competiciones que hice. Luego siempre quieres más y más.

-¿Y de su calendario 2022?

-No me puedo quejar porque fue muy bueno. Al principio de año carreras que me ilusionaba correr como la Volta a Catalunya, no la pude disfrutar como me hubiera gustado por la adaptación, sufriendo todo el día y sinceramente no disfrutas, solo momentos puntuales. Todo lo contrario que en Croacia, en la CRO Race que sí disfruté sobre la bici, aunque también sufres, pero no es lo mismo sufrir en el kilómetro 50 que al final estando delante.

-Siempre se le sitúa como un clasicómano u hombre rápido por sus condiciones físicas. ¿Ha encontrado su sitio o dónde le gustaría encajar?

-Este año lo que me ha gustado es hacer el trabajo para un líder. Un “Erviti”. Creo que no se me pueda dar mal en un futuro ser un capitán de ruta. De todas formas quiero estos años averiguar hasta dónde puedo llegar como corredor. Como esprínter o un clasicómano y aprovechar las oportunidades que tenga para ver qué hago. Estoy abierto a todas las opciones. Ganar nos gusta a todos y no me quito de la mente poder disputar carreras, pero si por ejemplo en una gran vuelta hay que ayudar a Juanpe o a quién sea del equipo, me gusta y lo disfruto. No me cierro de puertas a nada.

-¿Está contento Trek con su rendimiento?

-En el ciclismo de hoy en día todo pasa volando y o te espabilas o te espabilan. El equipo no me ha pedido que gane nada y no me pongo yo más presión, pero también me gusta tenerla porque me ayuda a mejorar y estar despierto. Yo soy el primero que quiero hacer algo.

-¿Dónde disfrutó más en 2022?

-En Croacia hubo un día que fui octavo y sientes que te ves ahí en el jaleo, que sientes que estás disputando una etapa y por eso nunca se sabe. Fue a final de temporada y ves que todo el trabajo del año sale a la luz y vuelves a disfrutar como hacía tiempo porque los últimos meses de amateur tampoco me fueron bien.

-¿Cómo se plantea 2023?

-En enero voy al Down Under y vamos dos corredores rápidos para las etapas al sprint y a ver si puedo sacar ya la cabeza allí. En cuanto a las clásicas estoy en un equipo como el Trek que tiene un bloque muy fuerte para esas carreras y entrar ahí no es nada fácil. Con Mads Pedersen y Jasper Stuyven puedes ganar cualquier clásica y estar con ellos es complicado pero poco a poco. Me encantaría la París-Roubaix, pero es difícil. UAE repito. Y ahora me acuerdo que en sus finales de etapa me faltaba ese ritmo. Tengo ganas de volver para ver el cambio y ver que mejorar. Quiero hacer eso, repetir carreras de este año en 2023 para disfrutarlas y ver mi progresión como la Volta y por acabarla. No tengo tampoco muchas clásicas en el calendario.

-¿Habrá debut en una gran vuelta?

Si todo va bien debutaré en la Vuelta a España que empieza en Barcelona además lo que significa un plus para mí. Si esta entrevista me la haces el año pasado te hubiera dicho que no quería hacer grandes vueltas porque no me veía preparado. Ahora tampoco sé si lo esto o no, pero me genera la motivación de entrenar para hacerla.

-En su primer año en el pelotón internacional, ¿le ha sorprendido especialmente alguna de las figuras mundiales?

-Me ha pasado con muchos. Por ejemplo en Croacia fue la primera carrera de Vingegaard después de ganar el Tour de Francia. Estar en el sofá y ver lo que hizo en el Tour y después verlo a tu lado… Luego también con Van Aert, Valverde… En general con todos e incluso con compañeros de equipo como cuando Juanpe se puso líder del Giro. Luego hablaba con él y pensaba eso, que estoy con el líder del Giro y ni él se lo creía. Por eso a veces no todas cuenta, me gusta pararme y pensar que estoy aquí, por ejemplo, en la Volta a Catalunya, que la he visto desde pequeño pasar y ahora la estoy corriendo con Valverde y compañía.

-¿Su compañero Mads Pedersen es un ejemplo a seguir para su carrera deportiva?

-Cada corredor es único y los periodistas siempre comparan y siempre son odiosas, pero sí, es una línea a seguir como corredor y como líder. En la Vuelta salió aquél vídeo antes de la etapa que ganó y no es solo ganar carreras.

-¿Qué espera de Juanpe López y Jon Aberasturi en 2023?

-A Juanpe lo veo muy bien y no creo que le afecte la presión por como es él. Ni antes era el mejor ni ahora. Lo importante es que siga disfrutando y que pueda ganar una carrera. Jon tiene una calidad brutal y a ver si este año le va mejor. Este año ha tenido mala suerte y a ver si puede demostrar lo que tiene. Espero ser yo el primero de los tres que gane una carrera.

-¿Frustra ver el rendimiento de los Evenepoel, Ayuso, Carlos Rodríguez y compañía ya menores que usted?

-No te puedes comparar con esta gente que ya son más pequeños que yo porque si lo haces te entra una depresión. Es otro nivel y es impresionante. Yo voy con ellos en el pelotón y te sorprendes de lo que hacen. La pregunta que se hacen mucho es de aquí a unos años qué pasa con ellos, pero me siento un privilegiado. El año pasado pude ir al Tour del Porvenir donde me retiré antes de lo que me hubiera gustado por un problema mecánico, pero siempre podré decir que estuve en la selección española con Carlos Rodríguez, Ayuso, Raúl García, Romo… Disfrutemos de ellos.

-¿Quizás hay un ciclismo de dos velocidades respecto a los jóvenes?

-Los jóvenes de ahora tienen prisa por ser como sus ídolos y si con 18 o 19 años ven que no están en un equipo worldteam o en el podio de la Vuelta, ya piensan que se les ha acabado su carrera, pero no es así. Este boom de los jóvenes está generando ansiedad a los que vienen detrás y como ellos hay muy pocos. Nos puede parecer que ganan siempre los mismos, pero al final son cinco. Quizás yo sea de los últimos, pero he hecho los cuatro años sub-23 y estoy en un equipo worldteam. Si es verdad que si llegas a ese cuarto año sub-23 ya te cuesta pasar, pero que no tengan prisa, que si tiene que pasar, pasará y que disfruten. Que trabajen y que lleguen hasta donde sea.

-Ha participado de vez en cuando en ciclocross. ¿Le atrae el gravel, la tierra?

-Este año corrimos la Serenissima de gravel con solo profesionales y se fue muy rápido. Era como una Strade Bianche y a mí todo lo que sea no normal, me gusta.

 


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