Martorell, una grata revelación en Roubaix

La revelación en Roubaix se llama Erik Martorell © RFEC

TrackPiste / Ciclo 21

Todavía con los efectos del virus en su cuerpo –“conforme como estábamos los días antes, en la concentración de Valencia, hubiera estado totalmente justificado que no hubiéramos ido al Mundial”-, pero tremendamente satisfecho con su desempeño, Erik Martorell no tendrá en estos días el descanso que se imaginaba como final de temporada, al haber sido invitado para participar en la Liga de Campeonesque arranca el sábado 6 en Mallorca.

Ya habrá tiempo de hablar sobre la nueva competición UCI propiciada por Eurosport; ahora queremos hacerlo sobre esa notable actuación en el ómnium, que le abrió las puertas de la ‘Champions’, y del resto de su desempeño en un Mundial en el que lo más destacable fue la ilusión que nos generó, el ver a un corredor español de nuevo pelearse por las posiciones de honor. Y como bien recuerda “esta es realmente mi tercera prueba a nivel internacional, y casi la segunda ya que en Hong Kong competí contra muy pocos corredores; nada que ver con lo que pasó aquí”.

  • Inicialmente, tu prueba objetivo en este Mundial iba a ser la persecución, con la idea de intentar batir de nuevo el récord nacional. Pero no hubo opción, visto tu estado físico. ¿Qué balance hiciste al acabar la prueba, con 4:20?

«Muy contento, comparando con cómo me veía una semana antes, vomitando todos los días, sin ganas de comer, perdiendo varios kilos… Pensaba que no era posible todo lo que nos estaba pasando, de cara a un Mundial que afrontas con toda la ilusión, pero tal y como estábamos, habríamos tenido suficiente justificación para no ir. Pero viajamos, y teníamos que hacerlo lo mejor posible. Y en la persecución hice un buen tiempo, conforme como me encontraba. Mi percepción cuando estaba en la pista es que me iba a ir por encima de 4:30 y lo que pedía era no estar por encima de 4.40. Por eso cuando terminé y vi que había hecho 4:20 me sentí como si hubiera hecho un tiempazo. Y que, pese a todo, no estaba mal de forma».

Martorell, en la persecución de Hong Kong © TrackPiste

  • Una prueba en la que, como me decías, tienes ese objetivo de ir bajando tu marca…

«Si, el record nacional va a seguir cayendo. En Roubaix probé con una punta más, no estando en el mejor momento, y en ese camino tengo que seguir. Además, apenas he competido saliendo con un bloque de salida, que es otro aspecto donde puedo mejorar. Me queda mucho que aprender, aunque haga buenas persecuciones».

  • Terminada la persecución, el programa inicial era descansar hasta el domingo, pero tuviste que correr el ómnium, dado el estado de Sebastián Mora. ¿Cómo te sentiste cuando te enteraste?

«No dormí de los nervios, ya que soy una persona que le da siempre muchas vueltas a la cabeza. Mora se encontraba fatal, pero yo tampoco iba mucho más allá y él tiene una experiencia que yo no tengo. Pensaba que qué sucedería si no conseguía pasar siquiera la clasificatoria. Por eso respiré aliviado cuando acabó la clasificatoria y logré entrar en el ómnium».

Un momento del omnium, con el español al ataque © RFEC

  • Un ómnium en el que fuiste de menos a más. ¿Cuándo te diste cuenta que podías hacer esa destacada actuación?

«En el scratch sabía que podía hacer entre los diez primeros. La tempo era la que más miedo me daba. Tengo el recuerdo de que me reventaron en Mallorca hace un par de años. Es una prueba muy complicada, por lo que no me obsesioné. Decidí meterme sólo en los sprints en los que pudiera rematar. Y me metí en un corte con otros dos corredores que se me dio bien, aunque nos quedamos muy cerca de ganar vuelta. Así que una cuarta plaza muy buena, pero sin quererme crecer, porque en la eliminación, puedes caer muy pronto y todo irse abajo. Pero también me salió una buena carrera y llegué a la puntuación con muchas ganas. Hay una imagen en la que me enfocan cuando estaba en la salida y no puedo hacer otra cosa que sonreír. Y esa era la muestra de que estaba muy confiado».

  • En teoría, en tu estado físico, lo más lógico hubiera sido ir a menos, pero fue todo lo contrario, incluso llegando con opciones de podio al final…

«Siempre voy a más en las carreras. Y por eso tenía esa confianza. Me dijeron que estuviese pendiente del belga y así me pasé la carrera. Incluso una vez que se fue sólo me puse a tirar del grupo para cogerle, porque era mi referencia. Y al final sucedió que nos fuimos por delante, aunque nos costó mucho ganar esa vuelta. Desde ese momento hasta el final, a por todas. Y la pena es que el ataque final no pudo rematarse, porque Viviani nos machacó. Si llegó con el danés hubiera sido la locura».

  • Casi una semana después, como se suele decir ¿ya te lo crees?

«Si, ya me lo creo, pero es algo que aún debo asimilar completamente. Es algo diferente a lo que había hecho hasta ahora. Es la prueba olímpica, y terminar entre los mejores en un Mundial en una prueba olímpica es algo muy serio. Y como te decía antes, sólo había corrido el ómnium de Hong Kong, pero allí apenas éramos nueve».

Relevo en la madison del Mundial con Zuazubiskar © RFEC

  • Aún quedaba un día más, con la madison como plato estrella….
«Cuando corrí en el Europeo con Mora me puse mucha presión y resultó una experiencia muy dura, porque me sentía como una hormiga entre leones. Pero fue una clase exprés, en la que aprendí muchísimo. Y el domingo en el Mundial me sentía mucho más fluido. Al final las fuerzas llegan hasta donde llegan, porque además fue una carrera muy dura, pero salí satisfecho, no terminé tal mal como en el Europeo. Además, hubo un detalle que me influyó anímicamente, y es que la pista de Grenchen es de una madera más oscura y había menos luz, donde todo era más claro, más luminoso».
  • … y la eliminación como guinda. Con todo lo que llevabas en el fin de semana, ¿te planteaste no correr?

«Para nada. Lo que me gusta es montar en bicicleta, competir, y estaba claro que no iba a dejar pasar esa oportunidad. Tenía claro que no iba a ser último y aún tenía fuerzas. Como te dije una vez, en la pista me siento como un Dios, que significa que puedo controlar las situaciones, en una prueba en la que sabes cuándo apretar, cuando descansar. Y creo que el séptimo puesto no está nada mal. Por cierto, al final de la prueba vino el portugués -Iuri Leitao- a felicitarme por lo que acababa de hacer, al correr las dos pruebas».

Martorell, al inicio de la temporada, en Hong Kong © TrackPiste

  • La prueba que no afrontaste en Roubaix, y que siempre dices que tienes muchas ganas de correrla, es la persecución por equipos…

«Es una prueba que hay que hacer, pero no pienso que lo importante sea hacerla por hacer, ni entrenarla en una concentración, sino tener a gente que reme. Eso es lo que te va a dar el nivel. Luego si la entrenas y la practicas, te va a dar la excelencia. ¿Por qué Italia está a ese nivel? Por los corredores que tiene, aunque luego lo trabajen».

  • Cambiando de tema, tenías pensado descansar, pero ahora tendrás dos meses de competición con la Champions League. ¿Te lo esperabas?

«Me comentaron los primeros días del Mundial que había una oportunidad, pero fue después del ómnium cuando me confirmaron que tenía plaza fija. Lógicamente estoy muy contento, por lo que me va a servir de experiencia y porque es una oportunidad única».

Además, también podrá acceder a unos premios que no le vendrían nada mal porque, a día de hoy, es el único corredor de la selección que no tiene ninguna beca ni ayuda. Esperemos que tras su notable Mundial y a poco que brille en la Liga de Campeones pueda recibir unas compensaciones que no servirán para que mejore como ciclista, algo que estamos seguros de que lo hará, pero sí a que lo haga sin presiones, con mayor tranquilidad.

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