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El Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Español aprobó por unanimidad, en su reunión VII-13, de este mes de noviembre, la concesión de la insignia olímpica, a título póstumo, a Rafael Torres Crespo, ex secretario general de la RFEC.
Nacido el 30 de septiembre de 1937, militar de profesión y juez árbitro de ciclismo desde 1966, fue secretario general de la RFEC de 1981 a 1994 y de 1997 a 2002, poco antes de su fallecimiento –del que ayer se cumplieron once años-. Igualmente fue miembro del Consejo de Ciclismo Aficionado de la UCI entre 1994 y 1996.
Entre otros numerosos reconocimientos, recibió la condecoración UCI Merite en 2002, la máxima distinción que efectúa la Unión Ciclista Internacional a aquellas personas por su trayectoria profesional, contribución y servicios prestados al deporte ciclista nivel internacional, así como la medalla de oro y diploma del Consejo de Ciclismo Profesional en 2003, a título póstumo, en “reconocimiento a la leal colaboración mantenida con nuestro organismo desde su creación, a su bien hacer como secretario del Pleno del Consejo de Ciclismo Profesional y a su dilatada trayectoria y esfuerzos en pro de nuestro deporte”.
La propuesta partió del actual secretario, Alejandro Martín, con el fin de que se reconocieran los méritos de una persona que dedicó su vida al ciclismo desde su incansable labor en la RFEC. La Junta Directiva respaldó por unanimidad esta propuesta, que, trasladada al COE, ha sido acogida con idéntico entusiasmo.
La RFEC se congratula de esta merecida, si bien tardía, concesión, que le será entregada a la familia de Torres Crespo en la Asamblea General del COE, en junio de 2014.
