Movistar en el Giro: Nairo Quintana se recupera

Nairo Quintana © Movistar

Nairo Quintana © Movistar

Después de dos semanas marcadas por el mal tiempo, los infortunios y una inoportuna enfermedad que condicionó su rendimiento desde las primeras etapas de montaña y lo lastró en la contrarreloj, el Giro de Italia para Nairo Quintana y Movistar Team ha comenzado a ver la luz en la meta de Oropa (1ª categoría), final de la primera jornada alpina de la carrera tras 167 kilómetros que incluían las subidas a La Serra (3ª), Alpe Noveis (1ª) y Bielmonte (2ª).

La escuadra telefónica realizó un excelente trabajo ya desde el inicio, guardando con todo su bloque al colombiano en cabeza de un pelotón que dejó marchar por delante una fuga de veintiún ciclistas que, tras numerosos ataques en la última ascensión, se presentó en forma de cuarteto en la rampa final, en la que Battaglin (BAR) remontó para hacerse con el triunfo. Entre la escapada y el gran grupo, una avanzadilla saltó en el ascenso a Bielmonte, con seis unidades entre las que viajó Gorka Izagirre tras sendos ataques por parte de Ventoso y Amador. El guipuzcoano fue, junto con Antón -al frente del grupo a mitad de la subida-, el gran apoyo cuando Quintana, en compañía de Pozzovivo (ALM) dejó atrás al resto de los favoritos e inició una cabalgada que les llevó hasta la meta.

Nairo esprintaba para ganar 4″ sobre Pozzovivo y Aru (AST); 8″ con Kelderman (BEL) y Majka (TCS); 20″ sobre Evans (BMC) y 25″ al líder Urán (OPQ), de quien ahora le separan 3’04» -sigue sexto en la general- antes del segundo final en alto consecutivo -tercero, exceptuando el día de descanso que tendrá lugar el próximo lunes- en Plan di Montecampione. Los 19 kilómetro de subida final (a más de un 7%) serán la única dificultad de una decimoquinta etapa completamente plana y muy larga (225 km) procedente de Valdengo.

DECLARACIONES | Nairo Quintana: «La verdad es que hoy estoy más contento que estos días atrás; por fin las sensaciones comienzan a mejorar. Hoy he sentido mejores piernas y eso es buena señal para lo que queda. Desde la caída he pasado unos días bastante malos, sobre todo con una especie de gripe que me ha dado bastantes problemas algunos días. Afortunadamente, parece que ya voy mejor y el día de hoy me va a dar confianza y tranquilidad para lo que resta.

Los veinticinco segundos respecto a Urán son poco para lo que llevo perdido, pero al menos sirven para ver que podemos ir recuperándole tiempo. Hemos planteado la etapa a la expectativa y al final hemos demostrado que podemos estar ahí. Era cuestión de estar atento a los movimientos de los rivales y es lo que hemos hecho. Pozzovivo dije desde antes de comenzar el Giro que era uno de los favoritos y no le puedes dejar ni un metro porque está demostrando ser muy fuerte en la montaña. Mañana la dureza está concentrada al final y seguiremos en la línea de hoy, tratando de estar cerca de los favoritos porque todavía queda mucho Giro por delante».

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