Movistar no dio tono

Quintana y Valverde

Quintana y Valverde

¿Qué balance hacer del Movistar en este Tour? complicado la verdad, porque en esta ocasión no apareció uno de los vértices de la pirámide que se necesita para rendir a satisfacción, faltó la forma. No sé muy bien qué ha cambiado respecto a otras veces, incluso respecto al Giro, o al año pasado en el mismo Tour, pero el equipo azul, el único español en el Tour, no ha andando ni la mitad que otras veces y así es complicado hablar de estrategia.

El año pasado se aburrieron de hacer esperar a la gente, hasta que se despertaron y se dieron cuenta que la carrera se acababa. En la Vuelta el desgaste del Tour les pasó factura, aunque Nairo y Valverde acabaron en el pop ten. El Giro fue un desastre, para qué nos vamos a engañar, donde la calidad de Valverde sacó adelante un podio a pesar de correr en un océano.

El Tour de 2016 parecía la fecha elegida, el año que habría de torcer la suerte de Nairo frente a Froome. El #SueñoAmarillo lo llamaron y atiborraron la red con ese hashtag, no dejaron rincón por tocar, sin quizá medir el colosal peso que ponían sobre un ciclista de 26 años, tocado por la clase y la fortuna, pero con un proceso de maduración aún por delante. ¿Quién se ha puesto el nivel así? Los últimos días de Tour, Nairo hablaba de los años que le quedaban, hace un año recuerdo que a Michael Robinson le admitía querer ganar el Tour ya.

Sinceramente, aquí pensamos que Nairo iba para ganar este Tour, o al menos que estaría más cerca que nunca del amarillo, pero no ha sido posible. Mirad el hastag #TDFKronos, donde se se apostó por el top 5, veréis que hay mucha gente que le daba por ganador. Adujeron temas de alergia, luego rendimientos anormales y finalmente una preocupante salud, esta situación sinceramente es normal en éste y otros deportes. Es la confidencialidad, pero el tema debe ser serio porque Nairo se queda además sin juegos, dejando cojo el dream team colombiano para Río de Janeiro y comprometiendo el concurso en la Vuelta, la verdad una pena.

Artículo completo de Joan Seguidor aquí

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