Mundial cyclo-cross féminas: Marianne Vos, incontestable

Nicolas Van Looy / Ciclo 21

Cuando la bicicleta de la americana Katherine Compton se quedaba enganchada con la de una rival en la salida del Mundial de Hoogeerheide, el séptimo maillot arco iris de la carrera deportiva de la holandesa Marianne Vos parecía, salvo catástrofe, una realidad. Con toda la prueba por delante, se sabía que con la americana fuera de combate, nadie podría poner en duda la superioridad de la gran heroína local.

La italiana Eva Lechner fue la única que pudo seguir el ritmo de una Marianne Vos que andaba desatada hacia una de las grandes demostraciones de fuerza y superioridad de su carrera –y ya son muchas a sus espaldas–. Una vuelta, eso es lo que pudo la transalpina aguantar la rueda de la mejor corredora de la historia del cyclo-cross. A partir del segundo giro, Vos se limitó a protagonizar un show en solitario. Un monólogo en el que cada giro se convertía en una vuelta de honor. Jaleada y aplaudida por el público, era complicado poder imaginarse a un deportista más feliz sobre el planeta tierra en ese momento.

La italiana Lechner fue la única que pudo acompañar a Vos durante una vuelta.

Y la prueba dejó de tener historia. Y no solo por el dominio de Voss. La italiana Lechner siempre tuvo bajo control a su máxima rival por las dos plazas restantes de podio: la británica Helen Wyman.

A pesar de la aparente facilidad con la que Vos se impuso en Hoogerheide, cabe destacar la perfección técnica con la que corrió toda la prueba. Sin cometer errores, algo muy sencillo en una situación en la que era fácil perder la concentración debido a la enorme ventaja con la que contaba, que durante mucho tiempo estuvo muy cerca del minuto sobre su más inmediata perseguidora.

Sólo en la última vuelta la cosa adquirió algún tinte de emoción cuando Lechner parecía estar entrando en crisis y Wyman daba la impresión de estar comiéndole terreno con mucha facilidad. La italiana, sin embargo, supo sacar las fuerzas suficientes como para mantener a raya a sus rivales y alzarse, de esa manera, con la medalla de plata por delante de Helen Wyman, que se tuvo que conformar con el bronce.

De esta manera, Marianne Vos se convierte en heptacampeona mundial después de los títulos conseguidos en Zeddam (2006), Hoogerheide (2009), Tabor (2010), St. Wendel (2011), Koksijde (2012) y Lousiville (2013), mientras que Katherine Compton, la corredora que estaba llamada a ser su gran rival en el día de hoy tras haber conseguido doblegarla en la Copa del Mundo ha tenido que volver a ver, con impotencia, cómo no podía hacer nada por poner en apuros a su rival como ya le ocurriera en Nommay cuando una crisis asmática la apartó de la competición. En esta ocasión, lastrada por la mala suerte, la americana se ha tenido que conformar con la novena plaza.

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