Mundial pista Roubaix: Alemania domina el medallero

Hoogland y Lavreysen © UCI

TrackPiste / Ciclo21

Gracias a la actuación de sus féminas, Alemania ha sido la triunfadora en el medallero de los Mundiales de pista, celebrados en Roubaix (Francia) del 20 al 24 de octubre. Fundamentalmente han sido sus velocistas, que ganaron los cuatro títulos en juego, pero sus persecucionistas contribuyeron con dos títulos más, hasta sumar once medallas (seis de oro, dos de plata y tres de bronce).

A nivel individual, hay que destacar a la joven -21 años- Lea Sophie Friedrich, que no sólo ganó la velocidad por equipos, los 500 metros y el keirin, sino que quedaba segunda en velocidad. Por su parte, su compañera Emma Hinze, tras ganar las dos velocidades, no podía repetir su triplete de Berlín 2020, ya que de manera inesperada –y sin explicar- causaba baja para el keirin.

El éxito de las velocistas se completó con el de sus persecucionistas, que con el título mundial completaron su año mágico en el que se han proclamado campeonas olímpicas y continentales. Además, tres de sus integrantes –Lisa Brennauer, Franziska Brausse y Mieke Kroeger- copaban el podio en la individual, algo que no se vivía desde 2001 cuando los franceses ocuparon los tres cajones, entonces en la velocidad. Por el contrario, las pruebas de fondo siguen siendo el talón de Aquiles de las germanas, mientras que, en hombres, las únicas preseas se consiguieron en velocidad, sin que todavía emerja el indudable talento de sus jóvenes rodadores.

Friedrich, reina en Roubaix © UCi Track/SWPix

Países Bajos se quedaba tanto a una medalla –diez-, como a un oro –cinco, junto a tres platas y dos bronces- de Alemania, sin duda lastrados por la incomprensible ausencia de su equipo de velocidad femenina y su madison masculina. Aun así, el talento de sus velocistas les llevó a las más altas posiciones: si los tres títulos de Harrie Lavreysen le comienzan a consolidar como uno de los mejores velocistas de todos los tiempos, las cuatro preseas de Jeffrey Hoogland –oros en velocidad por equipos y kilómetro y platas en la individual y el keirin- también tienen su valor al ser algo que jamás había logrado ningún esprinter. Junto a ellos, el éxito de la pareja Kirsten Wild-Amy Pieters, que hacía historia al lograr su tercer arco iris en la madison, y que supone un excelente broche de oro a la carrera de la mítica ciclista de Almelo, homenajeada por el propio presidente de la UCI.

También con diez medallas (cuatro, tres, tres) terminaba una Italia que tuvo el bonito gesto de incluir a Liam Bertazzo en su cuarteta triunfadora para compensarle de haberle dejado fuera del equipo olímpico, y en el que Elia Viviani también tuvo un destacado protagonismo al hacer valer su experiencia para conseguir tanto el oro en la eliminación como el bronce en el ómnium. Por el contrario, Ganna no pudo doblar esta vez quedándose inesperadamente fuera de la final de persecución y sin poder tampoco afrontar el objetivo de bajar de los 4 minutos, en una prueba en la que por fin Ashton Lambie conseguía ese arco iris que le faltaba, tras haber arrebatado al italiano ese privilegio de haber roto en agosto la mítica barrera de la persecución. Una hábil Martina Fidanza en el scratch y una Letizia Paternoster que va en buen camino en su recuperación, aunque aún sin alcanzar el nivel anterior, en la eliminación, completaban los ‘arco iris’ italianos.

El adiós de Kirsten Wild © UCI Track/SWPix

En total, catorce países subieron en algún momento al podio –entre los que no estuvo España, por primera vez ausente desde 2012-, con cinco de ellos en lo más alto: Estados Unidos, con el ya mencionado triunfo de Lambie; Bélgica, con Lotte Kopecki reivindicándose en una puntuación en la que le salió la carrera perfecta; Dinamarca, donde Michael Morkov y Lasse Norman Hansen ponían lustre a una madison disputadísima… y a su propio palmarés; Gran Bretaña y Francia, estos por partida doble.

En el caso de los británicos, Ethan Hayter demostró una vez más su clase, en un ómnium en el que no sólo dio opción sino que puso esa guinda como sólo saben hacer los elegidos, mientras que la ambición de Katie Archibald se tradujo en el oro del ómnium, la plata de la puntuación y el bronce en la persecución por equipos y la madison; en el de los franceses, esta vez Benjamín Thomas se saltó el ómnium, para exhibirse en la puntuación, pero sin poder despedir a su compañero Morgan Kneisky en el podio de la madison, la prueba que conquistó en tres ocasiones y con tres compañeros distintos, entre ellos el propio Thomas. El prometedor Donavan Grondin –el sucesor de Kneisky precisamente- lograba el segundo título francés, en el scratch.

 

Domingo 24 octubre. 5ª y última jornada

Harrie Lavreysen (velocidad), Lea Sophie Friedrich (keirin), Lotte Kopecki (puntuación), Michael Morkov y Lasse Norman Hansen (madison) y Elia Viviani (eliminación), un repóker de auténtico lujo para completar el palmarés de campeones en el Mundial de pista, que hoy ha terminado en Roubaix. Para España, lo más destacado en la jornada, la séptima plaza en la eliminación de un Erik Martorell que ha sido la revelación del combinado nacional.

Tanto Lavreysen como Friedrich se van de Francia con tres medallas de oro cada uno. Como era de esperar, el neerlandés se adjudicaba la velocidad, la tercera consecutiva en esta disciplina, en un año que también ha sido campeón europeo y olímpico. Y como sucedió en todas estas citas, derrotando a un Jeffrey Hoogland que llegaba a la final con bastantes más batallas, y que ni siquiera pudo forzar el desempate. No obstante, para Hoogland quedaba el consuelo de ser el primer corredor en la historia que se va con medallas en las cuatro disciplinas: oros en velocidad por equipos y kilómetro y platas en keirin y velocidad.

Los dos neerlandeses habían derrotado en semifinales a Sebastien Vigier y Steffen Botticher -que de forma muy inteligente había forzado el desempate ante Hoogland al ganar la primera mangas-. Y en la final por el bronce, el alemán ganó el primer enfrentamiento, pero fue descalificado, insistió en el segundo y al final terminaría cediendo ante el francés.

Por su parte, el keirin se presentaba como un ‘desempate’ entre Enna Hinze y Friedrich, cada una con dos oros y ambas con las máximas posibilidades. Pero Hinze no compareció, sin ninguna explicación sobre su ausencia, y ello lo aprovechó en su compatriota y rival para ganar su tercer título, que completa con la plata en la velocidad. En una final en la que no llegaron ni las neerlandesas Shane Braspennick y Larine Van Riessen, ni la canadiense Lauriane Genest, ni siquiera la rusa Daria Shmeleva, que sufrió una caída tras clasificarse en semifinales que impidió su presencia, superaba a la sorprendente japonesa Mina Sato y a la novel rusa Yana Tyshchenko.

Helena Casas tampoco llegó a la final, como sucedió en el Europeo. Esta vez no tuvo ninguna opción en la primera ronda, mientras que la repesca solo otorgaba una plaza para la ganadora, y la catalana sólo pudo ser segunda.

Vuelta de honor de Kopecky © UCI

Pasando al fondo, el esperado duelo entre Katie Archibald y Kirsten Wild marcó el desarrollo de la prueba, por el marcaje entre ambas. Pero no empaña el triunfo de una Kopecki que fue la más inteligente y la más fuerte, y gracias a las tres vueltas ganadas pudo superar a la británica y a la neerlandesa, que al final acusaría bastante el cansancio, en su última carrera, tras la que recibiría el homenaje del propio presidente de la UCI, David Lappartient: 76, 72 y 60. Tania Calvo, que sustituía a Ziortza Isasi como consecuencia de la caída de ayer, comenzó con muchas ganas, deseosa de reivindicarse tras haberse quedado ayer fuera de la madison. Y así lo demostró puntuando en dos de los tres primeros sprints, hasta que un pinchazo le obligó a parar y a ser ‘castigada’ con una vuelta perdida por no poder volver a entrar en el plazo previsto, sin que ya pudiera tener el mismo protagonismo, para acabar decimoctava.

Morkov y Hansen © UCI

En el apartado masculino, Morkov y Hansen demostraron por qué habían obtenido el triunfo en los anteriores Mundiales y en los Juegos, y por qué llevarán un año más el maillot arco iris. Aunque Italia (Simone Consonni-Michele Scartezzini) se destacó pronto gracias a una tempranera vuelta ganada de forma muy inteligente, por detrás selecciones como la danesa, Bélgica (Kenny De Ketele-Robbe Ghys), Francia (Benjamin Thomas y Morgan Kneisky) y Gran Bretaña (Ethan Hayter y Oliver Wood) se mantenían en la pelea por los puestos de podio. Mientras que los daneses sacaban bastante provecho hasta alcanzar y rebasar a los italianos, los británicos iban descolgándose por lo que a falta de 35 vueltas se lanzaron a intentar ganar vuelta. En solitario no lo consiguieron, pero sí cuando se sumaron Dinamarca e Italia, aunque todo quedaría igual al hacerlo poco después franceses, belgas y portugueses.

El último sprint también podría cambiar el podio, por lo que los británicos lanzaron un nuevo ataque que les permitió ganarlo, aunque la segunda plaza de Bélgica dejaba a estos en el podio, por delante de Gran Bretaña y Francia (62 a 58 y 58), con Dinamarca e Italia que también puntuaron para no pasar sustos, aunque tenían casi asegurados ya el oro y la plata (68 a 64).

La dureza de la carrera se evidenció en que seis parejas no terminaron debido a las vueltas perdidas. Entre ellas no estuvo una España, con Illart Zuazubiskar y Erik Martorell, que salía a cumplir el trámite de la mejor manera, por lo que acabar la prueba, en el puesto 12, se puede considerar un aceptable resultado, vistas las circunstancias.

Y entre estas seguro que estaba el hecho de que Martorell quería ahorrar fuerzas para dejarse ver en la eliminación, donde volvió a demostrar sus cualidades para acabar séptimo. Una prueba en la que muchos corredores iban cayendo más por falta de fuerzas que por otros motivos. Por ejemplo, lo que le pasó al ruso Sergei Rostotsev, que una vez conseguida su presencia entre los tres mejores, se dejó ir al saberse ya sin fuerzas para aspirar a más. Iuri Leitao se mostró más ambicioso, pero se encontró con un Elia Viviani que en la primera parte de la prueba hizo gala de su experiencia para no complicarse la vida, y al final imponer su sprint ante el portugués.

CLASIFICACIONES COMPLETAS

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Último arcoíris para Viviani

Sábado 23 octubre. 4ª jornada

La cuarta jornada del Campeonato del Mundo de pista que mañana finaliza en Roubaix ha estado marcada, en lo que se refiere a la actuación española, por la ilusionante actuación de Erik Martorell en el ómnium, donde acabó quinto, prueba en la que competía debido al mal estado físico de Sebastián Mora, y en la que ofreció una actuación que, sin ser espectacular, fue lo suficientemente significativa de cara a su futuro en esta disciplina. Y sobre todo necesaria en el mal tratado y maltratado ciclismo en pista español. Una prueba en la que luchó hasta el final por entrar en un podio y en la que deslumbró -otra vez más- el británico Ethan Hayter, en un día en el que también se coronaron las germanas Lea Sophie Friedrich (500 metros) y Lisa Brennauer (persecución) y la dupla neerlandesa Kirsten Wild-Amy Pieters.

El ómnium comenzó con Hayter mostrando su condición de máximo favorito ganando el scratch y la carrera tempo, y con un Martorell que terminaba décimo en el scratch, pero mostraba sus aspiraciones al ser cuarto en la carrera tempo. La eliminación acercó al neozelandés Aaron Gate al liderato, a ocho puntos del británico, en una general en la que Iuri Leitao tenía opciones de podio y en la que Martorell, empatado en la sexta posición con Elia Viviani, tras ser octavo en la eliminación, se encontraba con opciones reales de subir alguna plaza.

La puntuación final ofreció varias carreras en una. Por ejemplo, la exhibición de un Hayter que hizo lo que quiso, ganando la mitad de los sprints y dos vueltas, para imponerse con 180 puntos. O la veteranía de Gate que se mantuvo firme en la segunda plaza ante la batalla que se producía por detrás, aunque muy lejos del líder, con 124 puntos.

Y es que Viviani y Martorell se metían en la lucha por las medallas gracias a sendas vueltas ganadas, amenazando a Leitao. El español se colocó a un solo punto del bronce, y lanzó varios ataques que no valieron, así como su intención de meterse en el último sprint. No así el italiano, que sabía que se la tenía que jugar en la última puntuación, como así fue: ganando llegaba a 121 puntos, por 117 del luso y 112 del catalán. Una prueba que, como decíamos, afrontó debido al virus estomacal de Mora, y que ya se mostró ayer en la segunda parte de la puntuación. Tras una noche ‘de perros’, se tomó la decisión de que fuera el catalán quien corriese, aunque la Española no informó de ello. Un relevo que nos muestra un nuevo e ilusionante camino.

Martorell en el ómnium © RFEC

Un récord que ni lo es ni será homologado

Otro momento importante para la delegación española se produjo en la clasificatoria de persecución, cuando Tania Calvo establecía una marca de 3:38.003, con la que batía el récord de España homologado, que está en 3:38.489. Pero a hemos escrito muchas veces sobre la disparidad entre las mejores marcas nacionales y los récords, todo por no pagar el control antidopaje necesario. Y esto ha sido lo que ha sucedido de nuevo: existe una mejor marca de Leire Olaberria de 3.33.489… y la alavesa no ha pasado el control. Lo más importante del registro, que le ha supuesto la decimotercera posición, es que significa un nuevo paso en la progresión y adaptación de Calvo como fondista.

La persecución se saldó con un triplete alemán, algo que no se veía en un podio desde que la velocidad francesa lo copó en Amberes 2001. Una prueba de la excelente hornada de rodadoras germanas, que con Lisa Brennauer, Franziska Brausse y Mieke Kroeger copaba el podio. Brennauer se quedó por la mañana a apenas medio segundo del récord de Chloe Dygert (3:17.572 a 3:16.937) y aunque se pensaba que podría batirlo por la tarde, no pudo mejorar su tiempo (3:18.258).

También para Alemania se fue el oro en los 500 metros, con Lea-Sophie Friedrich revalidando el título de Berlín. Tras ser segunda en la clasificatoria matinal, por la tarde mejoraba en tres décimas el tiempo de la clasificatoria (33.057), con lo que dejaba a las rusas Anastasiia Voinova y Daria Shmeleva en las restantes posiciones del podio, separadas por apenas una milésima (33.163 y 33.164), aunque ambas también habían mejorado sus registros iniciales. Con ello, Friedrich y Hinze empatan a dos oros… a la espera de que alguna de ellas pueda ‘desempatar’ mañana en el keirin. Por parte española, Helena Casas terminaba en décimo lugar la clasificatoria (35.337), sin poder entrar en la final de las ocho mejores.

El trío alemán en persecución

Wild se despide con un oro en madison

Igualmente revalidaban título las neerlandesas Wild y Pieters, en una madison femenina en la que tuvieron dos duras rivales en las francesas Clara Copponi y Marie Le Net, muy luchadoras en los sprints, aunque al final las ‘oranje’ terminaran destacándose, 35 a 30, en el último Campeonato del Mundo para Wild. En esa batalla también estuvieron las británicas Katie Archibald y Neah Evans y en menor medida las transalpinas Letizia Paternoster y Rachele Barbieri, aunque ambas terminarían descolgándose, especialmente las segundas. No obstante, en la parte final las transalpinas se rehicieron, y tenían aspiraciones de poder conseguir el bronce si ganaban el último sprint y no puntuaban las dos escocesas. Ganaron, pero sus rivales salvaron la situación y el podio con un cuarto puesto (24 a 23).

Para las españolas Ziortza Isasi y Eukene Larrarte, lo mejor del día fue poder clasificarse por la mañana, donde un oportuno segundo lugar en el penúltimo sprint les daba un pase a la final que no era nada sencillo. Por la tarde, una caída de las dos, así como el fuerte ritmo de la prueba, les afectó bastante, perdiendo tres vueltas antes de decir adiós prematuramente.

La jornada se completó con la velocidad, en la que Nicholas Paul estuvo a punto de dar la sorpresa en la clasificatoria, al quedarse a sólo tres milésimas de Harrie Lavreysen (9.418 a 9.421). Unos 200 metros en los que Jeffrey Hoogland acusó el esfuerzo de ayer en el kilómetro y solo pudo ser sexto (9.666). Ello le ha supuesto un mayor esfuerzo al campeón del kilómetro, al tener que afrontar una ronda más y encontrarse con Mikhail Iakolev en cuartos de final, al que sólo pudo superar en el desempate. Eso sí, mañana se las verá en semifinales no con Paul, sino con un Steffan Botticher que le dejaba fuera en el desempate, mientras que la otra semifinal la protagonizarán Lavreyssen y el francés Sebastien Vigier.

En cuanto a Juan Peralta, un 10.004 que le suponía la vigésimo primera plaza, la que tendrá al final del torneo, al no poder superar a su rival en dieciseisavos, el canadiense Nick Wames.

Viernes 22 octubre. 3ª jornada

De Ketele y Mora en el primer ataque. Foto UCI Track / SWPix

La cuarta plaza de Sebastián Mora en la puntuación ha sido el mejor resultado de la selección española no sólo en la tercera jornada de este Mundial, sino en todo lo que va de evento. El castellonense demostró su clase con protagonismo desde el principio, pero según transcurría la carrera se veía que iba a quedarse fuera del podio, como así sucedió, sin ninguna opción. Benjamin Thomas se hacía con el triunfo, en una jornada en la que también triunfaron Katie Archibald (ómnium), Emma Hinze (velocidad), Ashton Lambie (persecución) y Jeffrey Hoogland (kilómetro), en una prueba en la que Alejandro Martínez ratificó la gran temporada que lleva en esta disciplina, con un séptimo puesto.

Ganando vuelta casi nada más comenzar con Kenny De Ketele y sumando un segundo ‘bonus’ en los primeros compases, todo hacía indicar que Mora estaría en el podio tal y como estaba transcurriendo la carrera. Pero el español cedería pronto ese protagonismo -y una de las vueltas ganadas-, tanto al belga que llegaría a ganar tres giros, como a un Thomas que demostró una vez más que cuando gana lo hace por todo lo alto, esta vez compensando la vuelta de menos que ganó respecto al belga, sino sumando en los sprints intermedios para alcanzar 94 puntos frente a los 84 de su rival.

¿Y Mora? Desde el momento en que se vio que la lucha por el oro iba a estar entre ambos, la esperanza era mantener el bronce, pero el español, tras ese inicio, apenas tuvo presencia demostrando que, pese a sus indudables ganas, no está en su mejor forma. Pronto fue alcanzado en la clasificación por el neerlandés Vincent Hoppezak, y posteriormente éste sumó en ocho de los últimos diez sprints mientras que el español se quedó con un uno en el décimo, lo que se tradujo en una diferencia que resultaría insalvable (35 a 24) y que daría al ‘oranje’ la tercera posición del podio.

Alejandro Martínez, finalista en el km contrarreloj © RFEC

 
El segundo gran protagonista español fue Martínez, que tras marcar el octavo tiempo en la clasificatoria (1:01.000) y meterse nuevamente en la final, conseguía mejorar una plaza, aunque su tiempo vespertino fuera inferior (1:01.213), ratificando con ese séptimo lugar una interesante progresión que esperábamos todos -él el primero- desde hace tiempo. La victoria fue para un Jeffrey Hoogland que por la mañana marcaba 58.746 y que reconocía que había dejado ‘algo’ para por la tarde, cuando se fue a 58.418, Junto a neerlandés en el podio un Nicholas Paul que demostró una buena adaptación a la prueba (59.791) y un veterano que resiste como Joachim Eilers (1:00.008).

Lambie, gana; Ganna, bronce

La persecución más esperada ofreció un desenlace muy distinto, ya que Filippo Ganna se quedaba por la mañana fuera de la final, ya que una arrancada bastante discreta, de 1:08, le llevaba a hacer un tiempo de 4:06.420, peor que el de Lambie (4:03.237) y Jonathan Milan (4:05.75). Total, que se veía abocado a la lucha por el bronce, aunque tremendamente motivado para intentar estar por debajo de los cuatro minutos que era su principal objetivo, más que el oro.

Y en ese enfrentamiento, salió a por todas, con una arrancada de 1:05.007 y un 57.244 en la segunda vuelta. Pero tras doblar a Claudio Imhof y decidir ir a cubrir la distancia, es decir, a intentar el récord, se dio cuenta de que no iba a poder acusando el intenso esfuerzo del segundo kilómetro: tras cubrir los tres kilómetros en 3.01.758 se paraba, ya con el bronce en su poder.

Poco después, Lambie superaba a Milan, en una serie en la que el italiano salió muy fuerte, pero que en todos los parciales dominaría el norteamericano, para terminar en 4:05.060 (frente a los 4:06.149) de su rival y conseguir un título que lleva algunos años mereciendo, y que sólo el haberse encontrado con Ganna le había supuesto no obtenerlo.Y en ese enfrentamiento, salió a por todas, con una arrancada de 1:05.007 y un 57.244 en la segunda vuelta. Pero tras doblar a Claudio Imhof y decidir ir a cubrir la distancia, es decir, a intentar el récord, se dio cuenta de que no iba a poder acusando el intenso esfuerzo del segundo kilómetro: tras cubrir los tres kilómetros en 3.01.758 se paraba, ya con el bronce en su poder.

Lambie, por fin campeón. Foto © Track/SWPix

En esta prueba, Erik Martorell se quedó lejos de su objetivo de récord nacional, al marcar un 4:20.307 que sólo le supuso la decimotercera plaza. No sabemos si fue su estado físico convaleciente o no haber dado con el desarrollo adecuado, pero ya habrá tiempo -y más pronto que tarde- para volver a mejorar su marca.

Pasando a las féminas, el ómnium no tuvo otra dominadora que Katie Archibald, que ganó scratch, tempo y eliminación con tal autoridad que llegaba con una cómoda renta a la puntuación, donde le valió con controlar en unos pocos sprints para llevarse la victoria final, sin hacer demasiados esfuerzos de cara a la madison de mañana. Con 137 puntos, superaba a una Lotte Kopecki, con 119, que, tras fallar en el scratch -sólo pudo ser vigésimo segunda- se la jugó todo en la puntuación donde ganó dos vueltas que le permitieron acceder al podio. Unas plaas que parecían que se iban a jugar en esos sprints, pero que sólo decidieron el bronce a favor de Elisa Balsamo (116), sobre Clara Copponi (113) y una Maria Martins que también se metió en la pelea al ganar vuelta, pero que no resistió al final (106).

Por parte española, Eukene Larrarte era decimocuarta en el scratch, duodécima en la tempo y novena en la eliminación -la prueba en la que mejor se defiende, con diferencia-, para llegar a la puntuación undécima y con opciones de meterse en el ‘top ten’, aunque las circunstancias de carreras, y el no poder ganar ningún punto, le hicieron perder un puesto.

La jornada terminó con la velocidad, donde el doble duelo germano-canadiense de semifinales se decidió sin necesidad de desempate para las dos alemanas, que se vieron las caras en una final en la que Emma Hinze fue muy superior, más de lo esperado, a Lea Sophie Friedrich, renovando el título logrado en berlín 2020 y sobre el que habían surgido algunas dudas tras su rendimiento en Tokio. Y precisamente la campeona olímpica Kelsey Mitchell completaba el podio al derrotar, también en dos mangas, a su compatriota Lauriane Genest.Por parte española, Eukene Larrarte era decimocuarta en el scratch, duodécima en la tempo y novena en la eliminación -la prueba en la que mejor se defiende, con diferencia-, para llegar a la puntuación undécima y con opciones de meterse en el ‘top ten’, aunque las circunstancias de carreras, y el no poder ganar ningún punto, le hicieron perder un puesto.

Hinze, celebrando su triunfo © Track/SWPix

Inscripciones y resultados

El Mundial de Roubaix llega a su ecuador, con la celebración del ómnium femenino como prueba principal, aunque quizá el mayor interés radique en la persecución individual masculina. Una jornada que se desarrollará de 13:00 a 16:22 y de 18:30 a 22:15.

Y es que la persecución tiene el aliciente de ver a un Filippo Ganna híper motivado. No será el primer ciclista en bajar de 4:00, ya que Ashton Lambie le quitó ese ‘honor’ el pasado mes de agosto (3:59.930), aunque el registro aún no figure en la tabla de récords de la UCI. Pero, como decía el técnico italiano, quiere que sea un récord sin asterisco, es decir, sin la ayuda de la altitud. El norteamericano será su principal rival, con permiso de un Jonathan Milan que como recordaba su compatriota, va realizando mejores marcas que él a su edad, como ya demostró ganando el título europeo la pasada semana, y que manifestaba que esta persecución sería su apuesta personal. El ruso Lev Gonov parece el cuarto aspirante a estar en las finales.

Martorell, no duda de que el récord seguirá bajando, «pero no sé si va a ser aquí»

La prueba tendrá un interés especial para España, dado que Erik Martorell aspira a batir el récord nacional que obtuvo en Grenchen, cuando rebajaba la marca de Sergi Escobar que databa del 2004, dejándola en 4:14.512. “No tengo ninguna duda de que el récord va a seguir bajando, pero no sé si va a ser aquí o en otro sitio. El problema es el virus que pasamos algunos hace unos días, y estamos chafados, por lo que habrá que esperar a ver cómo responde el cuerpo cuando se apriete de verdad. Me he notado rápido en la pista, y no está mal para aspirar a ello. Y de forma no estoy mal, pero noto que me desinflo muy rápido. De Plovdiv a Grenchen cambié poniendo un plato con un diente más, de un 58 a un 59, y aquí daremos un salto más, un 60 x 15, que es ese pasito para buscar ir más regular y más rápido, aunque vuelvo a decir que no sé cómo estará el cuerpo. Pero ganas e ilusión, todas y más cuando soy un corredor que rinde mucho más compitiendo que entrenando. Y buscando la regularidad e ir mejorando”.

En cuanto al ómnium, qué decir de una prueba que reúne a la flamante campeona europea, Katie Archibald, a la campeona olímpica Jennifer Valente y a la subcampeona en Tokio y campeona mundial vigente, Yumi Kajihara, aunque también otras grandes como Elisa Balsamo, campeona continental en 2020, la prometedora Maike Van der Duin, Nettie Edmondson, Lotte Kopecki, Amalie Didericksen, Clara Copponi y la duda de Maria Martins, si se recupera de sus problemas físicos. Por parte española, tendremos nuevamente a Eukene Larrarte en liza, con un primer objetivo de salvar la clasificatoria, ya que en la suya hay 15 ciclistas para 12 plazas.

Mora, a defender su podio

También tendrán interés especial para España las otras dos pruebas masculinas que se dirimen, la puntuación y el kilómetro. La primera de ellas, porque Sebastián Mora defiende la medalla de plata del año pasado, que logró por detrás de Corbin Strong, también presente en Roubaix. Benjamin Thomas, Kenny De Ketele, Vlas Shichkin, Ethan Vernon o Michele Scartezzini son otros rivales a tener en cuenta.

La segunda, por la notable actuación de Alejandro Martínez en el pasado Europeo cuando terminó quinto. Meterse en la final será de nuevo el objetivo del alicantino, que en Grenchen hizo marca personal (1:00.337), aunque el ‘Stab’ es menos rápido que el velódromo suizo. “Las rectas son muy… dolorosas -nos dice Martínez con una metáfora perfectamente comprensible-. Pero llego con mucha motivación, aunque en un Mundial nadie regala nada y el nivel es altísimo”. Los dos neerlandeses, Jeffrey Hoogland como flamante campeón continental, y Sam Ligtlee, arco iris vigente, son los dos grandes favoritos, en una prueba en la que se echará en falta a los dos tradicionales especialistas galos, Quentin Lafargue y Michael D’Almeida, especialmente el primero, que aunque se ha pasado al fondo, aún quiere seguir disputando esta prueba por sus características.

El desenlace de la velocidad femenina, con las semifinales y finales, completa esta tercera jornada.

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Jueves 21 octubre. 2ª jornada

La reafirmación de las cuartetas de Alemania, femenina, e Italia, masculina; la emoción de Letizia Paternoster al ganar el arco iris en la eliminación, su prueba favorita, tras dos años realmente negativos por accidentes y lesiones; la continuidad de Harrie Lavreysen como campeón mundial de keirin, tras el fiasco olímpico, y la confirmación individual de Donavan Grondin. Así podría definirse lo ocurrido en la segunda jornada de los Mundiales de pista de Roubaix, y que de nuevo apenas tuvieron protagonismo español.

Alemania completaba su triple corona con el Mundial tras el título olímpico y el continental. Como decía su corredora más carismática, Lisa Brennauer, “tras ganar en Tokio corremos sin presión, día a día”. Y de esta forma se plantaban ante Italia en una final a priori más igualada de lo que realmente fue, ya que en la clasificatoria solo les separó un segundo, pero en la final, tras una primera mitad bastante igualada, las germanas superaron a las transalpinas en casi cinco segundos, con un espectacular tiempo de 4:08.752, el mejor marcado siempre después de los de Izu, frente a los 4:13.690. De esta forma, Brennauer, Franziska Brausse y Mieke Kroeger confirmaban el triplete con una Laura Suessemilch que se ha confirmado como una compañera perfecta tras la baja por lesión de Lisa Klein. Por Italia, Elisa Balsamo, Martina Alzini, Chara Consonni y Martina Fidanza demostraban una vez más su prometedora evolución, acompañadas en el podio por una Paternóster que se reservó para la eliminación.

El bronce, para Gran Bretaña (Katie Archibald, Josie Knight, Neah Evans y Megan Barker) con claridad ante una Canadá que apretó en la primera ronda para dejar fuera de la consolación a Irlanda, pero que quedaba bastante lejos de las británicas: 4:17.359 a 4:22.889.

Por su parte, Italia y Francia ofrecieron una emocionante final hasta el último kilómetro, cuando los transalpinos se distanciaron irremisiblemente y los galos tuvieron algunos problemas para mantener su formación: 3:47.192 a 3:49.168. De esta forma, Lian Bertazzo festejaba emocionado un éxito que no pudo vivir en los Juegos, cuando quedó fuera de la lista olímpica, acompañado esta vez de los olímpicos de oro -con su casco dorado a diferencia del azul de Bertazzo- Filippo Ganna, Simone Consonni y Jonathan Milan, subiendo también al podio Francesco Lamon, participante ayer en primera ronda. Francia demostró con Thomas Boudat, Thomas Denis, Valentin Tabelion y Benjamin Thomas que está muy bien encaminado hacia los Juegos del 2024.

Como en las féminas, Gran Bretaña completaba el podio, al superar a Dinamarca en una consolación que solo se decantó hacia los británicos Ethan Hayter, Ethan Vernon, Charlie Tanfield y Oliver Wood en la parte final: 3:51.205 a 3:53.182.

Emocionada Paternoster © UCI

La emoción de Bertazzo palideció ante la de Paternóster, al ganar la eliminación sobre Lotte Kopecki, que parecía más rápida en el sprint decisivo, pero que no pudo actuar contra la decisión de la corredora ‘azzurra’ que parece recuperada tras dos años aciagos de lesiones, enfermedades y accidentes. El podio lo completaba Jennifer Valente a la que se le hizo largo el penúltimo sprint que parecía que iba a salvar con solvencia, pero en el que quedó eliminada. Por parte española, una Eukene Larrarte que estuvo muy bien colocada en las primeras vueltas, pero que a mitad de carrera comenzó a irse hacia atrás, escasa de fuerzas, y tras salvar un par de eliminaciones, al final caía para ser novena.

Por su parte, Sebastián Mora era undécimo en un scratch en el que no hubo ataques de entidad para ganar vuelta -salvo un momento a mitad de carrera que fue más de desorden que de verdadera batalla-, y en el que no se pudo meter en el sprint. En las últimas vueltas emergió Grondin para controlar muy bien la primera posición e imponerse sin problemas al belga Tuur Dens y al británico Rhys Britton. Un éxito que es la confirmación de la clase del francés, que ya conocíamos como acompañante de Thomas, pero que todavía no había demostrado individualmente.

El último arco iris de la jornada fue el de Lavreysen en un keirin que le había sido poco propicio en las últimas fechas, tanto en los Juegos Olímpicos, donde el ‘despiste’ de Matthew Glaetzer propició la victoria de Jason Kenny… y que el neerlandés se quedara sin opciones de ganar, aunque se consolase con el bronce, como en el Europeo, en el que no tuvo opciones de podio. Esta vez cogió la iniciativa nada más abandonar la derny, superó a Jeffrey Hoogland y aguantó hasta el final, para ganar el oro por delante de su compatriota. El doblete neerlandés se acompañaba con el bronce del prometedor ruso Mikhail Iakolev.

En lo que se refiere a la participación española, Alejandro Martínez terminaba tercero en su serie, es decir, inmediatamente detrás de los dos que se clasificaron, sin tener ninguna oportunidad en su repesca donde sólo pudo ser quinto.

La jornada se completó con la velocidad en la que Lea Sophie Friedrich (10.489) y Emma Hinze (10.519) fueron las más rápidas plantándose sin problemas en unas semifinales en las que tendrán rivales canadienses. La segunda de ellas, a la campeona olímpica Kelsey Mitchell, a la que aventajó en sólo una milésima en los 200; la primera, a Lauriane Genest, que demostró su talla competidora en la serie de cuartos, que remontó ante Mathilde Gros, aprovechado dos errores cometidos por la francesa que no cerró el hueco por el que se coló la canadiense. Por su parte, Helena Casas marcaba 11.286 en los 200, que le suponían el vigesimotercer lugar con el que terminó, ya que no pudo superar a Riyu Otha en dieciseisavos.

Larrarte en la salida © RFEC

Miércoles 20 octubre. 1ª jornada

Tania Calvo, 11ª en el scratch © RFEC

Sin duda, el trío de velocidad por equipos femenino de Alemania ha sido el protagonista de la primera jornada de los Mundiales, que se celebran hasta el domingo en Roubaix (Francia). Y es que Pauline Grabosch, Emma Hinze y lea-Sophie Friedrich no solo ganaban el título como trío -en Berlín las tres subieron al podio, pero en competición por dúos-, sino que batían por tres veces, una vez en cada ronda, el récord que había establecido Países Bajos la semana anterior en el Europeo de Grenchen.

En la clasificatoria, con 46:511 mejoraban el registro neerlandés, de 46:551, aunque en la hoja de resultados siguiera figurando el primer récord, el de las rusas en el Europeo de 2020; en la primera ronda, bajaban hasta 46:358 y en la final, a 46.064, donde sacaron siete décimas (46.718), a una Rusia -mejor dicho, aquí con Federación Rusa por la sanción de la AMA-, que alternó en las distintas series a Natalia Antonova, Yana Tyshchenko, Daria Shmeleva y Anastasiia Voinova, pero que no pudo plantar cara a las potentes germanas.

El bronce correspondía a Gran Bretaña (Sophie Capewell, Blaine Ridge-Davis, Millicent Tanner y Lauren Bate), sin problemas para batir al trío japonés que se encontró inesperadamente en la final B, ya que Canadá, pese a haber hecho mejor tiempo, era relegada por un relevo irregular.

Por su parte, Países Bajos conseguía su cuarto arco iris consecutivo, y esta vez sin necesitar un cuarto hombre. Roy Van den Berg, Harrie Lavreysen y Jeffrey Hoogland subían a lo más alto del podio tras batir a una Francia que en pocos años puede volver a estar en lo más alto, dada la juventud y progresión de Florian Grengbo, Sebastien Vigier y Rayan Helal, aunque en la final les separase casi medio segundo (41.979 a 42.550). Alemania (Stefan Botticher, Nik Schroeter, Joachim Eilers y Marc Jurczyk) completaba el podio, tras batir a Rusia: 43.141 a 43.717. Una Rusia que había dejado en primera ronda fuera de las finales al renovado equipo británico por apenas 15 centésimas.

Para el trío español, con Alejandro Martínez, Juan Peralta y Ekain Jiménez, un resultado por debajo de lo esperado, ya que los 45.460 sólo le supusieron la undécima plaza en la clasificatoria, sin poder pasar a la siguiente ronda, como era el objetivo.

Antes del desenlace de estas finales, Martina Fidanza lograba su primera medalla mundialista y además de oro en un scratch que le va como anillo al dedo, y en el que ya había logrado el triunfo en el Europeo de 2020 o en los Juegos Europeos de Minsk, un año antes. Pero lo que no podía esperar es haberlo logrado de la forma en la que lo consiguió, en una carrera sin ningún ataque, y con sólo algunos ‘amagos’ en las últimas vueltas.

Uno de ellos fue el de la húngara Johanna Borissza, a falta de unas cinco vueltas, que propició que se adelantara la italiana. Sin que nadie les siguiese, Fidanza se vio con unos metros de avance sobre el pelotón, como le sucedió a Jason Kenny en el keirin olímpico. Apenas dudó unos segundos, antes de lanzar su tremendo ataque, con una potencia inusitada… y con la pasividad del pelotón, que se limitó a esprintar por la plata, donde Jennifer Valente fue superada in extremis por la neerlandesa Maike Van der Duin. Para Tania Calvo, tras estar bastante atenta en la primera fase de la carrera, la undécima posición final.

El equipo español de velocidad © RFEC

CLASIFICACIONES COMPLETAS

Terminado el Campeonato de Europa, y sin casi tiempo para pasar por casa, la selección española mantiene desde el martes 12 de octubre, hasta el domingo 17 una nueva concentración en Valencia, con el objetivo de decidir la relación de corredores que acudirán al Mundial de Roubaix (Francia), que se disputa del 20 al 24.

Juan Martínez Oliver contará con los mismos siete ciclistas que acudieron a Grenchen, junto a otros cuatro que estuvieron en la concentración previa y que no viajaron al Europeo, en concreto el velocista Juan Peralta, debido a su lesión en la espalda, y los fondistas Xavi Cañellas, Ziortza Isasi e Illart Zuazubiskar, por decisión técnica, para formar un grupo de once corredores del que saldrá el grupo mundialista, ya que no es seguro que viajen todos ellos.

  • Fondo hombres: Xavi Cañellas, Erik Martorell, Sebastián Mora e Illart Zuazubiskar.
  • Fondo mujeres: Tania Calvo, Ziortza Isasi y Eukene Larrarte.
  • Velocidad hombres: Ekain Jiménez, Alejandro Martínez y Juan Peralta.
  • Velocidad mujeres: Helena Casas.

47 naciones y plaza en el ómnium para España

La publicación por parte de la UCI de las preinscripciones para las pruebas del Mundial de Roubaix ha confirmado algo que ya sabían en la Federación Española desde la semana pasada, aunque no se hubiera hecho público: que España tendrá plaza en el ómnium y por lo tanto podrá contar con corredores en todas y cada una de las 22 pruebas, aunque no será hasta el final de la concentración que se mantiene en Valencia cuando se decida en qué disciplinas y con qué corredores se participará, aunque hay algunas pruebas descartadas a priori. En el caso concreto del ómnium, la duda radica entre Erik Martorell y Sebastián Mora.

De los 47 países que figuraban en la primera relación de cuotas se ha pasado a 43, incluyendo a la ‘olvidada’ Colombia, aunque sin China o Ucrania, como principales ausencias, aparte de otros países con una mínima representación en comparación con otros Mundiales, como Australia y Nueva Zelanda. 

Igualmente, la UCI no ha sido demasiado estricta en los requisitos de participación individuales -algo comprensible y esperado en las actuales circunstancias-, por lo que la mayor parte de las pruebas de pelotón tendrán que pasar por la criba de la clasificatoria matinal.

Sin embargo, no figuran en esas relaciones los países que deberían tener plaza como campeones continentales, algo que ha causado bastante perplejidad en Países Bajos.

Las naciones que figuran en la preinscripción UCI son Alemania, Argelia, Argentina, Australia, Austria, Barbados, Bélgica, Bielorrusia, Canadá, Colombia, Chequia, Dinamarca, Egipto, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Guatemala, Hungría, India, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Kazajstán, Lituania, Malasia, México, Países Bajos, Nigeria, Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Rusia, Rumanía, Singapur, Sudáfrica, Suiza, Suriname, Tailandia y Trinidad y Tobago.

Tal y como avanzamos, España ha conseguido plaza en todas las disciplinas menos el ómnium masculino para los próximos Campeonatos del Mundo de pista, que se celebrarán en Roubaix (Francia) del 20 al 24 de octubre, tras la publicación de las cuotas de calificación, en base a los rankings cerrados a 14 de septiembre.

Un notable balance español -junto con Francia y México será el país que podrá estar en más pruebas mundialistas, en 21 de las 22-, pero con ese grave problema de no poder competir en el ómnium, lo que puede suponer un lastre de cara a la próxima temporada, pensando en el Mundial del 2022 en Saint-Quentin-en-Yvelines., incluso en la carrera olímpica. Como comentábamos, aún queda la posibilidad de poder conseguir una plaza ganando el próximo Europeo -algo que la UCI ha lanzado pero que tampoco es seguro al cien por cien- o intentar hacer valer en los despachos -que para algo tenemos representación en el Comité Directivo– los méritos de España, ya que aplicando estrictamente las reglas de clasificación, se habría logrado también esta plaza.

Relación inexplicable e inexplicada

Y es que, si analizamos la tabla completa, con 47 países clasificados, podemos ver que se trata de una relación tan sorprendente como inexplicable, tanto en lo que se refiere a las presencias como a las ausencias. Incluso el momento de la publicación, en plena ‘resaca’ del Mundial de carretera de Flandes, pero ya con el evento terminado, es también sospechosa de intentar tener la menor repercusión posible, ya que la fecha prevista para el anuncio era el pasado viernes.

Dentro de las presencias, la más sorprendente es la de Gran Bretaña, ya que, a pesar de no haber estado en Mundiales juniors o en ninguna de las mangas de la Copa del Mundo, podrá tener ciclistas en todas las disciplinas salvo el kilómetro y 500 metros. Por el contrario, Australia, Nueva Zelanda y China, que tampoco estuvieron en ninguna cita, tendrán una participación testimonial: en el caso de los ‘aussie’, solamente en ómnium y madison, en ambos géneros, mientras que los asiáticos básicamente participarán en las pruebas por equipos. Más curioso es el caso de Colombia que no aparece en la relación de países clasificados, a pesar de haber sido la ganadora de la general por países de la Copa de las Naciones, aunque no estuvo en el Mundial juvenil.

Pero las sorpresas no acaban ahí: En un año en el que la clasificación para las pruebas por equipos se consigue sin requisitos deportivos en esas pruebas, solamente con la presencia general en las competiciones antes mencionadas, podrá haber hasta 37 equipos masculinos en velocidad y persecución y 34 femeninos, lo que augura unas clasificatorias interminables, aunque también es cierto que muchas de las plazas no se cubrirán, como es el caso de la velocidad femenina española. Y entre esos países incomprensiblemente no estará Países Bajos en ninguna de las cuatro pruebas, ni siquiera en una velocidad por equipos masculina donde su dominio en los últimos años es insultante, pero tampoco en las madison. ¿Cuál es la razón?

Y ya puestos a hablar de presencias, también podría extrañar la de México, país suspendido por la UCI en el último Comité Directivo de este organismo “por graves infracciones de las obligaciones que le imponen los Estatutos de la UCI”, aunque se ve que esta sanción no afecta a la participación internacional.

¿Alguien entiende toda esta serie de dislates? Habría sido de agradecer que la UCI hubiera publicado esta relación acompañada de una nota aclaratoria explicando los criterios empleados.

Cuotas de clasificación

Cartel oficial Mundial pista 2021

 

16 agosto

Tal y como ya avanzamos en TrackPiste, el Campeonato del Mundo de pista élite se celebrará en Roubaix (Francia), según ha anunciado esta tarde la Unión Ciclista Internacional. Sin embargo, el evento tendrá lugar una semana más tarde de lo inicialmente previsto, en concreto del miércoles 20 al domingo 24 de octubre próximos.

La prueba tendrá lugar en el velódromo Jean Stablinski, conocido popularmente como ‘Le Stab’, una instalación inaugurada en 2012 con una pista de 250 metros y un aforo de 1.500 espectadores, y situada en el Parque Deportivo de Roubaix, junto al velódromo André-Pétrieux que acoge cada año la llegada de la famosa clásica París-Roubaix

La organización correrá a cargo de la Federación Francesa de Ciclismo (FFC), y con el apoyo de la ciudad de Roubaix, la Metrópolis Europea de Lille, el Departamento del Norte y la Región de Hauts-de-France. Se da la circunstancia de que Francia organizará el Mundial dos años consecutivos, ya que en 2022 se celebrará en el Velodrome National de Saint Quentin-en-Yvelines, como test para los Juegos Olímpicos del 2024.

Hay que recordar que el Mundial estaba previsto que se celebrase en Ashgabat (Turkmenistán), del 13 al 17 de octubre pero finalmente fueron cancelados oficialmente a petición de los organizadores debido a las limitaciones y restricciones sanitarias relacionadas con la pandemia de Covid-19, aunque también pudieron pesar otros motivos de carácter sociopolítico. Una cancelación que se conocía a comienzos de junio, y aunque salió el nombre de Glasgow (Escocia) como alternativa, al final ha sido Francia quien ha vuelto a salvar una gran competición de un organismo ciclista, sin duda por la influencia del presidente de la UCI, el galo David Lappartient.

La nueva fecha, además, permite que haya más distancia entre el Europeo, previsto en Grenchen (Suiza) del 5 al 9 del mismo mes, y que también tuvo que cambiar de sede y retrasarse por la situación política en Minsk (Bielorrusia), sede inicial.

 

4 junio

La UCI anunció que los Campeonatos del Mundo de pista 2021, que se iban a celebrar del 13 al 17 de octubre en Ashgabat (Turkmenistán), “han sido cancelados en su formato inicial, a petición de sus organizadores, basándose en las limitaciones y restricciones sanitarias vinculadas a la pandemia Covid-19 que hacen imposible la realización del evento en el país”. 

Sin embargo, no hay sede alternativa, ya que el máximo organismo ciclista indica que “está actualmente en contacto con varios posibles organizadores alternativos con el fin de trasladar el evento a otro lugar en las mismas fechas. El nombre de la nueva ciudad anfitriona se comunicará lo antes posible”.

Con ello se aclara parcialmente lo sucedido cuando un tuit en la lanzado desde la cuenta @UCI_Track -y no desde @UCI_cycling o de @UCI_media- decía textualmente que “el Campeonato del Mundo de pista 2021 tendrá lugar ahora en Glasgow”, advirtiendo que se añadiría más información, aunque tanto por el canal como la forma del anuncio, y sobre todo por el hecho de que el tuit desapareciese algunos minutos después sembró todo tipo de sospechas sobre la veracidad de la noticia, que al final ha resultado parcialmente cierta en el hecho de que Turkmenistán no acogerá el evento, pero no en que Glasgow sería la nueva sede. Y es que la ciudad escocesa organizará los Super Mundiales dentro de dos años, por lo que no parece la mejor alternativa.

En cualquier caso, resulta paradójica la razón de que Trkmenistan renuncie por razones sanitarias, cuando hasta hace poco decían que allí no había ni un caso de Covid, y que si se usaban mascarillas era por la arena del desierto. En todo caso, independientemente de la capacidad organizativa y de la bondad de su velódromo, ni Asghabat ni Turkmenistán son los lugares más idóneos para organizar un Mundial.

 

30 marzo

A falta de poco más de seis meses para la celebración del Campeonato del Mundo de Ashgabat (Turkmenistán), previsto del 13 al 17 de octubre, no hay ninguna información oficial sobre el mismo, ni logos, carteles o cualquier imagen que se le parezca. Tampoco hablamos de una web oficial, como viene sucediendo en los últimos años, sino de que en la página de la UCI el enlace todavía sigue dirigiendo al Campeonato del Mundo de Berlín, celebrado en el invierno del 2020.

Un problema con consecuencias más logísticas que deportivas para las Federaciones Nacionales, a la hora de realizar sus viajes y los trámites administrativos de entrada al país, aunque también está pendiente por decidir el deseo manifestado por varias de que este año no se contemple el requisito de una puntuación mínima para participar en el Mundial, teniendo en cuenta las dificultades para competir internacionalmente y sumar los puntos necesarios.

Los escasos detalles fluyen de forma ocasional y ciertamente curiosa, como la propuesta que recogimos en Trackpiste de vacunar a todos los pistards participantes, algo que se ha ratificado este mes en la web del Ministerio de Deportes turcomano, donde se señala también una visita de Igor Makarov, miembro del Comité Directivo de la UCI y artífice de estos Campeonatos, donde se señala que habrá ciclistas ¡de 186 países!, cuando la participación en el último ciclo olímpico ha estado entre 40 y 47 naciones, con el máximo registrado en 2019 en Pruszkov.

 

5 SEPTIEMBRE 2019

Aunque todavía algunos idealistas pensemos que se pueda revertir la situación, y que la inconcebible reforma de la UCI de hacer coincidir la temporada de pista con la de carretera no llegue a buen puerto, primando la lógica de la situación actual que sí permite una compatibilidad que es mucho mejor para todos, en apenas veinte días el máximo organismo internacional oficializará esa decisión que ya dan por segura y sobre la que no se va a admitir ningún tipo de marcha atrás.

Y la prueba más palpable es que en el cuadro oficial de Campeonatos 2019-2024 ya figuran las fechas de octubre para el Mundial de 2021 –el primero con el nuevo calendario-, en concreto del 13 al 17, unas fechas en la que, según nos decían, “los equipos de carretera son a menudo reticentes a la idea de liberar a sus corredores en el mes de marzo para participar en los Mundiales de pista. Por el contrario, habrá menos problemas para un evento que se desarrolle dos semanas después de los Mundiales de carretera”. Por cierto, la sede de dicho Mundial es Ashgabat, la capital de Turkmenistán, país conocido por sus excentricidades -por no usar otro sustantivo-, lo que habla bien a las claras de la política de la UCI.

Además, la UCI tiene prisa por consolidar el ‘status quo’ actual, por lo que, aparte de tener ya en el bote ese SuperMundial de Glasgow 2023este mes de septiembre adjudicará el de 2022, presumiblemente también en octubre, y el de 2024, sobre el que cabe todo tipo de elucubraciones viendo el sinsentido de las decisiones UCI sobre la pista, ya que lo lógico sería que fuese antes de los JJOO de París, que empiezan el 26 de julio.

Pero hay más: el pasado 21 de junio, el presidente de la UCI mandaba una carta a Confederaciones, Federaciones y a un indeterminado colectivo denominado organizadores con el fin de consolidar esta política abriendo un plazo de candidaturas para los Mundiales de distintas especialidades que pueden llegar hasta 2027 en el caso de la carretera o el ciclocross, y que venden como “una bella aventura y un formidable desafío”, sin aludir a elevadísimos costes que hacen inviable muchos proyectos incluso tan exitosos a nivel de espectadores como el de Bergen 2017.

Foto Europeo Glasgow 2018. BettiniPhoto ©2018

En el caso de la pista, se trata de las candidaturas para 2025 y 2026, aunque también para los juniors de 2023 y 2024, categoría para la que conocemos ya los de 2020 (El Cairo) y 2021 (Tel Aviv), mientras que en ese plazo de tres semanas escasas sabremos donde serán los de 2022.

No he visto la carta publicada en la página de la Federación Española -por cierto publicada en español, pese a no ser lengua oficial UCI, otro curioso detalle-, pero sí en la de la Italiana: por ello aquí tenéis el enlace, por si algún ‘osado’ se anima, aunque hasta el 15 de septiembre apenas le quedan diez días según el plazo fijado por el máximo organismo internacional.

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