Nacionales CX: Holanda, Bélgica y la nada

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Van der Poel y Van Aert se las tendrán que ver desde la distancia / © Belga

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Hubo un tiempo, no tan lejano, en que este fin de semana de enero en el que se ponen en juego los títulos nacionales de la especialidad invernal del ciclismo tenían un morbo más especial. Todo nos fijábamos, está claro, en lo que sucedía en nuestro país y, con el rabillo del ojo, vigilábamos lo que pasaba en Bélgica y Países Bajos. Pero, además, esperábamos ansiosos a que el martes –Internet no es una cosa tan vieja– las páginas de internacional de Meta 2Mil, la biblia del ciclismo en España y semanal al que tanto debemos tantos, nos contaran quién vestiría el maillot de mejor especialista en Francia, Italia, Luxemburgo, Alemania, Suiza… porque en aquella época, aunque ahora nos parezca casi increíble, era común incluir en la nómina de favoritos para las grandes pruebas a nombres como Pascal Richard, Radomir Simunek (padre e hijo, aunque este último con mucho menos éxito), Dieter Runkel, Daniele Pontoni, Petr Dlask y, ya en plena época de conexión global, pero mucho antes de los streamings en directo, los Stybar, Mourey, Franzoi o, incluso, Page.

Pero, como decimos, todo aquello pasó a la historia y, aunque pueda parecer irrespetuoso –“la verdad es lo que es y sigue siendo verdad aunque se piense al revés”, Antonio Machado dixit–, lo cierto es que hoy en día nadie perderá el domingo ni un minuto más del estrictamente necesario en buscar al ganador del nacional de ciclocross francés, suizo, alemán o italiano, por nombrar únicamente a los cuatro países que completan, por detrás de Bélgica, el top5 del medallero en la historia de los mundiales de ciclocross –sí, Países Bajos es el sexto país–. De la misma manera, por desgracia, que nadie perderá su tiempo más allá de los Pirineos en buscar el nombre de los vencedores en Valencia, aunque quizás harían bien en echarle un ojo a lo que pase en la carrera júnior, no vaya a ser que alguno se quede con cara de tonto dentro de algunas semanas en el mundial de Luxemburgo.

Pero aquí hemos venido a hablar de lo que puede acontecer este fin de semana en los nacionales europeos y, para no aburrir a nadie ni perder el tiempo en carreras que a pocos van a interesar, nos centraremos en las pruebas de Bélgica (Oostende) y Países Bajos (Sint-Michielgestel) donde todo parece hacer indicar que saldrán los grandes nombres a tener en cuenta en la pelea por el arcoíris a finales de este mismo mes de enero.

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Toon Aerts llega tras vencer en Baal / © DVV Trofee

Donde las cosas parecen más claras es en Bélgica. Allí, Wout Van Aert ejerce un dominio casi absoluto que, es cierto, se vio interrumpido el pasado fin de semana en Baal, pero la lectura de aquella carrera es necesario hacerla teniendo en cuenta muchos factores, verbigracia, la ausencia de Van der Poel, la enorme ventaja acumulada ya en el Trofeo DVV Verzkeringen, lo peligroso del trazado congelado y la proximidad de las citas más importantes del año. Todo ello, claro, aconsejaban evitar cualquier riesgo innecesario –con la resaca de la caída de Van der Poel todavía tan fresca– y, por qué no, correr con el freno de mano echado y aprovechar la oportunidad para descansar un poco antes de la carrera de Oostende.

Él niega, tranquilo, que le haya afectado en lo más mínimo, pero lo cierto es que los últimos días se ha levantado un enorme revuelo a cuenta de la modificación de ultimísima hora hecha al circuito de Oostende. El miércoles se organizó un lío fenomenal cuando la federación y los organizadores, entre los que se encuentra Danny De Bie, decidieron modificar el trazado para reducir de manera más que significativa el tramo que los corredores deberían de recorrer a pie, algo que en principio beneficia a los hombres del Marlux-Napoleon, equipo del que forma parte… Danny De Bie.

Sea como fuere, este tipo de cambios, máxime cuando se deciden a ultimísima hora sin motivo de fuerza mayor –cosa distinta, claro, sería una nevada que haga impracticable una parte del trazado, un árbol caído por el viento…– siempre benefician a unos y perjudican a otros, pero que una parte tan interesada como De Bie haya tenido poder de decisión en esta cuestión hace este cambio un tanto pestilente a ojos de muchos.

Sea como fuere, Van Aert dice que por él todo está bien. Que ya le pueden venir con cambios de circuitos y lo que quieran. Que él es el campeón del mundo y líder de la Copa del Mundo y el Trofeo DVV Verzekeringen y, por si fuera poco, campeón belga en ejercicio. ¡Ah! Y con un Grand Slam en el zurrón. Van Aert es el favorito y ejerce como tal, sin meterse en líos ni levantar la voz más de la cuenta… eso lo hace, cuando considera que así debe de hacerlo, después de las carreras, para que nunca se le pueda acusar de poner la venda antes de la herida.

Toon Aerts y Tom Meeusen, ambos enrolados en el Telenet-Fidea Lions, parecen ser los hombres que, en base a lo visto en Baal, mejor han preparado su pico de forma de cara a Oostende. El campeón de Europa ganó en el jardín de casa de Sven Nys después de haberse aprovechado del gran trabajo de un Tom Meeusen que se vio, una vez más, fuera de la pelea por el triunfo a causa de una caída, pero que hasta ese momento estaba dando muy buenas sensaciones.

Un peldaño por debajo de la pareja de ases de Nys estarán Michael Vanthourenhout y Kevin Pauwels, los hombres que, según muchos, más beneficiados salen de ese cambio de trazado. Pauwels ha venido siendo el eterno mejor del resto durante toda la temporada, pero en Baal tuvo que ceder el tercer peldaño del podio a su compañero Vanthourenhout, al que hemos visto crecer de manera muy significativa en el periodo navideño.

Y hay un hombre al que resulta complicado descartar, pero también es difícil analizar si sus opciones, al menos de medalla, son reales: Gianni Vermeersch, que se ha abonado a la mala fortuna estas semanas, pero que asegura que tiene muy buenas piernas y se siente en condiciones, “si tengo un buen día”, de pelear por cosas importantes.

Van der Poel, más que una carrera

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Lars Boom, el pasado miércoles en Surhuisterveen © Twitter

Pero si de sacar conclusiones e información de cara a lo (poco) que resta de temporada se trata, el mayor interés lo encontramos en Sint Michielgestel, el circuito preferido de Richard Groenendaal donde Mathieu van der Poel se juega el domingo mucho más que el tercer título consecutivo.

Tras su caída en Loenhout y después de haber reconocido que llegó a perder la consciencia a consecuencia de ese golpe, Van der Poel tuvo que dejar pasar el cross de Bredene y la cita inaugural de 2017 en Baal. Fiel a su estilo, apenas hemos sabido nada del campeón de Países Bajos en ejercicio desde entonces. Lo único que ha trascendido por el momento es que el propio Van der Poel ha reconocido que sigue “teniendo el cuello un poco tieso y dolorido”, aunque no lo esgrime como una excusa ya que ha asegurado que su “objetivo es conseguir mi tercer título nacional” y nada debería de impedirle rendir al cien por cien.

Sea como fuere, un mal día o, peor todavía, un agravamiento de sus molestias en el cuello a causa del esfuerzo pondrían, de manera casi definitiva, en jaque la temporada del holandés. Este domingo, en Sint Michielgestel, Corne van Kessel, Lars Boom, Thijs van Amerongen y, aunque no entra en las quinielas, Lars van der Haar, parecen sus principales enemigos.

Está claro que Van der Haar, en condiciones normales, no será rival para ninguno de los otros corredores arriba mencionados, pero nadie puede dudar a estas alturas de la clase y calidad del nuevo hombre del Telenet-Fidea Lions. Si Van der Poel no tiene un buen día y la carrera se traba, algo que no sería tan complicado que sucediera, sus acciones subirían como la espuma.

Pero si hablamos de aspirantes alternativos debemos de hacerlo de Corne van Kessel y Lars Boom. El primero, gran especialista, ha demostrado ser el holandés más regular de la temporada y hace tiempo que ya avisó que uno de sus granes objetivos era trabajar por llegar al nacional en su mejor estado de forma, algo que según vimos el pasado miércoles con su triunfo en Surhuisterveen, ha conseguido y eso le ha llevado a “soñar a pesar del dominio de Mathieu”.

El caso de Boom, como lo fue el de Stybar en el pasado, merece capítulo aparte. El holandés ha abandonado Astana, donde no veían con excesivos buenos ojos sus incursiones en el barro, y ha fichado por el LottoNL-Jumbo, patrocinador holandés que no sólo parece no estar molesto en permitir a Boom quitarse el mono de barro sino que, evidentemente, sabe que el rendimiento publicitario de estas carreras puede ser muy grande para ellos. Regresó al barro en el País Vasco y desde entonces, aunque su principal objetivo sigue siendo la ruta, sus piernas no han hecho más que mejorar, lo que le permite llegar a este domingo como uno de los grandes aspirantes.

Y, como decíamos al principio, fuera de Países Bajo y Bélgica… la nada más absoluta. Toda Europa, incluída España, repartirá este domingo sus maillots de campeón nacional ante la indiferencia del gran público, que se conformará con saber sobre qué hombros recaen esas prendas la próxima vez que aparezcan por la salida de una gran cita internacional. Una lástima, qué duda cabe.

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