Niels Albert: “Hasta la semana pasada creía en mi regreso”

Niels Albert

Niels Albert «puedo estar contento si llego a cumplir 80 años»

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Se acabó. De una vez por todas, es agua pasada. Niels Abert no volverá a correr nunca más. Tras su precipitado adiós a causa de problemas cardiacos, el corredor belga ha vivido una montaña rusa emocional. Mientras los médicos de su equipo (y los especialistas que estos consultaron) no le daban ninguna opción de regreso, el Dr. Brugada apareció como una tabla de salvación en medio de ese océano. Mientras, la vida siguió para Albert y se centró en su papel como entrenador de, entre otros, Wout Van Aert, aunque siempre con un ojo puesto en los galenos que le daban alguna opción de retomar los pedales.

Así, Albert ha asegurado que “hasta la semana pasada creía en mi regreso. Pero ahora ya es definitivo. Eso no va a ocurrir. Lo he decidido y asumido después de haber hablado con un cardiólogo pediátrico y, por fin, he entendido lo grave que es mi enfermedad”, ha declarado a Het Laatste Nieuws.

“Nunca más volveré a montar en bicicleta a nivel competitivo. Quizá suene extraño que el que me haya convencido sea un especialista pediátrico, pero lo que más me asusta es que sea ahora, casi medio año después del primer diagnóstico, cuando me he dado cuenta de la gravedad de la situación. Hasta el pasado lunes, seguía creyendo en un regreso. Cuanto más pensaba en ello [en la posibilidad de volver], más realista parecía la idea. Ahora ya sé que no era más que un pensamiento muy optimista”, añadía el ya definitivamente ex corredor.

Todo esto, sin embargo, tiene para él una parte positiva ya que “ahora mi proceso de asimilación puede empezar de verdad. Ya sé qué es lo que me espera y me puedo centrar al cien por cien en mi trabajo como director deportivo en el Vastgoedservice-Golden Palace y mi negocio de bicicletas”.

Niels Albert reconoce que “había comenzado ese proceso de asimilación y pensaba que todo iba bien. Pensé que estaba en el tramo final, pero con el inicio de la temporada se volvió a encender la llama” que le llamaba a competir. “Llegué a hacer los planes: después de terminar la temporada me operaría y posteriormente retomaría poco a poco los entrenamientos. Con el talento natural que tengo, si pasaba un buen verano estaría completamente listo en septiembre para volver a competir. Me lo repetía a mi mismo: un año sabático. No era algo tan grave, pero el lunes [24 de noviembre] el sueño explotó en mis manos”.

La historia, incluso, toma aquí tintes algo dramáticos ya que todo se desencadenó “por casualidad. Estaba en el Hospital para un proyecto con el que colaboro con el Dr. Heidbuchel y el Dr. Gewillig, que trabaja con él y, por lo tanto, conoce mi historial médico, me llamó aparte. Fue el primero de tanta gente con la que he hablado que fue capaz de explicarme qué es lo que tengo. Seguramente, el hecho de que trabaje con niños de hasta 16 años tenga mucho que ver con la manera de explicar las cosas. Tienes dos problemas, me dijo. El aumento de pulsaciones y la formación de tejido cicatrizal. Las arritmias no son peligrosas a nivel vital si te operas, pero tienes que tener mucho cuidado con ese tejido cicatrizal. Compáralo con un coche. Tus rivales corren con un seis cilindros y tú lo tienes que hacer con cuatro. Realmente, eso quiere decir que hace ya un par de años que compites con un cuarto menos de caballos de potencia que tus rivales. Gracias a tu talento natural has podido ser competitivo. Lo podrías seguir siendo, pero en días muy concretos. En tu terreno y encontrándote muy bien, pero además esos esfuerzos extra a tus cuatro cilindros, por lo que le pedirías un trabajo extra a tu corazón que te pondría en la situación de que probablemente no llegarías a cumplir los 60 años”.

Y, ante unas palabras tan duras, Albert reconoce que “tuve que tragar saliva. Especialmente cuando me dijo que, tal y como estoy ahora, podré ser feliz si llego a cumplir los 80 años. Eso fue todo. Puedes imaginarte cómo me sentí en el camino de vuelta a casa. Acababa de entender que había puesto punto y final a mi carrera”. El mentor de Van Aert se centrará ahora en otras cosas. “Esta semana estaré en Calpe (España) con algunos corredores del equipo. La semana que viene afronto la recta final de la apertura de mi tienda. Se acabó todo lo demás. Por fin, mi cabeza puede descansar”.

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