Nueva Zelanda conmemora su particular batalla en el pavés

James Fouche, con el adoquín conmemorativo © Cycling New Zealand

Las batallas que se dilucidarán en el pavés de las clásicas de primavera tendrán este año una resonancia particular para los ciclistas y los aficionados al ciclismo neozelandeses. Y es que mientras que los profesionales del UCI WorldTour están luchando en los sectores míticos de algunas de las carreras ciclistas más prestigiosas del mundo, un grupo de neozelandeses conmemorará a aquellos que combatieron en esas mismas carreteras, hace un centenar de años.



No es un hecho muy conocido que el Cuerpo Ciclista Neozelandés (NZCC) y su equivalente australiano operaron juntos durante la Primera Guerra Mundial en el seno del Batallón ciclista de la ANZAC, combatiendo especialmente en Flandes en 1917. Igualmente ha contribuido, a comienzos de 1918, a responder a las ofensivas alemanas en la batalla de Lys, antes de tomar parte en la segunda batalla de la Marne.

En homenaje a los que perdieron su vida en los campos de batalla del Norte de Francia y de Bélgica, una agencia de viajes ciclistas neozelandesa ha organizado una estancia especial en Europa que gira alrededor de las clásicas de primavera y de las conmemoraciones del centenario de la Primera Guerra Mundial. Aproximadamente 35 neozelandeses han llegado esta semana para visitar los antiguos lugares de batalla, tomar parte en varias ceremonias de conmemoración, disputar las marchas ciclodeportivas de la Vuelta a Flandes y de Paris-Roubaix, y ver a los corredores del UCI WorldTour en acción.

«Deseamos encontrar la mezcla perfecta entre las clásicas de primavera y honrar a aquellos que rodaron aquí antes que nosotros”, explica uno de los organizadores, Karl Woolcott. “Pararemos en las villas donde se alojaron los ciclistas del Aznac, visitaremos las sedes conmemorativas y afrontaremos algunos de los recorridos seguidos por las tropas del NZCC”.

En el marco de las conmemoraciones del centenario, el grupo de neozelandeses visitará el lugar de origen del Trofeo conmemorativo del NZCC, en el Kemmelberg -uno de las míticas subidas flamencas y uno de los lugares donde más se dejó sentir en esfuerzo del NZCC – y otros sitios históricos donde sus antepasados perdieron la vida durante la Primera Guerra Mundial, como Messines y, en el norte de Francia, Marfaux, los túneles de Arras y Le Quesnoy.

Pavés belga en manos neozelandesas

Parte de la historia de la Primera Guerra Mundial -un adoquín de una de las cuestas míticas de las clásicas flamencas- se encuentra ya en Nueva Zelanda. A principios de este año, el campeón neozelandés masculino sub23 fue galardonado con un trofeo hecho de un adoquín tomado de Kemmelberg, montado en una pieza de madera extraída de una trinchera de la Primera Guerra Mundial.

La idea de este trofeo procedía de un diplomático neozelandés en la embajada de su país en París, Roger Dungan. “Los adoquines son inseparables de las carreras ciclistas de esta parte del mundo, y los ciclistas neozelandeses lucharon y murieron en esta carretera, en el alto del Kemmelberg”, recuerda Dungan. De esta forma, el diplomático se dirigió a las autoridades belgas y a los organizadores de la carrera con el fin de organizar una ceremonia en el Kemmelberg para extraer la piedra y darle una bendición tradicional maorí. Liz Southey, hija de un antiguo soldado del NZCC, Charles Carrington Southey, varias veces condecorado, asistió a la ceremonia.

Los responsables belgas dedicaban oficialmente a Nueva Zelanda el Trofeo conmemorativo del NZCC en la presentación de la Gante-Wevelgen el pasado mes de noviembre, durante la cual los profesionales neozelandeses Jack Bauer y Sam Bewley, ambos del equipo UCI WorldTeam Mitchelton Scott, recibían el trofeo en nombre de Nueva Zelanda.

Después de la ceremonia, Bewley dijo que era un honor disputar pruebas como Gante-Wevelgem pero también homenajear, como neozelandés, a «personas que hace cien años lucharon para hacer un mundo mejor y que dieron forma a nuestro mundo, nuestro país y contribuir a lo que somos hoy”. Igualmente añadía que “es especial recibir un trofeo formado por un adoquín que ha estado en esta carretera durante un centenar de años y ahora es parte de la comunidad ciclista de Nueva Zelanda». El precioso trofeo está ahora en las manos de James Fouche, que ganó en enero la prueba en línea sub23 del Campeonato Nacional de Nueva Zelanda.

Fouche lideró la selección ‘kiwi’ en la carrera de la Copa de Naciones UCI del domingo pasado Gante-Wevelgem, en la que todo el equipo llevó un maillot especialmente diseñado para la ocasión con la insignia de la amapola roja y las insignias del NZCC, así como los nombres de todos los miembros del NZCC que combatieron en la Primera Guerra Mundial en la parte trasera del maillot.

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