770.000 € para el mantenimiento del carril-bici de Sevilla

Carril-bici SevillaUna red de carriles bici como la de Sevilla, con más de 140 kilómetros, precisa de un cierto mantenimiento para que el deterioro y el abandono no se apoderen de ella. Hace unos días el Ayuntamiento ha firmado un contrato de 770.000 euros para el mantenimiento, conservación y limpieza de las vías ciclistas de la ciudad. Urge que el servicio se ponga en marcha cuanto antes, porque en algunos tramos del carril empieza a acumularse la suciedad hasta el punto de que la pintura está prácticamente borrada, hay obstáculos en mitad de la vía, árboles que invaden el espacio de los ciclistas, alcorques ciegos que entrañan un importante riesgo de caída y grietas que van creciendo con el paso de los meses.

Quizás lo que más preocupe a un usuario habitual del carril-bici de Sevilla sea la suciedad. Una de las zonas en las que más se aprecia es la Ronda Histórica, donde en algunos tramos el carril adquiere ya una tonalidad más próxima al negro que al verde original. Apenas se ven ya las señales pintadas en el suelo y los pasos de peatones están prácticamente borrados. En la zona comprendida entre la confluencia de la avenida de Miraflores y la Puerta Osario, el carril discurre bajo unos árboles cuyos restos cubren prácticamente todo el vial. Algunos de estos árboles han crecido tanto que sus raíces han levantado el suelo y con él el carril, que ya está combado precisamente en una zona en la que se estrecha, junto a la puerta del colegio Beaterio de la Santísima Trinidad. En la Ronda Histórica se corrigió hace años uno de los puntos negros clásicos de la red ciclista, la esquina de la iglesia de San Hermenegildo, donde se amplió el espacio y se colocó un cartel en el que se le da prioridad al peatón.

Sin embargo, quedan varios puntos negros en este tramo de la red, que fue de los primeros en construirse y se hizo todo sobre la acera. En la Resolana, por ejemplo, hay alcorques que están dentro de la vía ciclista, con el consiguiente riesgo de caída si se introduce la rueda en el espacio donde crece la vegetación. En Menéndez y Pelayo, a los continuos resaltos y rebajes de la pista se le añaden la situación de los árboles que están en mitad de la misma. Aquí también las raíces han formado un hueco que se ha convertido en un bache dentro del carril. Igualmente, la valla de protección está doblada en algunos tramos, seguramente como consecuencia del impacto de algún coche. Estos hierros entrañan un grave peligro en el caso de que un ciclista pierda el equilibrio, de manera que amenazan más que protegen.

Una de las zonas que más deterioro presentaba hace algunos años se encuentra ahora en un estado aceptable. Es el entorno del río y todo el paseo Juan Carlos I desde la Barqueta hasta la Torre del Oro. Sólo hay problemas en la cuesta de bajada desde el puente de la Barqueta, donde las losetas están arrancadas y el piso no es firme. En el paseo, en cambio, no quedan ya losas sueltas como antes. El estado del tramo de tablas junto al monumento a la Tolerancia también es bastante mejor que hace algunos años, cuando faltaban tablas y había otras rotas o astilladas…

Fuente: diariosevilla.es

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