Omar Fraile descubre el Tour: «Aquí nadie frena»

Omar Fraile, sobre el pavés de la novena etapa del Tour © Astana Pro Team

Omar Fraile (1990, Astana Pro Team) ha probado el Tour de Francia… y le gusta. Pese al estrés, la tensión y las caídas al todoterreno vasco le ha enamorado la carrera francesa. No ha pasado inadvertido con su maillot celeste y aún quiere mostrarlo más, bien como escolta de su líder Jakob Fuglsang o aprovechando alguna oportunidad que se le pueda presentar.

Fraile ha demostrado ser un cazador, ahí estás sus triunfos este año en País Vasco y Romandía, además de rozar el triunfo en la París-Niza y el bronce en el Campeonato de España. Ahora busca la matrícula de honor y lograr una etapa en el Tour, en este o en futuras ediciones, que sumar a su triunfo en el Giro de Italia el año pasado.



-¿Cómo se encuentra tras el primer tercio del Tour de Francia?
-La verdad es que de piernas me estoy encontrando realmente bien, muy cómodo dentro de lo que cabe en un Tour. Está claro que sufro como todos pero me he adaptado bien. La primera semana pienso que la he pasado bien, salvo el susto de la caída. Tengo molestias en el hombro, sobre todo a la hora de moverlo y de hacer algunos movimientos.

-Eso no le impidió entrar en la fuga en los adoquines el domingo.
-El domingo decidimos ir en fuga cara a librar todo el estrés y pasar la etapa lo mejor posible, ir más tranquilo por delante, pensando en el hombre. Y por si Jakob necesitaba apoyo si se rompía mucho la carrera; sin embargo, iba demasiado unida y en los últimos tramos sufrí mucho. Estamos trabajando el hombro mucho con hielo, Indiba y cada día me encuentro un poco mejor.

-Ha saboreado el Tour, ¿qué le dice la carrera?
-Es una carrera en la que hay una tensión increíble, nadie sabe lo que es el freno. Aquí nadie frena; frenas con el de delante y si puedes. No te librar de caerte delante o atrás; no creo que quede un corredor del pelotón sin haberse ido al suelo. Eso demuestra la tensión de la carrera, cuando más del 90% del pelotón se ha ido al suelo, y que nadie se libra de ello. Y para bien o para mal tiene una repercusión increíble. Cualquier cosa que hagas, una tontería, se hace grande.

Se va muy rápido. Nunca había ido tanto, aun cuando había he corrido grandes carreras, como las Ardenas… Como se va en el Tour no se va en ninguna carrera. Es todo el día a un ritmo constante y así salen esas medias, 45 el día del pavés con viento de cara. Se va realmente rápido todos los días.

-Fuglsang llega bien situado a la montaña, pero el equipo sufrió la baja de Luis León Sánchez.
-Mi caída no ha sido comparada con la de Luisle. Fue una pena. Siempre lo he dicho y lo digo: Luisle no es un corredor, es como si perdieras dos corredores porque te sube, te baja, te esprinta, te lleva delante; es un corredorazo y con una gran experiencia en el Tour. Sin duda, es una baja importante. Jakob está tenido unas piernas muy buenas, está muy motivado, y eso hace que lleguemos con mucha confianza a la montaña cara a nuestro gran objetivo.

-Ese “gran objetivo” es el podio.
-Sí, sabemos que es muy difícil y duro pero por qué no soñar con ello. Están pasando muchas cosas. Él, pese a las caídas, ha tenido mucha suerte. Ojalá podamos seguir así y que en la última semana consigamos meterle en el podio porque sería perfecto para el equipo. La idea es trabajar para él e intentar ganar una etapa. Pienso que soy una baza bastante buena cara a algún movimiento táctico en una fuga para tener tranquilidad y trabajar después o tener libertad. Jugaremos esa baza también.

-Será un momento especial correr en los Pirineos la próxima semana.
-Tengo muchas ganas. Los Alpes van a ser muy duros, hay que correr con cabeza. Mi territorio son los Pirineos. Estará toda mi gente, amigos, familia, afición; aquello será espectacular. Por eso sueño con una victoria, por qué no, es mi sueño y de mucho corredores intentar ganar en las tres grandes. Tengo una -en el Giro de Italia 2017- y ojalá consiga mi sueño antes de retirarme.

-Pese a todo no deja de ser un debutante en el Tour.
-Y por eso este Tour me lo tengo que tomar como una experiencia, intentar disfrutar y aprender lo máximo posible cara a próximos años cara a tener una opción más clara de tener una libertad. Si viene la oportunidad, iremos a por ella, hay que ser ambiciosos. Ahora bien, hay que tener los pies en el suelo. Es una carrera que hay que conocer muy bien. Hay momentos que pago no conocer la carrera, cometo errores y me doy cuenta en meta. Es una carrera diferente a todo lo que había corrido.

-¿Entiende que haya corredores que odian el Tour?
-Hay gente que la odia y no quiere venir… Yo personalmente, pese a todo el estrés, es una carrera que te hace más grande. Y en mi caso pienso que me puedo adaptar muy bien porque siempre necesito que se vaya a tope para al final tener ese punto; en otras carreras, se va más tranquilo y me cuesta arrancar. Aquí como se va siempre a tope me viene mucho mejor.

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