Paraciclismo: ¿Ha bajado España o han subido los demás?

Ten, celebrando su oro © UCI Paracycling

TrackPiste / Ciclo 21 

La victoria de Ricardo Ten en la prueba de exhibición de eliminación en el reciente Mundial de Rio tiene distintas lecturasEn primer lugar, el coraje y la clase mostrada una vez más por el deportista valencianocapaz de medirse con éxito ante deportistas con una discapacidad menor que la suya, demostrando su habilidad para las pruebas de fondo. En segundo, el acierto de la UCI por apostar por pruebas más variadas que las simples cronometradas que muchas veces se hacen larguísimas, algo que debería imitar el IPC de cara a los Juegos Paralímpicosdonde siguen con el ‘sota, caballo y rey’ de la persecución y el kilómetro.

Y la tercera lectura es que con el oro de Ten -y el bronce de Luis Javier Arcega- se ‘maquilla’ bastante el balance de España, ya que ‘sube’ hasta las cinco medallas desde las dos platas y la de bronce que es lo que figura en el medallero oficial, y que supone un fuerte retroceso en la posición española con respecto a eventos anteriores. De hecho, España no aparece entre las diez mejores naciones, cuando el año pasado se lograron cinco medallas, siete en 2022 o las diez logradas en 2020 (cuatro oros, una plata y cinco bronces).

Medallero del Campeonato del Mundo de Río

¿Ha bajado España o han subido los demás?, me han preguntado varias veces esta semana. Pues, desgraciadamente, ambas cosas.

Y es que en ese fructífero 2020 ya se entreveía lo que se ha consolidado en este 2024: junto a las grandes potencias paraciclistas como Gran Bretaña y China, se vivía ya el ascenso de Australia o Francia. Pero entonces España estaba en los puestos altos del medallero y ahora no lo está. Y aunque alguno pueda escudarse en que el Mundial este año no es tan importante, porque la preparación va encaminada hacia los Juegos Paralímpicos, lo que es rigurosamente cierto, también se puede argumentar que eso es también válido para el resto de naciones… que no han dejado pasar la oportunidad de comenzar a brillar en el Mundial.

Centrándonos en lo visto en Rio, y de cara a París, podemos sacar varias conclusiones:

Aún quedan dos pruebas de clasificación del ranking paralímpico, y ambas de carretera -las Copas del Mundo de Ostende y Maniago, en mayo-, para determinar la participación en París. Y aunque la UCI no publica en su web el número de plazas según el ranking, lo cierto es que dada la posición que actualmente ocupa España no tendrá ni de lejos la misma participación máxima que tuvo en Tokio, de diez paraciclistas. Pensar en siete sería lo más realista, ocho si somos optimistas y las cosas salen mejor en estos dos eventos.

Una quinta plaza que debe servir de reflexión © RFEC

Dado que las plazas son para todos los eventos paralímpicos -no diferenciadas por carretera y pista-, y debido al auge y las opciones de los handbikes y de los triciclos, podemos pensar que tres o cuatro de estas plazas podrían estar destinadas a ambas disciplinas… que no tienen presencia en pista, donde la participación en Saint-Quentin-en-Yvelines podría ser bastante limitada.

Ten será uno de estos fijos, que puede brillar tanto en la pista como en la carretera. Pero ya ha dicho que su objetivo será la contrarreloj, una prueba que le exige una preparación diferente, aunque en principio podría servirle también para luchar por las medallas en la persecución, algo que no ha sido posible en Rio. Eso sí, su posición como arrancador del equipo de velocidad conlleva otro tipo de esfuerzo, por lo que pueden surgir dudas acerca de su efectividad en el trío, donde hoy por hoy es indispensable.

En Rio, España quedó fuera de las medallas en una prueba en la que tendrá que defender en París el bronce de Rio, pero que se ha visto superada por Australia y Francia, y lo que es peor, con un tiempo discreto por encima de los 50 segundos. Es cierto que Alfonso Cabello tiene mucho margen de mejora hasta septiembre, que Jaramillo es un ciclista de los que siempre cumplen, pero esta esa duda de Ten, no por su clase, sino por su preparación. Y por supuesto, australianos y franceses también irán a más.

Revalidar el oro no sólo dependerá de su rendimiento, sino del factor © CPE

La plata de Cabello en el kilómetro es una muy buena señalde que por fin ha salido de ese Covid persistente que le mermó su rendimiento durante muchos meses. Y como decíamos, tiene que ir a más por clase y profesionalidad. El problema en el caso del cordobés es el dichoso factor, que puede hacer más o menos peligrosos a los ciclistas de la clase C4, y no sólo al Jody Cundy, sino también al australiano Korey Bodingtron, sin olvidarnos del vigente bicampeón en C5, Blaine Hunt, aunque no debemos olvidar que Gran Bretaña tendrá el problema de que tiene demasiados corredores para sus plazas, que, aunque sean máximas seguro que les serán insuficientes.

No quedarían muchas más plazas para las clases B y C, corredores que pueden hacer tanto carretera como pista, pero que pueden brillar bastante más en el asfalto que en la madera. Por ejemplo, llevamos varios años sin medallas de los tándems en los velódromos, aunque hayamos tenido medallistas mundiales y paralímpicos. Y lógica y comprensiblemente esa debe ser su prioridad. Y corredores como Eduardo Santas o Damián Ramos tienen también más opciones en la ruta.

Queda tiempo más que de sobra para resolver este complicado puzzle y el seleccionador tiene bastante experiencia en estos temas. Pero independientemente de las soluciones que se tomen, antes, y del balance que se obtenga, después, lo cierto es que para el paraciclismo, al menos en pista, la impresión es que está terminando un ciclo.

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