¿Por qué los fabricantes de bicicletas han tomado el World Tour?

El maillot 2014 © Trek Factory Racing

El maillot 2014 © Trek Factory Racing

Cuatro de los dieciocho equipos del World Tour 2014 están patrocinados por fabricantes de bicicletas. Un dato que, lejos de ser anecdótico, me produce una cierta preocupación y más cuanto tres de ellos, Cannondale, Trek y Giant, han surgido al relevar de forma más o menos forzada a otros patrocinadores ‘externos’ –llamémosles así- como fueron Liquigas, RadioShack o Argos, éste con una trayectoria extremadamente corta. El cuarto, BMC, no deja de ser un ‘capricho’ –bastante caro, por cierto- de un millonario, algo asimilable a otros dos equipos más cuya denominación tampoco es estrictamente empresarial: Astana y Katusha.

Hay que remontarse a los años cincuenta y sesenta cuando los patrocinadores externos comenzaron a aparecer de forma sistemática en los maillots de los equipos, tomando tan fuerza que llegaron a ‘obligar’ al Tour de Francia a cambiar su fórmula de selecciones nacionales por formaciones comerciales. Patrocinadores muy distintos en cuanto a su origen y potencial económico, pero de casi todos los ámbitos empresariales que coincidieron en su interés por el patrocinio de un equipo ciclista como vehículo publicitario. Y el ciclismo dio su gran salto adelante. Los fabricantes de bicicletas fueron relegados a un papel secundario –en cuanto a presencia, que no en importancia-, como patrocinadores técnicos o proveedores, aunque algunos siguieran apareciendo en los maillots.

¿Y por qué digo que esta situación es preocupante? Simplemente porque debería ser motivo de reflexión que no surjan marcas que ocupen esos espacios, como pasaba hace unos años, independientemente de que dude de la rentabilidad publicitaria para un fabricante de bicicleta de una inversión completa que alcanza o supera una decena de millones de euros. ¿Tantas bicis se venden para justificarlo? O mejor aún, ¿con una estructura comercial cada vez más centrada en tiendas monomarca o ventas en grandes superficies, ¿es rentable esta publicidad tan generalista?

Este debate tuvo una primera parte hace unos días en Twitter y pude obtener algunas respuestas interesantes. La primera es la comparación del ciclismo con el automovilismo o el motociclismo donde los fabricantes –Ferrari, Honda…- ocupan ese lugar de privilegio. Cierto, pero con matices: en automovilismo el equipo número uno de la actualidad es Red Bull, una marca comercial ‘externa’. Pero, sobre todo, estos deportes son un excelente banco de pruebas para los productos que luego comercializarán en sus vehículos de serie. En ciclismo, el avance tecnológico a nivel de material se detuvo en seco hace unos años, e incluso en algunos aspectos podríamos hablar de involución cortando de raíz esas opciones de experimentación de los fabricantes y de modernización del deporte.

Una segunda línea de pensamiento interesante se refiere a que estas marcas, a causa de la crisis, han asumido un papel de transición, una labor de salvar las estructuras ciclistas en estos años de vacas flacas, por el bien del negocio global. No lo dudo, y es de agradecer. Pero tengo mis dudas si es simplemente un paréntesis o un paso atrás, ya que en otros deportes al más alto nivel no se ha producido este fenómeno.

La tercera aportación –bastante interesante- me llega de todo un experto como Manolo Saiz, quien considera que deberán ser los fabricantes los dueños de las licencias de los equipos en aras de una cierta estabilidad y que él ya se lo propuso a Giant en los años noventa. Es decir, sería similar al modelo de la Fórmula 1, al que antes me refería. Pero para ello debe plantease un nuevo modelo de juego desde el punto de vista tecnológico, sin olvidarnos del peso que los patrocinadores tienen en estos equipos: en Ferrari, por ejemplo, Banco Santander, Shell, Philip Morris, Fiat o UPS aportan pero que muchos millones al aparecer en los monoplazas y en otros soportes.

Ojalá la llegada de Fernando Alonso pueda suponer un cambio en el modelo. Porque por muy loable que sea el interés de los fabricantes, con ello no basta en lo que se refiere al medio y largo plazo.

PD: La situación de preocupación se refiere al ciclismo de carretera. En BTT el esquema es muy distinto y tradicionalmente los fabricantes han tenido mucha más fuerza, aunque solo sea por el mayor avance tecnológico de esta disciplina.

Uluru, el blog de Luis Román-Mendoza

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