No hay lugar para el porno en el ciclismo

Trabajadores de la industria porno no pueden poner este nombre en su club ciclista 

A ver qué os parece la historia que leemos en Cycling Weekly.

Al parecer un club ciclista llamado “Porn Pedallers Cycling Club” no puede utilizar este nombre por manchar la imagen del ciclismo.

El club londinese es como otros muchos que existen por el mundo, reuniendo trabajadores de un gremio bajo un mismo maillot.

Conozco clubes de bomberos, de banqueros y de ingenieros. Hace cien años en BCN se hacían carreras de bicicletas de empleados de banca.

En este caso como el nombre deja entrever, el “club de los pedalistas del porno” reúne actores, productores y trabajadores varios de la industria del cine porno.

Trabajo raro, quizá, pero que aporta un sueldo a fin de mes gracias, no os olvidéis, a la tremenda cantidad de pasta que maneja este sector.

Mucha más de la que algunos quieren ver o reconocer.

Sea como fuere la federación británica les ha dicho que no pueden salir a las carreteras con ese nombre, que es dañino para la imagen del ciclismo.

Se acogen a la normativa UCI.

Ahora va a ser que lo más dañino para el ciclismo es salir con ese nombre.

Y claro los ciclistas de la industria del porno no se lo han tomado muy bien.

Vienen a decir que en el ciclismo hay sitio para todos, salvo para ellos.

Incluso los fondos que recaudan sobre la bicicleta van a una fundación para la salud sexual.

Otra cosa que, aunque muchos no admitan, quita el sueño en millones de hogares.

Así las cosas invitan a un club de gente cuyo nexo de unión es el porno que busque otro nombre para ese club.

Aquí volvemos a lo de otras muchas veces, y es ese reglamento retrógrado y gris que no hace más que de contrapeso a la evolución y el normal desarrollo de las cosas.

Que unos trabajadores de la industria porno no puedan llamar la atención sobre su causa con un nombre que sí resulta llamativo pero que no ofende a nadie, más bien a cuántos colmarán de felicidad con su trabajo, es el colmo de la hipocresía que envuelve este deporte, como casi toda actividad humana.

Artículo completo en El cuaderno de Joan Seguidor

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