La Vuelta Levante, el origen de la VCV en 1929

Cartel oficial de la I Vuelta Ciclista a Levante © VCV

Redacción / Ciclo 21

Corre el año 1929 y en España ya hay dos carreras ciclistas consolidadas. Son la Volta a Catalunya (1911) y la Vuelta al País Vasco (1924). En Francia, Italia y en algún otro país europeo, el ciclismo en ruta es ya un deporte con cierto calado entre el público. En España, la afición por las dos ruedas se enfoca más hacia la pista, el velódromo. Mientras, la bicicleta es cada día más habitual como medio de transporte en la sociedad. Es en este contexto en el que nace la VCV – Volta a la Comunitat Valenciana, en 1929.

Gracias a la iniciativa de la Peña Ciclista Excursionista y al patrocinio del diario Republicano El Pueblo, el martes 6 de noviembre de 1929 se disputa la primera etapa de la entonces llamada ‘Vuelta Ciclista a Levante’. Un total de 66 routiers –como se denominaba a los ciclistas en la época– toman la salida en la sede de El Pueblo, en la Calle Don Juan de Austria, 10, de València, rumbo a Vila-real, meta de esta primera e histórica etapa. En el horizonte, cuatro días de carrera y un premio final para el ganador de 1.500 pesetas. Como curiosidades, los aficionados podían seguir cada etapa con sus vehículos particulares situándose detrás del pelotón; mientras que uno de los dos coches médicos estaba patrocinado por la marca de papel de fumar ‘Bambú. Otros tiempos.

Previa oficial de la I Vuelta Ciclista a Levante © VCV

La previa oficial de la I Vuelta Ciclista a Levante, publicada en El Pueblo el martes 5 de noviembre, nombra entre los ciclistas favoritos a la victoria final a Lloréns, Sans, Riera, Puchades, Pons, Cardona, Martínez, Trueba, Mateu o Borrás, entre otros. La mañana del día siguiente, la sede del diario republicano es un constante ir y venir de aficionados, ciclistas y curiosos que no se quieren perder el acontecimiento del día. A las 07:30 se da oficialmente comienzo a la I Vuelta Ciclista a Levante, aunque no es hasta las 08:20 cuando finaliza el recorrido neutralizado hasta La Pobla de Farnals y es ahí cuando empieza de verdad la carrera.

Plano del recorrido de la 1ª etapa de la Vuelta Ciclista a Levante © VCV

A cada paso del pelotón por las diferentes localidades, mismo ritual. Los aficionados salen a las calles para ovacionar a los routiers y, en el caso de que alguno de ellos haya nacido allí, este se pone en cabeza para devolver el reconocimiento y, por qué no, tener su dosis de protagonismo por unos minutos. Es el caso de Mariano Gómez, ovacionado por sus paisanos en Sagunto al cruzar el primero la travesía por el centro de la histórica ciudad. Es precisamente en uno de estos momentos donde el pelotón se relajaba un poco cuando Antonio Escuriet aprovecha y se escapa, al paso por Almassora. Era la primera fuga de la historia de la VCV.

Tras un primer paso por Vila-real, una de las cunas de la afición ciclista en la Comunitat Valenciana, llega otro momento especial. El control de firmas en Cuevas de Vinromà. Allí llega Escuriet escapado con siete minutos de ventaja y, según la crónica de la etapa, se encuentra, rodeado de multitudes, «toda clase de bebidas, herramientas de bicicleta, mecánico reparador y todo cuanto podían apetecer» los ciclistas.

Control de firmas en Cuevas de Vinroma © VCV

Una vez el pelotón deja atrás el control de firmas de Cuevas de Vinromà, los corredores encaran la primera gran ascensión de esta I Vuelta Ciclista a Levante. Se trata de Las Atalayas de Alcalá de Chivert, subida en la que los favoritos Cardona y Riera cambian el ritmo, alcanzando a Escuriet justo antes de coronar el puerto y reduciendo el pelotón a tan solo diez unidades.

A lo largo del recorrido de la etapa, se colocan diferentes primas económicas aportadas por patrocinadores para el primero en cruzar un punto concreto. En Alcalá hay una de ellas y es Cardona el que la conquista tras un reñido sprint ante la emoción de los aficionados locales. Poco después, junto con Riera, ambos terminan por escaparse del resto del grupo y encaran el paso por Oropesa camino de nuevo a Vila-real sabiendo que se van a jugar la victoria de etapa.

La subida a las Atalayas de Alcalá de Chivert © VCV

«Decir Villarreal es decir CICLISMO… Más de cinco mil almas… estallaron en una formidable ovación cuando aquellos dos valientes routiers asomaron por la recta que conduce a la calle Mayor», así describe el cronista de El Pueblo el ambiente que se respiraba en la primera línea de meta de la historia de la VCV. Meta en la que Cardona se impone al sprint a Riera, quien casi sin enterarse se llevó un premio de consolación. 

«Un humorista villarrolero ha colocado una pancarta, anunciando una prima secreta para el primero que pase por dicho lugar. Y mira por donde Riera, sin apenas darse cuenta, se halla en posesión de treinta pesetas, dos paquetes de galletas y un clásico ‘ninot’ (que eso era el secreto), más una botella de rico moscatel», relata el cronista de El Pueblo sobre el botín logrado por Riera. Cardona, por su parte, se embolsa cien pesetas y el reconocimiento de ser el primer ganador oficial de una etapa en la Vuelta Ciclista a Levante.

Llegada de la primera etapa © VCV

Había nacido la VCV – Volta a la Comunitat Valenciana. En las jornadas posteriores, Cardona ganaría dos de las tres etapas restantes, la última de nuevo al sprint en una abarrotada meta en La Alameda de València. Solo Nicolás Tubau pudo arrebatarle un triunfo en la tercera etapa entre Algemesí y Alicante. En la general final, victoria para el valenciano Salvador Cardona, segundo puesto para el oscense Valeriano Riera y tercer lugar para Juan Mateu, de Pla de Cabra, Tarragona como recuerda la web de la ronda valenciana,

El ganador final, Salvador Cardona © VCV

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