Evenepoel a la Vuelta España; Alaphilippe a por la Lieja

Evenepoel en meta © Deceuninck

Redacción / Ciclo 21

Remco Evenepoel se suma a Tadej Pogacar y participará en la Vuelta España en 2022. El talentoso corredor belga debutará en la ronda española, tal como ha confirmado en una rueda de prensa virtual desde Calpe, en España. Además de desvelar su presencia en la Vuelta, Evenepoel ha analizado el resto de su calendario de carreras para la presente temporada que está a punto de comenzar. Y lo hará totalmente renovado: «Realmente he evolucionado en las carreras de un día, tengo más fuerza en los esfuerzos de dos o tres minutos. Mis esprints y aceleraciones son realmente mejores hoy. Y con el descanso que pude tomar este invierno, creo que mi cuerpo se hizo más fuerte, más maduro, y logré recuperar los músculos que había perdido durante mi rehabilitación. Así que solo hay buenas señales para el próximo año», reconocía.

Sobre la planificación para la temporada 2022, Evenepoel ha trazado cuál será la ruta a seguir. «El objetivo es realmente tener mis picos de forma en los momentos más importantes. No quiero ser bueno todo el año teniendo picos quizás más bajos. Comenzaré en la Volta a la Comunitat Valenciana, seguido por la Volta al Algarve y Tirreno-Adriático, luego tendré una concentración en altitud, luego la Iztulia y las clásicas de las Ardenas, con un enfoque en Lieja-Bastogne-Lieja. Después de eso, me tomaré un breve descanso antes de apuntar a la Vuelta a España al final de la temporada. Este año tengo muchas ganas de hacer tantas carreras de una semana como sea posible, como el Tour de Suiza y la Vuelta a Burgos, para prepararme lo mejor posible para la Vuelta. Me gusta mucho mi programa, es un programa muy bueno con no demasiadas carreras, pero carreras de alta calidad que espero me ayuden lo más posible para la Vuelta».

«Estoy muy emocionado de correr la Vuelta porque, para ser sincero, es mi carrera favorita de la temporada. Normalmente el tiempo es bueno, el recorrido es siempre especial con etapas sorprendentes. Además, empieza cerca de mi casa– en Países Bajos-. En cuanto a cómo veía su año, fue notable que Evenepoel volviera rápidamente a su mantra de «ante todo, una temporada normal»: «Se trata simplemente de intentar rendir en las carreras a un nivel más alto. Me gustaría dar un paso hacia los verdaderos corredores de la general e intentar competir con ellos por las victorias. Y luego, sí, volver a ganar alguna contrarreloj también. Si puedo terminar la temporada con algunas buenas victorias y una buena Vuelta, entonces seré feliz».

En cualquier caso, Evenepoel dijo que no debería arrepentirse de cómo corrió en 2021. El belga no considera su debut en el Giro como una experiencia negativa: «El único periodo realmente malo que tuve fue la semana de los Juegos Olímpicos, en la que no rendí a mi nivel», argumentó Evenepoel, noveno en la contrarreloj y 49º en la carrera en ruta. «En realidad fue una sorpresa porque habíamos hecho un buen entrenamiento. Quizás deberíamos haberlo hecho más tarde para estar en buena forma en los Juegos Olímpicos, ese fue quizás el único gran error que cometimos».

«Sé que la segunda semana del Giro no fue mi mejor semana, pero sólo la dejamos con buenos pensamientos y buenas sensaciones porque estaba luchando por la maglia rosa. Tal vez eso sea lo único triste porque no me la llevé ni un día. Habría sido un sueño». Sus ocho victorias en un solo año, aunque ninguna de ellas haya sido a nivel WorldTour, no son una serie de resultados que se puedan despreciar, sobre todo porque vienen acompañadas de cinco podios en seis campeonatos diferentes. «Cambiaría todos los podios por un solo maillot de líder del Giro. Pero así es la vida, cuando te acercas, desearías haber subido un peldaño más y poder conseguir ese escalón del podio».

Por último, Remco quiso analizar su convivencia con Julian Alaphilippe en las clásicas de primavera, en las que serán compañeros en más de una ocasión. Tan solo se deshace en elogios hacia el corredor francés. «Es un sueño estar con Julián. Creo que somos dos tipos diferentes, pero con las mismas cualidades, así que para esas carreras, realmente puede ayudar al equipo a manejar la carrera de una manera diferente. Solo hay ventajas de competir con el campeón del mundo en carreras tan hermosas. Podríamos tener muchas tácticas diferentes para intentar ganar la carrera, pero en cualquier caso nos entendemos bien, somos buenos amigos, nos gusta correr juntos y para estas carreras especiales, podría dar fuego. Espero que ambos estemos en buena forma y ganemos tanto como sea posible en las Ardenas», finalizaba.

Alaphilippe, sin presión para 2022

Julian Alaphilippe sigue teniendo más ganas que nunca de ganar. Pero al mismo tiempo, el francés insiste en que pasó gran parte de 2021 aprendiendo a manejar el inmenso aumento de las expectativas de rendimiento que inevitablemente rodea a cualquier portador del codiciado maillot arco iris: «Lo que más aprendí como Campeón del Mundo en 2021 fue a disfrutar sin presionarme demasiado. Siempre quiero rendir, siempre quiero estar al 100%. No quiero decepcionar a mis compañeros, a mí mismo o a mis seguidores. Pero he aprendido que tengo que aceptar que, aunque sea campeón del mundo, no puedo ganar todas las carreras que quiero y que, cuando pierda, tengo que aprender de ello para el futuro».

Al mismo tiempo, el joven de 29 años reconoció que mantenerse motivado para ganar es una gran clave para el éxito futuro: «De lo contrario es un poco complicado continuar al más alto nivel. Así que siempre quiero mejorar y asumir nuevos retos como las clásicas flamencas. Eso es lo que me mantiene alerta«. Equilibrar el deseo de victorias con el reconocimiento de que no siempre es posible ganar sólo tiene sentido si se eliminan o archivan aquellos objetivos que no son realmente factibles.

De ahí que Alaphilippe borre Flandes de su programa por primera vez desde 2019 y se centre con más fuerza en las Ardenas. No es de extrañar, por tanto, que la Lieja-Bastogne-Lieja, el Monumento en el que ha sido dos veces segundo y en finales muy diferentes, ocupe un lugar destacado en su programa de 2022. «Va a ser el centro de la primera mitad de mi temporada. Es una de las carreras que mejor se adapta a mí y que nunca he ganado. Así que estoy muy motivado para ello. Me han gustado los dos finales» -el de subida en Ans y el más llano y tradicional en el centro de Lieja- «porque en cualquiera de los dos se necesita un final realmente fuerte».

Sin embargo, gane o pierda en Valonia en abril, la necesidad de Alaphilippe de gestionar las expectativas se pondrá probablemente a prueba en su país el próximo mes de julio. Por un lado, el quinto lugar de Alaphilippe en el Tour de Francia 2019 después de casi dos semanas de amarillo aún permanece fresco en la memoria de los aficionados locales y ganar al menos una etapa cada año desde 2018 ha ayudado a mantener su alto perfil en la gran vuelta francesa.

«Lo que podemos decir ahora es que no tenemos equipo para luchar por la general. Así que si puedo rendir bien lo intentaré, pero el objetivo principal es ganar una etapa con los velocistas y con el equipo como conjunto. Desde luego, no empezamos el Tour planeando luchar por el amarillo. ¿Significa eso que si estuviera en otro equipo, podría luchar por la general? No lo sé, puede ser que tenga que intentarlo en el futuro. Pero seguro que este año no. Es una pregunta que siempre me hace la gente, y me gustaría tener una respuesta bonita, pero al final soy sincero. No sé si puedo ganar el Tour«.

Sin embargo, reconoció también, con una sonrisa, que si algún día decidiera intentar ganar el maillot amarillo, no transmitiría el hecho. «Seguro que me gustan las sorpresas, y también si puedo hacerlo, sería una bonita forma de sorprenderme a mí mismo. Mantener la calma y ahorrar energía, calcular realmente tus esfuerzos, es una forma completamente diferente de correr y no sé si puedo hacerlo«. Mientras tanto, en cualquier caso, el acto de equilibrio entre el manejo de las expectativas y la consecución de nuevos éxitos continuará. Pero si Alaphilippe lo consigue tan bien como en 2021, nadie podrá quejarse.

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