Récord hora España: Santas supera su marca máster 60

TrackPiste / Ciclo 21

Justo un año y un día después de haber establecido el primer récord de la hora nacional en la categoría de master 60, Fernando Santas Laborda, padre del paraciclista navarro-aragonés Eduardo Santas, mejoraba el pasado viernes en el velódromo de Grenchen en casi 300 metros la marca que había establecido entonces en el Velodrom Illes Balears, 40,735 a 40,444 km.

Los Santas en Grenchen © TrackPiste

Por aquel entonces nos decía que no descartaba una futura tentativa. “Si tengo salud, me gustaría explorar otras pistas más rápidas, ya que Mallorca es un buen velódromo, pero no tiene la mejor madera y está al nivel del mal. Por ello no descarto volver a hacerlo otra vez, a los 65 años o a los 70, siempre que la salud acompañe”. Sin embargo, no tardó tanto tiempo en decidirse a afrontar esa nueva intentona.

“No sabemos estarnos quietos -nos dice sonriendo-. Tras batir el récord seguí entrenando y después de Navidad ya me lo planteé un poco más en serio. Como te decía, Mallorca es un buen velódromo, pero está a nivel del mar. Y no son las mejores condiciones. Le empecé a dar vueltas y descarté México, porque necesitas una adaptación que no sabía si a mi edad iba a ser fácil. Por ello me decidí por Grenchen, aunque Suiza no es nada barato”.

De esta forma, en marzo ya estuvo una semana. “Hablé con un ingeniero aerodinámico de Wattbike, y al final llegamos a la conclusión de que la clave debía estar en mejorar la aerodinámica. Me compré un manillar de Wattshop, y desde abril hasta julio estuve adaptándome a la nueva posición, con los brazos más juntos, los hombros más cerrados y con la cabeza mirando hacia el suelo. No fue fácil, porque tuve muchos dolores en los brazos, en el glúteo hasta que me adapté. Pero comprobé que podía ir más rápido”.

Un nuevo viaje en agosto le permitió hacer un nuevo test. “Mis vatios son los que son, pero con la postura vi que lo podía conseguir, que podía estar un par de décimas por debajo por vuelta. Así que ya me decidí y cerramos la fecha, para el 24 de noviembre”.

Aparte de ese cambio en la posición, la única modificación estuvo en el desarrollo. “En Palma usé un 56×14 y aquí salí con 64×16, que es casi la misma multiplicación, pero con menos fricción para la cadena. Fue Eduardo el que me lo dijo y eso sí, casi me quedo en la salida para intentar arrancar ese plato tan grande”.

Luego, la estrategia fue la misma que en Palma, “marcar un tiempo regular, en este caso de 21,0-21,2 por vuelta. Tenía el marcador encendido y podía ver que iba 30-35 segundos mejor, con una media de 41,2”. Sin embargo, llegó el momento de crisis. “Fue sobre el minuto 41, empecé a sentirme mal, y bajé a 22,8 por vuelta, a una media de 39. No me planteé en ningún momento abandonar, pero si sabía que me tocaba sufrir. Cambié un poco la posición, apreté los brazos y a mantener la ventaja”. Al final, esos 40,735, que a la gente le puede parecer casi la misma distancia, pero que no están nada mal. El año pasado con 62 hice 40,4, y con un año más no sólo me he mantenido, sino que me he superado a mi mismo, que era de lo que se trataba”.

Tras la invasión del lactato tras la prueba, la lógica alegría, compartida con Eduardo, que fue una vez más su gran apoyo, y todo el personal el velódromo. “Todo el mundo se portó muy bien y me felicitó porque saben que una hora no es nada fácil”.

De cara al futuro, no descarta un nuevo intento. “Pero ya será cuando esté en master 65 o más, y siempre que tenga salud y ningún problema físico. Y ya será de nuevo en Palma”.

Santas tras su éxito © TrackPiste

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