Richie Porte: “Podemos hacérselo pasar mal a Froome”

Porte_Denia_2015

Porte respondió a las preguntas de los periodistas

N. Van Looy F. Ferrari / Enviados especiales Denia Ciclo21

No cabe ninguna duda de que 2016 va a ser un año crucial en la carrera deportiva de Richie Porte. El australiano, eterno gregario de lujo y perenne plan B en el Sky cuando hablamos de grandes vueltas por etapas, aterriza en el BMC para compartir galones, en igualdad de condiciones, con Tejay van Garderen, sólo tres años más joven que él y que en este 2015 ha cerrado su concurso en las pruebas de tres semanas con sendos abandonos en el Tour de Francia –cuando marchaba tercero en la general– y en la Vuelta a España. Un bagaje malo a todas luces que Porte, tras su fiasco en el Giro –donde iba como jefe de filas del Sky– y su buen Tour –donde fue uno de los puntales de Chris Froome–, deberá de ayudar a remediar en 2016.

El del australiano por BMC ha sido, no cabe duda, uno de los fichajes más sonados del año y las expectativas en torno a su figura son tan grandes como las dudas que despierta su capacidad de poder con la presión y responsabilidad de llevar sobre sus hombros el peso de una estructura tan grande como el BMC en una carrera tan importante como el Tour. Él, dice sentirse preparado, aunque sus palabras y gestos rezuman prudencia a raudales.

-¿Cómo han sido estos primeros días junto a sus nuevos compañeros en el BMC?

-Cuando llevas tanto tiempo en un equipo como yo llevaba, oyes todo tipo de cosas, pero puedo decir que me he encontrado un gran grupo. Hay un gran ambiente y tengo la sensación de que esto es como una gran familia porque hay gente que lleva aquí muchísimo tiempo.

-¿Está notando muchas diferencias entre el trabajo que se realiza en una concentración por esta época del año en Sky respecto del que se hace en BMC?

-Para ser sincero, no solía hacer concentraciones con Sky a estas alturas del año porque solía estar en Australia. Creo que en esta concentración hemos hecho un trabajo muy interesante a pesar de que, como es evidente, no estoy en mi mejor momento de forma porque, con la luna de miel y esas cosas, he descansado algo más de lo habitual. Lo que sí he comprobado es que hay un plan de trabajo muy bien definido y que es una estructura que sabe muy bien de la importancia del trabajo científico. Creo que hoy en día todos los equipos profesionales saben de la importancia que tiene hacer un buen trabajo fuera de temporada.

-Si hablamos de acostumbrarse a la dinámica de su nuevo equipo, ¿qué es lo que más le ha costado durante estos días?

-¡Ponerle nombre a las caras! No soy muy bueno en esas cosas. A los corredores sí les conozco porque he corrido contra ellos, pero cuando se trata de los auxiliares, mecánicos, masajistas… eso es lo que más me ha costado. Saber quién es quién.

-¿Qué es lo que le terminó de convencer para abandonar el Sky por BMC?

-Mira, yo sabía perfectamente qué es lo que tenía en Sky y lo que el equipo esperaba de mí. Es un equipo estupendo y estaba feliz, pero ya estuve muy cerca de venir al BMC en dos ocasiones anteriores. Creo que, especialmente en la primera parte de la temporada, pude demostrar que si estoy en un buen estado de forma, puedo tener mis propias oportunidades y eso es algo que necesitaba tener. Evidentemente, ese es el motivo principal por el que estoy aquí: creo que formando tándem con Tejay podemos ser muy competitivos en el próximo Tour de Francia.

-Hace unos minutos, Jim Ochowitz nos contaba que uno de los grandes objetivos de este año es ganar el Tour de Francia. ¿Piensa que, quizás, sea un objetivo demasiado ambicioso?

-Tienes que tener grandes ambiciones. ¡Fíjate lo que pasó en 2011 con Cadel Evans! Es una carrera complicada. Nunca sabes qué es lo que puede pasar en esas tres semanas. Es muy bonito estar en un equipo en el que realmente creen en los corredores que tienen.

-Pero, entiende que las dudas alrededor de sus capacidades para conseguirlo son grandes.

-Sí. Voy a cumplir 31 años y ese es uno de los motivos que me trajeron a BMC. No quería retirarme sin saber qué pasaría si fuese a esa carrera para liderar a un equipo. Aquí voy a tener esa oportunidad compartiendo la jefatura de filas con Tejay. Ahora veremos qué ocurre.

-¿Está ansioso por medirse a Froome en julio?

-¡Sí, claro! Es evidente que Chris es el hombre que ahora mismo marca el nivel en esa carrera. El gran hombre a batir. Sé muy bien de lo que es capaz, pero no debemos de olvidarnos de Quintana y Contador. Creo que en ese sentido es muy bueno para Tejay tenerme en el equipo, igual que para mí es muy bueno tenerle a él. De esta forma, no será sólo uno de nosotros el que tenga que cargar con toda la presión.

-¿Este es un paso adelante en su carrera respecto a Sky?

-Por supuesto que sí. No puedes aspirar a ser el líder en Sky con Froomey haciendo lo que hace. Además, es un corredor británico y el equipo también lo es. Eso siempre limita, de alguna manera, lo que tú puedes hacer. No quiero decir con esto que no me dieran oportunidades. En ese sentido, se portaron de manera fantástica conmigo.

-¿Se trae algún secreto de la manera de funcionar de Sky o de Froome que pueda servir para ponerle en aprietos en el Tour?

-Froome ha tenido días malos en el Tour de Francia. Eso es evidente. El año pasado, en los Alpes, estaba realmente enfermo, pero incluso con eso fue capaz de ganar. No hay mucho que puedas saber que le vaya a hacer más débil. Es batible, claro, pero también creo que Geraint Thomas va a dar un paso en su desarrollo y podrá estar con él en la montaña. No sólo seremos Tejay y yo los que busquemos derrotarle. También estarán Alberto y Nairo. Si todos nos unimos para atacarle, quizá se lo hagamos pasar un poco mal, pero esto es ciclismo profesional y esos entendimientos nunca suceden.

-¿Si Froome y Sky tienen el ‘Tour perfecto’, cree que son batibles?

-¿Por qué no? Creo que nadie puede tener un Tour perfecto durante tres semanas. Pueden pasar muchísimas cosas.

-¿Es complicado, cuando su gran objetivo es una carrera como el Tour, motivarse para ser competitivo en objetivos más pequeños?

-Creo que no podrías ni deberías denominarte un profesional si no te motivasen carreras como Romandía, País Vasco, Dow Under… Son carreras muy bonitas e importantes. Todo el mundo se centra y se motiva con ganar una gran vuelta o conseguir un podio allí, pero eso nunca significa que no tengamos respeto por carreras como la París-Niza o Catalunya. Si cuando me retire esas son las únicas pruebas que haya conseguido ganar, creo que podré decir que tuve una magnífica carrera como profesional.

-‘Richie Porte siempre tiene un mal día en las grandes vueltas’. Ese es un mantra que parece que siempre acabemos repitiendo. ¿Cómo afronta usted esta cuestión?

-Creo que es muy fácil sentarse y ver por la televisión las últimas cuatro horas de una etapa y no ver lo que ocurre a nivel táctico desde el inicio. Salvo el pasado Giro de Italia, nunca fui a una gran vuelta como jefe de filas del Sky desde el inicio. Hace dos años tuve que tomar esa responsabilidad en el Tour un día en el que, básicamente, el pelotón estaba dándose de hostias. Sí, he tenido malos días, pero creo que todos lo hemos tenido en algún momento. Creo que Cadel Evans lo expresó muy bien cuando dijo aquello de que “todo lo que quiero es ir a una gran vuelta y que nada vaya mal durante tres semanas”.

-La última carrera que terminó fue el Tour de Francia. Ha estado, por lo tanto, mucho tiempo parado. ¿Su preparación para 2016 ha sido diferente a otras temporadas debido a esa circunstancia?

-No porque el motivo de no haber corrido después fue una lesión. La tuve durante toda la temporada y, aún con eso, fui capaz de ganar carreras, pero llegó el momento de tratarla y recuperarme. Creo que hemos trabajado muy bien en ese sentido. BMC ha trasladado a un fisioterapeuta hasta Mónaco para tratarme todos los días con él y también aquí, en la concentración, he seguido con ese trabajo. Ahora me toca a mí darle continuidad, sobre la bicicleta, a todo ese trabajo que hemos hecho alejados de ella. Poder subirme a la bicicleta y poder correr sintiendo únicamente el dolor que produce la propia competición, será una victoria mental muy grande para mí.

-¿Hay algún otro objetivo en su horizonte aparte del Tour?

-¡Crucemos los dedos para poder estar en los Juegos de Río! He oído que es una carrera apta para escaladores.

-¿Va a ir a reconocer el circuito?

-Es un poco tarde para eso. A mí me paga BMC para correr para ellos y no creo que tenga mucho tiempo durante la temporada para poder ir a verlo. Si me seleccionan por Australia, sí que iré con tiempo suficiente para ver bien el circuito antes de la carrera. Froome ha ido a verlo y he hablado con él. Me ha dicho: “¡oh!, es perfecto para ti”.

-Este año ha tenido una mala experiencia cuando lideró al Sky en el Giro de Italia. ¿Aprende usted más de los fracasos o de los triunfos?

-Es evidente que la mejor manera de llegar a un Tour de Francia es habiendo ganado carreras antes, pero también es bueno conocer el lado negativo del ciclismo. Pero siempre hay que fijarse en las cosas positivas.

-Cadel Evans es un ídolo en Australia y corrió sus últimos años en BMC. ¿Siente presión en su país por el hecho de que puedan esperar de usted que sea el próximo Cadel?

-Habrá que verlo. Es evidente que BMC tiene una gran afición detrás en Australia por el legado de Cadel. En el Tour Down Under verás más equipaciones de BMC en las cunetas que de cualquier otro equipo. Creo que es, de alguna manera, el equipo de adopción del aficionado australiano después del Orica. Cadel es una leyenda allí, así que para mí es muy bonito venir aquí y tomar su relevo junto a gente como Rohan Dennis.

-¿Tiene usted mucha relación con Evans?

-Sí. Tengo un gran recuerdo de él en el Giro de Italia de 2010, que fue cuando por primera vez me dejé ver. Era Evans el que siempre estaba conmigo y, de alguna manera, me cuidaba. Nunca he tenido una discusión con él en la carretera, lo que es muy extraño en el ciclismo profesional.

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