Roma’60: Los primeros pistards olímpicos españoles

Errandonea, Torrella, Martorell y Mora antes de Roma’60 © COE

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Cuando faltan poco menos de 200 días para el inicio de las pruebas de pista de Tokio 2020, es un buen momento para recordar a los primeros pistards españoles presentes en unos Juegos Olímpicos, cuya historia relata ese gran periodista, y buen amigo, que es Fernando Fernández en Olímpicamente. Baleares en los Juegos’, ya que se dio la circunstancia de que tres de los cuatro corredores que participaron en Roma 1960 eran mallorquinesFrancesc Tortellá (Sineu, 2 de septiembre de 197), Miquel Martorell (Lloseta, 24 de noviembre de 1937) y Miquel Mora, el único fallecido (Ses Salines, 11 de septiembre de 1936; Andratx, 5 de mayo de 2012). Completaba el grupo el vasco José María Errandonea (Irún, 12 de diciembre de 1940), el más conocido de todos ellos por sus éxitos posteriores en carretera, y que también vivió algún tiempo en la isla, aparte de las semanas que pasó antes de los Juegos para entrenar con sus compañeros.

Es cierto que hay dos precedentes. Por un lado, la curiosa historia de Fernand Sanz, el hijo ilegítimo de Alfonso XII, aunque con nacionalidad francesa, que ganó una medalla en París 1900 en la prueba de sprint 2.000 metros; por otro, la atípica actuación de José María Yermo, un futbolista que se apuntó también a la velocidad, sin mayor trascendencia y que también competía en atletismo, aunque no en Amsterdam’28. Dadas estas circunstancias, podemos considerar a ese grupo como los primeros verdaderos ciclistas de pista en unos Juegos.

También hay otra anécdota sobre aquella participación, y es que en el listado del COE aparece un quinto velocista, también balear, Pedro Gayá, como inscrito en el kilómetro, aunque su estela se pierde en algún momento, ya que no figura en las clasificaciones oficiales. En este caso, no es el libro sino un ‘recorte’ en Internet, de un medio balear pero en lengua alemana, del Mallorca Zwitung, el que nos devela el misterio, ya que recoge una reunión que mantuvieron en 2018 –casi 60 años después de su participación- los tres supervivientes, el hermano de Mora, Biel, y el mismo Gaya, que cuenta que fue el propio Delegado Nacional de Deportes –organismo que entonces englobaba al COE-, José Antonio Elola-Olaso, quien le impidió subir al avión que les llevaba a Roma, al habérsele descubierto un defecto cardiaco en un examen médico realizado pocos días antes. «Me sorprendió mucho en ese momento porque nunca me había sentido tan bien como en ese momento».

Las competiciones se iniciaron el 26 de agosto, con el torneo de velocidad, donde intervinieron Tortella y Errandonea. El balear se veía superado en su primer enfrentamiento, ante el soviético Boris Vassiliev, que en la década de los noventa llegaría a España para trabajar primero como ayudante y luego como seleccionador nacional, cuando la selección estaba radicada muchos meses en Palma. En la repesca tampoco tenía suerte, cayendo ante el neerlandés Piet Van der Touw y quedando ya definitivamente eliminado, clasificado en el puesto 28. La suerte del irundarra fue muy similar, siendo el italiano Valentino Gasparella, en primera ronda, y el belga Gilbert De Rieck, sus verdugos, para terminar 24º.

Homenaje en el COE en 2010.

Un día más tarde tenía lugar la persecución por equipos, en una serie contra Estados Unidos, que estuvo marcada por una caída de Mora en un relevo –según se cuenta en dicho medio-, lo que obligó a tener que tomar una nueva salida, en solitario, en la que el rendimiento de la cuarteta fue peor de lo esperando, finalizando en 4:44.87, lo que le suponía no poder acceder a cuartos y ser clasificados en 12º lugar, algo que no termino de entender muy bien ya que su tiempo fue el noveno, según dichos registros.

Hubo otras dos pruebas de pista más en el programa, la velocidad tándem –en la que Vassiliev fue bronce- y el kilómetro, que, como la velocidad, se llevaba el italiano Sante Giardoni. En ninguna de ellas compitieron los españoles.

Ninguno de ellos volvió a aparecer en unos Juegos Olímpicos. De hecho, no hubo participación española en Tokio’64 y en los siguientes fue testimonial: un sólo pistard en México’68 y dos en Munich’72… para desaparecer la disciplina hasta Seúl’88, en los prolegómenos de Barcelona’92 cuando había que apostar por todas las modalidades deportivas en los Juegos ‘de casa’.

Y en carretera, su suerte fue muy dispar. Sin dejar la pista, Tortellá fue profesional desde 1962 hasta 1967, en equipos como el Faema ganando incluso una etapa en Vuelta a Andalucía; Martorell y Mora competirían algunos años como independientes, principalmente en su tierra, en las dos disciplinas. Fue Errandonea, al que se le vio menos en los velódromos, quien lograría los mayores éxitos, 14 triunfos como profesional hasta 1970, principalmente con los colores del Fagor, con quien lograría tres etapas en la Vuelta a España, el triunfo absoluto en la Bicicleta Eibarresa y vestir de amarillo dos días en el Tour de Francia tras ganar el prólogo de la edición de 1967, frustrando los sueños y aspiraciones de Raymond Poulidor.

Y como viene haciendo el COE, en 2010 reunió a buena parte del grupo de olímpicos de Roma para rendirles un homenaje, con la presencia de la Reina Sofía, aunque no he podido encontrar una foto solo con estos pioneros de la pista olímpica.

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