Soto: “Soy valiente y no lo perderé en profesionales”

Antonio Soto (i), con la medalla de plata en el Nacional de fondo / © Photo Gómez Sport

Román Mendoza / Ciclo21

Ganador de la Copa de España, y mejor ciclista del ranking élite no profesional de la RFEC –incomprensiblemente no hay una clasificación conjunta para todos los aficionados pese a correr juntos-, Antonio Soto parecía ser uno de los ciclistas españoles que iban a dar seguro el salto y el propio corredor murciano así lo manifestaba en mayo, cuando ganó el circuito nacional.

Sin embargo, no ha sido hasta hace un par de semanas cuando se ha anunciado su fichaje por la Fundación Euskadi, “Al ganar la Copa de España me dijo Burgos que contaban conmigo y por eso estaba bastante convencido. Pero al final no salió, aunque sabía que había otras opciones más. Una de ellas era la de la Fundación Euskadi, cuyo proyecto me convenía bastante. Y además me llamó personalmente Mikel Landa y eso me terminó de decidir”, cuenta Soto sobre el que será su equipo con el que debutará en profesionales, con 24 años casi recién cumplidos –nació un 24 de diciembre-.

Lo que está claro es que la temporada de Soto ha sido redonda. Ganador de la Copa de España, sin bajar en ninguna prueba del séptimo puesto, segundo en la Vuelta a Navarra, tercero en Salamanca y Segovia y podio en las dos pruebas élite del Campeonato de España de Castellón: segundo en línea y tercero contrarreloj.

En el podio final de la Copa de España. © Román Mendoza

“Ganar la Copa de España me dio bastante confianza, me convenció del trabajo realizado en el invierno. Sobre todo, he madurado mucho en el aspecto psicológico, teniendo muy claros los objetivos, sabiendo cuando entrenar y cuando descansar. Pero sobre todo sin obsesionarme en ser profesional, disfrutando de la bicicleta. Y precisamente esa relajación ha sido la que me ha permitido dar lo mejor y llegar a profesionales”, explica el ciclista que, curiosamente, en la nota oficial de su fichaje decía que “ahora soy un ciclista más sólido y constante, sin tonterías ni dudas”.

Por ello es obligado preguntarle sobre esas “tonterías”. “Sobre todo en no cuidarme Tenía dos semanas buenas, pero luego me relajaba y volvía a recaer. Sobre todo, en temas de alimentación y entrenamiento”. Y es curioso porque militó un año en Aldro Team, donde Manolo Saiz es muy estricto en estos temas. “Llevaba mucha razón –reconoce a posteriori- y cuando estaba con él me portaba como un crío, de llevarle la contraria por sistema. Pero Manolo tampoco tenía las mejores formas para transmitírselo al corredor. Ahora sí lo he comprendido y hasta tengo un nutricionista”. Sobre su director en estos dos últimos años, en Lizarte, Juanjo Oroz, reconoce que “ha sido otro factor clave, porque es un director que vive el ciclismo hasta en su casa. Para mí ha sido como un hermano mayor, la persona que me llamaba cada tres días, en los momentos difíciles, pero también en los de alegría y sabiéndome tranquilizar en todo momento”. Igualmente tiene palabras de agradecimiento para sus compañeros de equipo, “porque han estado a mi lado en los momentos decisivos, a salvo de cualquier infortunio”.

Pero la temporada 2018 ya es pasado, puesto que lleva casi un mes entrenando. “En enero nos informarán más sobre el calendario, pero ya me han dicho que quieren que esté bien de forma al inicio del año, por lo que estoy apretando bastante”. Y no deja de ser curiosa su posición en el equipo ya que, pese a ser debutante, quieren que aporte su experiencia. “En esta primera temporada han visto que tienen un plantel muy joven y que les faltaba algún corredor más maduro. Espero poder adaptarme lo más rápidamente posible y aportar lo que quieren de mí. La actuación que tuve este año en los Campeonatos de España me hace ser optimista y que, con trabajo, no desentonaré. Me considero un ciclista 4 x 4, solvente en todos los terrenos y que lee bien la carrera- Pero, sobre todo, creo que soy un ciclista valiente y esa cualidad seguro que no la pierdo en profesionales”.

Para este primer año no se marca ningún objetivo concreto. “Adaptarme a la categoría, que no es fácil, aunque sería bonito algún puesto relevante. Lo difícil es que te llegue la oportunidad, por lo que ahora trabajaré para mantenerme. Sé que llevo una buena progresión, que voy madurando y confío en poder ratificarlo la próxima temporada”, termina Soto, que, aparte de la alegría de su salto a profesional este 2018 le ha traído otra, la de su reciente paternidad.

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