Stybar: «Me cambié a la ruta para ganar la Vuelta a Flandes»

El entrenamiento del Omega junto a Boonen

El entrenamiento del Omega en Flandes con Stybar en el centro, Boonen a la izquierda y Keisse a la derecha © photopress.be

Nicolás Van Looy / Ciclo 21

Tras debutar el pasado día 11 de noviembre con un 45º puesto en el Trofeo Serra Tramuntana de la Challenge de Mallorca, el flamante campeón del mundo de cyclo-cross en Hoogerheide (Holanda) ha viajado a Omán para seguir con su preparación de cara a una temporada de ruta en la que su máximo objetivo será el de seguir cogiendo experiencia en un terreno en el que ya ha demostrado que puede hacer grandes cosas, aunque sabiendo que tras su espectacular papel en la pasada edición de la París-Roubaix muchos serán los ojos que se depositen sobre él esperando que pelee por la victoria en las grandes clásicas adoquinadas.

El corredor checo no es un tipo que se arrugue fácilmente ante los grandes retos. Tampoco es de los que gustan dar evasivas respuestas cuando se le pregunta por sus grandes aspiraciones. Pero el de Omega Pharma-Quick Step sabe dónde está: la corte de Tom Boonen. Styby es muy consciente que con 28 años tiene todavía mucho ciclismo en las piernas y entiende que su equipo lo fíe todo a la carta de ‘Tornado Tom’ en las pruebas de primavera que, sin embargo, mejor le vienen a él también. El pasado año las circunstancias le obligaron a echarse el peso de la escuadra a sus espaldas y la apuesta salió bien, pero eso no quiere decir que los galones de Boonen se hayan transferido a sus hombros. Un ascenso en el escalafón sí se ganó, pero no el derecho –todavía– a comandar el más potente ejército para este tipo de carreras que en el pelotón existe.

Enfrascado ahora en seguir poniendo sus piernas a punto en el caluroso Omán, el calendario de Stybar le llevará a tomar parte en el Het Nieuwsblad y la Kuurne-Bruselas-Kuurne (como participaciones ya confirmadas) antes de enfrentarse a la Vuelta a Flandes, su gran obsesión.

El pasado año Styby acabó 36º en Flandes tras, además de Omán, pasar por el Het Nieuwsblad (92º), Tirreno-Adriático (donde su equipo ganó la crono colectiva del primer día), Milán-Sanremo (66º), E3 Harelbeke (40º) y Gante-Wevelgem (57º) en la que fue su primera temporada primaveral tras pasarse del ciclocross a la ruta de manera definitiva. Este año, con unos cuantos kilómetros más de experiencia en las piernas, siendo una de las ruedas a vigilar y con un palmarés que ya muestra alguna victoria de primer nivel como la séptima etapa de la Vuelta a España, es una de las grandes incógnitas que deberá de resolver la primavera.

Hace pocas fechas hablábamos aquí de un Lars Boom que, tras dar el salto desde el ciclocross y convertirse en el gran mirlo blanco del ciclismo holandés, parece haberse estancado en su progresión y afronta una temporada decisiva. Para Styby no se trata de la misma situación, pero la afición belga, que le ha adoptado como propio –no en vano su flamenco es perfecto y su pasado como ciclocrossman le ha obligado a residir en Bélgica– es muy impaciente y no le va a perdonar fácilmente un bajón o un error.

Stybar, con Peter Velits, en Omán © tdwsport

Stybar, con Peter Velits, en Omán © tdwsport

Lo que está claro es que su hábitat natural en la ruta son los adoquines. El propio corredor reconoce que desde que dio el salto desde el cyclo-cross, “todas las carreras que he ganado o en las que he ido bien han tenido el elemento común del adoquín. Incluso en la etapa que gané en la Vuelta había un kilómetro de pavé. No sé porqué soy tan competitivo en este terreno, quizá sea una cuestión de instinto”.

El pasado año, como todos recordamos, su momento de máxima gloria estuvo a punto de vivirlo en la París-Roubaix, pero la mala suerte personificada en un aficionado que estuvo a punto de tirarle al suelo, pero el checo no pudo evitar, tras salírsele el pie de la cala, que ‘Espartaco’ Cancellara comenzara a ganar metros y, de esa manera, se desvanecieran sus opciones de triunfo.

Pese a ello, Stybar es un enamorado del ‘otro’ Monumento adoquinado: la Vuelta a Flandes. Hace algunas semanas estuvo junto a Tom Boonen y otros compañeros de equipo reconociendo parte del recorrido de ‘De Ronde’. Tras esa jornada aseguraba que “siempre es mejor hacer esto lo antes posible. Además, los inicios de temporada siempre son semanas de mucho trabajo y después de este reconocimiento vuelvo a Mallorca para seguir con los entrenamientos y comenzar la temporada”.

Más recientemente, Styby ha reconocido que “ganar algún día la Vuelta a Flandes es mi gran sueño. Por eso decidí dar el salto del ciclocross a la ruta”. Preguntado si realmente es posible que le veamos en lo más alto del podio de Flandes, el checo sonríe y dice que “debo de creer en ello. ¿Este mismo año? Es muy difícil responder a eso. Todavía tenemos que empezar la temporada en serio y es muy pronto para pensar en ello”.

Lo que está claro es que ambición no le falta y capacidad tampoco. Ahora, lo importante será comprobar cómo es capaz de comportarse en su segunda temporada entre los mejores clasicómanos y, más importante, en su primer año como uno de los grandes nombres de la primavera, en la que no contará con la ‘ventaja’ que suponía no ser uno de los nombres que aparecen en todas las apuestas y, por lo tanto, un hombre menos vigilado por sus rivales.

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