Superprestigio CX: Van Aert, de nuevo ayudado por las averías

Van Aert se impuso en un embarrado circuito de Gavere / © Belga

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Nicolás Van Looy / Ciclo21

Dos cosas llamaban poderosamente la atención esta tarde en Gavere: el barro y el frío. Tras algo más de dos meses en los que la nota predominante ha sido el buen tiempo y los circuitos rápidos, las lluvias caídas en la región durante los últimos días y una más que evidente bajada de las temperaturas nos han regalado el primer fin de semana de, como se suele decir en el mundillo, tiempo de cross.

Y con este panorama arrancaba una prueba elite masculina en la que dos hombres, como siempre, centraban todas las miradas y atenciones. Por un lado, estaba un Mathieu van der Poel (Beobank-Corendon) que estrenaba el maillot de campeón de Europa conseguido el pasado fin de semana en Tábor y, por otro, un Wout Van Aert (Crelan-Charles) que, ausentarse del europeo para concentrarse en Italia, tenía que demostrar que sus entrenamientos habían dado sus frutos.

El holandés y el belga no decepcionaron y ya en la primera vuelta se separaron del resto de sus rivales, entre los que sólo Michael Boros (Pauwels Sauzen-Vastgoedservice) parecía tener las agallas, por no utilizar la expresión exacta de Roland Liboton, de intentar seguir a los dos mejores. Los dos rodaron juntos y llegó a dar la sensación de que Van Aert podría, por fin, haber encontrado el golpe de pedal deseado para dejar atrás a su rival y marcharse en solitario a por el triunfo.

Van der Poel estrenó su maillot de campeón de Europa / © Belga

Sin embargo, Van der Poel no quiso dar muchas esperanzas al campeón del mundo y ya en la segunda vuelta, aprovechando un pequeño error de Van Aert, protagonizó uno de sus ya famosos cambios de ritmo dejando atrás a un Van Aert que, de nuevo, veía impotente cómo sus piernas no podían producir los vatios suficientes como para mantenerse cerca del líder de la general.

Al paso por la línea de meta Van der Poel había construido un hueco de casi 20 segundos respecto a un Van Aert que veía como la figura de Toon Aerts (Telenet-Fidea Lions) le perseguía, amenazante, desde la distancia. Precisamente, el ex campeón de Europa –y ganador ayer en Niel– no tuvo muchos problemas para, ya en la tercera vuelta al durísimo trazado de Gavere, dar caza y dejar atrás a su compatriota.

Por momentos pareció que el de Telenet-Fidea Lions iba a conseguir acercarse lo suficiente a Van der Poel como para poner en entredicho su nuevo monólogo. La figura del campeón del mundo se iba haciendo cada vez más pequeña por detrás mientras que la silueta del líder de la prueba se agrandaba cada vez más según los metros entre uno y otro se iban reduciendo.

Sin embargo, la fortuna le fue esquiva hoy a Aerts en Gavere. El pupilo de Sven Nys sufrió dos pinchazos casi consecutivos que acabaron no sólo con cualquier opción de dar caza a Van der Poel sino también con sus opciones de mantenerse lejos de un Van Aert que no tuvo piedad de su compatriota al llegar a su altura y volvió a colocarse en segunda posición.

El momento clave de la carrera / © Play Sports

Una vez más (re)comenzaba una prueba en la que Van Aert se tenía que limitar a presionar a Van der Poel desde la distancia. Con el belga siempre alrededor del medio minuto, el holandés sabía que no podía bajar mucho la guardia si quería mantenerse en esa posición privilegiada, algo que en circuitos secos y rápidos es mucho más sencillo que en trazados tan embarrados y complicados como el de hoy, donde un pequeño despiste puede suponer en problema enorme.

El desgaste del material, especialmente el cambio, es también brutal y puede jugar un papel fundamental en el desenlace de este tipo de carreras y eso fue, precisamente, lo que sucedió en la última vuelta. Van der Poel pinchó y eso dio alas al campeón del mundo. Sin embargo, esa avería no parecía que fuese a ser suficiente como para impedir el triunfo de Van der Poel que, para sorpresa de todos, se quedó parado en mitad del circuito cuando sólo quedaba media vuelta para el final. El holandés había roto el cambio en el peor sitio posible: recién pasado el box y muy lejos de meta.

El campeón de Europa, que recibió la ayuda de un asistente, no consiguió arreglar la avería a tiempo y Van Aert le pasó como un misil. Cuando ya consiguió ponerse en marcha de nuevo era evidente que el cambio no funcionaba ya que, para pasar ciertas zonas, Van der Poel no podía más que echarse la bicicleta al hombro y correr pensando en perder la menor cantidad posible de puntos en la general.

El drama se hizo mayúsculo cuando, rodando ya en tercera posición después de que le hubiese adelantado Toon Aerts, también llegó a su altura Klaas Vantornout (Marlux-Napoleon Games). Por fortuna para el holandés, esto sucedió ya en la parte final y, aunque con un desarrollo atroz, pudo volver a montarse en su bicicleta y defender exitosamente una, visto lo visto, más que meritoria tercera posición.

Van Loy hace olvidar a las favoritas

Ellen Van Loy fue la mejor en la prueba femenina / © Superprestige

Lloraba, inconsolable, Maud Kaptheijns (Crelan-Charles) en la línea de meta de Gavere. La holandesa, que –sin llegar a los límites de su compatriota Van der Poel– ha venido dominando el panorama crossista desde que arrancó la temporada, avisaba ya hace tres semanas que comenzaba a sentir los primeros síntomas de cansancio y que quizás sería buena idea tomar un pequeño respiro para tener opciones en el Campeonato de Europa, desapareció de la ecuación en la prueba de Tábor y hoy, por fin, ha tenido que hincar literal y metafóricamente la rodilla. El dolor en esa articulación era, al terminar la prueba, casi tan intensos como el del alma y Kaptheijns lloraba al reconocer que, ahora sí, no quedaba más remedio que hacer un alto en el camino. Parar para no empeorar las cosas. El alcance real del problema lo conoceremos, en cualquier caso, en los próximos días.

Sin la holandesa en la pelea, era un buen día para que Sanne Cant, flamante campeona de Europa, asaltase el liderato del Superprestigio, pero la belga tampoco tuvo su día y se vio lejos de la lucha por el triunfo. En su lugar, fueron Ellen Van Loy y Nikki Brammeier las que se enzarzaron en un combate que no se dilucidó hasta la mismísima recta de meta en un sprint en el que la veteranísima corredora de Telenet-Fidea se llevó el triunfo.

Un sprint, por cierto, en el que un error de Brammeier cometido a mitad del último giro al circuito pudo ser fundamental. La británica se fue al suelo justo en el momento en el que parecía que estaba pudiendo abrir hueco con la belga. Brammeier se recuperó rápido, pero fue suficiente para que Van Loy se aproximara a su rueda y aguantara ahí hasta la última curva, donde lanzó su ataque para entrar por delante en el asfalto de la meta y acelerar hasta el triunfo.

Pidcock, puro talento

Nadie pudo con Pidcock / © Superprestige

Nada puede pararle. Si el circuito es rápido, es el mejor. Si el circuito es de arena, es el mejor. Si el circuito está congelado, es el mejor. Y si el circuito, como hoy, está completamente embarrado, adivinen… efectivamente: es el mejor. Tom Pidcock, el chaval para el que ya hemos gastado –y no hemos llegado a mitad de temporada– todos los adjetivos superlativos posibles, se ha llevado hoy el triunfo en Gavere tras una carrera en la que, sencillamente, ha sido el mejor. Se puede decir lo mismo usando más palabras, claro, pero sólo servirían para llenar un trozo más de folio sin ofrecer ninguna información nueva.

En la primera vuelta fueron los de siempre, verbigracia, Sieben Wouters, Yannick Peeters y Adam Toupalik los que, junto al británico de Telenet-Fidea, se destacaron del resto de rivales. Esto, por ponerlo en perspectiva y entender mejor lo que significa lo que está consiguiendo este año Pidcock, supone que junto al debutante en la categoría sólo rodaban en cabeza corredores que ya completan su cuarta temporada como Sub23.

Wouters y Pidcock vieron como sus dos compañeros de fuga hincaron la rodilla y se quedaban atrás, dejándoles a ellos el protagonismo de la prueba. Fue en el ecuador de la carrera cuando Pidcock consiguió, por fin, doblegar a su rival y marcharse en solitario por delante. Desde entonces nada cambiaría y el pupilo de Sven Nys se llevaría un nuevo triunfo con Wouters conformándose con la segunda plaza. Thijs Aerts, que había conseguido remontar hasta la altura de Peeters, se llevó el sprint por la tercera posición.

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE MASCULINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE FEMENINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA SUB 23

CLASIFICACIÓN PRUEBA JÚNIOR