Quintana: «Llego al Tour más fresco. El objetivo es ganar»

Nairo Quintana sólo se fija un objetivo: el triunfo / © Movistar

Nairo Quintana parte como la punta de lanza del tridente de Movistar. El más brillante, al menos a priori, de los tres astros que los telefónicos alinearán en el Grand Départ para que sea la carretera quien, como no se han cansado de repetir, ponga a cada cual en su sitio. El Tour será, como ya todos sabemos, la primera vez que coincidan Quintana, Landa y Valverde en carrera y, por supuesto, será el gran test para los dos primeros en esa batalla por convertirse en la gran referencia del equipo azul para el futuro inmediato.



Quintana reconoce que este 2018 «ha sido un año un poco diferente para mi, más tranquilo. Hemos estado a buen nivel en las cuatro vueltas en las que he estado. Segundo en Colombia y Catalunya, que ganamos con Alejandro; quinto en País Vasco, en la que también subimos al podio con Mikel y tercero en Suiza con una victoria de etapa. Hemos ido un poco más relajado, a veces ayudando a los compañeros y cogiendo poco a poco la forma de cara al gran objetivo». Una afirmación que, al menos si se compara esta campaña con la de 2017, cuando hizo el doblete Giro-Tour (con una semana menos de descanso entre ambas carreras), no puede ser discutida.

En cuanto al camino que le ha llevado hasta esta semana de espera para iniciar una nueva Grande Boucle, Quintana explica que «después de País Vasco me marché hacia Colombia para entrenar en altitud, como hago siempre para preparar las grandes«. Naironman permaneció en su tierra «hasta mi regreso a Europa para la Vuelta a Suiza» y en ese tiempo «he hecho muchas horas de entrenamiento, simulando algunas etapas del Tour… Hemos enfocado este año mucho la preparación a los puertos y también nos hemos centrado en ser más precisos en la contrarreloj». Con todo, el de Boyacá no puede olvidar lo sucedido hace doce meses y concede que «el objetivo principal era llegar más fresco este año al Tour; otras temporadas habíamos hecho más competiciones disputando a tope. Este año hemos estado a un gran nivel también, pero más relajados en algunos días de competición, horas de viajes… y eso ha hecho que llegue más fresco y motivado».

Con todo ese trabajo y las buenas sensaciones que tiene, Quintana es categórico al afirmar que «el objetivo es ganar el Tour. Es la carrera que nos falta, con la que siempre hemos soñado» y para ello cuenta con «un gran equipo. Esperamos salvar los primeros días y trabajar juntos como siempre hemos hecho y poder derrotar a los rivales». Unos oponentes entre los que el colombiano considera que «Froome y el Sky son los rivales número uno, está claro. Luego hay otros que pueden tener bastantes opciones, sobre todo dependiendo de lo que pase en el adoquín. A Nibali ya le hemos visto ganar un Tour sacando provecho de sus condiciones en ese tipo de etapas. Luego hay un perfil de favoritos muy similar, mejores o peores en algunas cosas, pero gente como Porte, Bardet… veremos si Roglic en qué estado llega y si confirma lo que ha hecho este año. Ellos y algunos otros se irán sumando o cayendo de la lista de candidatos».

En cuanto a ese Movistar que viaja a Francia con la vitola de ser el más potente ocho que el conjunto telefónico ha presentado en muchos años, Quintana explica que «tenemos un equipo con corredores de todos los perfiles. Seguramente es el mejor equipo que he tenido para una grande» y, consciente del morbo que su guerra fría con Landa genera entre gran parte de la afición, recuerda que «tenemos que estar unidos y trabajar juntos y así seremos el equipo perfecto. Por lo demás, Mikel, Alejandro y yo ya hemos estado en diferentes carreras compartiendo el liderato. Nos ha ido bien, hemos tenido buen feeling y no hay ningún problema. A medida que la carrera vaya avanzando, seguramente se aclarará el panorama. Vamos a ver cómo salimos tras la etapa del adoquín y si todos hemos librado esos primeros días, lo que sería fenomenal. Nosotros somos tres y tenemos que sacarle el máximo provecho a esa ventaja que tenemos«. En ese mismo sentido, y yendo ya al detalle, Quintana habla sobre sus compañeros en este Tour de Francia diciendo que «Imanol Erviti sabe estar muy atento en días clave y es muy polivalente. Para nosotros resulta muy, muy valioso, sobre todo en el llano. Bennati es un muy buen conocedor de la carrera y con mucha experiencia en ese tipo de etapas complicadas como las de los abanicos o la del pavé, muy hábil a la hora de situarse y llevarnos en buena ubicación. José Joaquín Rojas también sabe moverse genial en ese tipo de etapas, y con su puntito más explosivo, como sprinter que ha sido, y su experiencia nos ayuda muchísimo. Luego tenemos hombres de fuerza, como Andrey Amador y Marc Soler, que ruedan bien en el llano y en subida. De Valverde valoro su gran experiencia, que da mucha tranquilidad, y el enorme respeto que tiene en el pelotón. Eso juega a favor nuestro. Mikel Landa viene con una gran progresión, con ganas de comerse la carretera y seguramente le irán las cosas muy bien igualmente en este Tour«.

En cuanto al trazado que ASO ha preparado para esta edición del Tour, Quintana reconoce que «la primera semana me da mucho respeto, pero es para todos. No hay nadie mejor o peor para eso tipo de terreno porque sobre todo va a influir la suerte. Te puede pasar algo y le puede pasar a todos. Ya vimos a Froome en 2014, cómo por una caída se tuvo que ir para casa, y Contador unos días después tuvo la misma desgracia. Sabemos que este año puede pasar eso o simplemente que pierdas mucho tiempo y te tengas que recomponer para lo que queda de Tour». Si consigue salvar ese primer asalto sin contratiempos, «la segunda mitad del Tour, para los escaladores que hayan salvado la primera y tenga buenas piernas, les puede ir muy bien porque es montaña pura y dura para escaladores. La estrategia será importante porque habrá gente que haya perdido tiempo que serán más valientes. Para un equipo ‘defensor’ quizá sea más complicado al tener un corredor menos que otros años». Pese a que ha preparado el Tour en Colombia, Naironman explica que «he podido ver casi todas las etapas importantes, todas las de Alpes y Pirineos y la contrarreloj del penúltimo día. En general es un Tour complicado y duro donde lo importante será tener suerte en la primera mitad y buenas piernas y fuerza en la segunda».

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