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Roman Kreuziger © Tinkoff
Roman Kreuziger está contra las cuerdas y lo sabe. El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS/CAS) decidirá, sine die, si podrá seguir corriendo con el Tinkoff ruso de Tinkov, Riis y Contador o, por el contrario cumplir una sanción de 2 a 4 años como pide la UCI además de una sanción económica. Una situación provocada tras la apelación del máximo organismo internacional que preside Brian Cookson tras la absolución anterior por parte del Comité Olímpico Checo.
El exganador de la Amstel Gold Race y excliente del sancionado de por vida médico italiano Michele Ferrari, ha creado una página web expresa -titulada «El curioso caso de Roman Kreuziger»– en la que ha publicado varios documentos y parte de sus valores del pasaporte biológico en 2011 y 2012 -cuando militaba en el hoy controvertido Astana-, por lo que fue suspendido cautelarmente y, entre otras competiciones, obligado a perderse el Tour de Francia, la Vuelta a España y el Mundial de Ponferrada. Un intento casi in extremis de demostrar su inocencia -en derecho deportivo se invierte la carga de la prueba- antes de la resolución del alto tribunal con sede en la ciudad suiza de Lausana.
«Nunca he dado positivo por dopaje» admite como la mayoría de deportistas afectados. «A pesar de esto durante un año y medio he estado viviendo en la incertidumbre en cuanto a si voy a ser capaz de seguir a dedicarme a la pasión de mi vida y continuar con mi carrera», escribe en su espacio.
«Desde junio 2013 he sido investigado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) por una supuesta violación de las normas antidopaje sobre la base de supuestas anomalías en el pasaporte biológico. Sin embargo, nunca he superado los valores basales y ni siquiera acercarse a estos valores. El Comité de Arbitraje del Comité Olímpico Checo me absolvió de toda culpa en octubre de este año. La UCI ha recurrido ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo en Lausana y aún estoy amenazado con una prohibición de cuatro años y una multa elevada» cuenta el corredor.
Y hace gala de su actitud frente a la lacra del deporte de elite. «Condeno el dopaje y trampas en el deporte. Considero que el pasaporte biológico es una excelente herramienta. Sin embargo, las reglas claras para su uso deben ser formuladas de otro modo porque puede ser inútil y se puede utilizar para eliminar a cualquiera. Las reglas no se pueden cambiar durante un juego. Y eso es lo que está sucediendo ahora. ¿Qué propósito sirven los valores basales si meras suposiciones se utilizan para determinar la culpabilidad?».
Relata lo mal que lo está pasando por esta situación. «Las actuaciones se han prolongado hasta lo insoportable. Me vi obligado a esperar sin razón muchos largos meses a un comunicado de la UCI. Este año no he podido competir en el Tour de Francia y otras carreras. Mi carrera se acabará pronto y de esta forma podría destruirse«.
Y vuelve a apelar a su honestidad como deportista. «No pido simpatía o indulgencia. Siempre he respetado los principios del juego limpio, y como competidor en dos Juegos Olímpicos he respetado los principios de la Carta Olímpica. Hoy me encuentro parte de un teatro del absurdo, pero mañana le puede pasar a cualquier otro atleta. Quiero un proceso justo, quiero reglas claras y quiero un trato justo. Mantengan sus dedos cruzados por mí».
Porcentaje de reticulocitos
Hemoglobina
